Let's just take it real slow

Aburrido...Aburrido...bla...bla..bla. El profesor me dormía con solo decir Computadora. Esa era la peor de todas mis clases. Mi tío Jeffrey ya me había enseñado todas las cosas que me "enseñaban" en esta universidad pero tenía que tener el condenado título de profesional para tener un trabajo desente. Al final de la jornada de clases dejé algunos libros en mi habitación y me llevé mi computadora. A veces no podía ni soportar la universidad ni esta ciudad. Extrañaba Inglaterra, extrañaba a mis tíos, extrañaba el té y todas mis cosas.Pero almenos tenía a Viktor y Sam, su mera presencia me animaban lo suficiente como para seguir asistiendo a las ridículas clases del día a día.

Me agradaba que Jeff llamara todos los días, sus llamadas me hacian sentir seguro. Aun que es imposible sentirse desprotejido con Viktor a mi lado. A veces temía tanto por mi seguridad que actuaba como mi
padre. Supongo que al ser el mayor le afectó más su muerte que a mi. Sam por otro lado también era un buen seguidor de "Protejan a Erik" y ya era decir mucha ya que mi primo no era muy preocupado de su seguridad. Con un suspiro de fustración me dirigí al Playroom. Me siento en un sillón sin prestar atención a la chica que se sienta ami lado. Al mirar de reojo hacia el lado veo a ni más ni menos que Char. Sonreí con galantería-Hola guapa-me acerco mirando la peli que veía-¿Cómo está mi francesita favorita?-digo dandole un beso en la comisura del labio.

Al principio pensé que la película estaba aburrida pero conforme pasaban los minutos, salían ciertas babosadas de comentarios y se veían como la relación entre los protagonistas de iba formando, la chica era algo rara pero era realmente hechizando con sus enormes ojos azules y aquellos gestos que daban gracia, y el chico a veces parecía tonto, realmente se había obsesionado con la muchacha.

Estaba tan distraída que no me di cuenta que entro una persona al playroom de no ser por reconocer el perfume de aquella persona, por supuesto era Erik o quizás el ver una película cursi me hizo imaginarme tonterías, sonreí cuando efectivamente vi el rostro de mi chico cerca del mío, ame su dulce saludo, sonreí de medio lado.

-Rulos- dije estirando mi mano y acariciando su cabello, mordí mi labio inferior y levante los hombros – estaba pensando en donde demonios andabas metido- bromeé y me acomodé en el sillón junto a él -¿has traído las palomitas?- bromee y bese su frente. Ahora no quería pelear por los largos días que había estado sin verlo, no quería hacer que el se levante y se valla, en esta ocasión solo quería quedarme ahí , aspirando el olor de su perfume.

Apenas sentí su beso en mi frente casi caigo derretido. Sonría abrazandole por los hombros y saqué una bolsa de caramelos.-Anda!no sabía que veríamos pelis asi que solo puedo ofrecerte mi cuerpo, mis caramelos...-le muerdo la mejilla delicademente-...y mi corazón, pero solo si lo quieres eh-ríe y le miré la pantalla algo curioso. La protagonista eran tan guapa que con decir que vi 5 minutos y ya estaba babeando pero seguramente estaba mal. Char, como me había prometido 2 horas después de conocerla, sería la única chica en la faz de la tierra que tocaría mis rizos y ocuparía mi mente. Lo que hasta ahora había hecho muuuy bien.

Me metí unos cuantos dulces a la boca y le tendí unos cuantos. La película a esas alturas ya empezaba a deprimirme. El pobre Tom perdió al "amor de su vida" quien ahora se iba a casar y ni siquiera le había dicho, justo cuando el creía que la iba a recuperar. -Hombre que mala suerte tienes...-susurré para mi mismo. Acomodé a Char en mis brazos mientras acariciaba su mano suavemente. La verdad era que hace algunos días que no la veía y eso me daba cierto aire de melancolía. La extrañaba. Deposité un beso en su cuello y susurré-¿me extrañaste?-

Vaya chica... Char sabía como hacerme sentir querido. Sonreí al escuchar su comentario. A decir verdad la hermosa francesita había mejorado mucho en temas del corazón, la primera vez que la ví había sido tan borde y agria que casi me había hechado a llorar de la risa, podía ser tan adorable cuando estaba enojada y ella pretendiendo ser mala. Escuchar la seriedad de su voz pronunciando aquellas palabras me dolió más de lo que habría imaginado antes con cualquier chica. Hice una mueca de leve dolor y baje levemente la cabeza.

Al escuchar lo siguiente una brillante y perfecta sonrisa se formó en mis labios. Acerco mi rostro al suyo besando sus lindos labios con los míos mientras le abrazo por la cintura. Junté mi frente con la suya y susurré que lo cursi se le veía bien para luego hecharme a reir.