Adiós vacaciones. [Casiraghi]

Era 25 de Junio por la mañana. Las 09:00 para ser exactos. Ethan llevaba 2 horas y medias levantado. Ya se había duchado, vestido, desayunado y todo eso que hace uno al levantarse. Ahora estaba con Daysi y Matthew intentando que dejaran de molestar a una adorable jovencita llamada Poppy. Los rebeldes hijos de Marcus le habían contado una historia falsa de terror que le habían dicho a la chica que era verdadera. Aunque Marcus era menor que Daysi y Matthew de años como decían Marcus y Lillian: el era el mayor mentalmente. Lo que quería decir que lo valoraban el más maduro de la familia. Ethan no era un santo pero se las ingeniaba para que Marcus y Lillian no le pillaran aunque le daría igual que le pillaran.
-¡Maldito seas Matthew!-Dijo mirando con una mezcla de horror y compasión a Poppy que sus ojos habían empezado a llenarse de lagrimas.- No llores Pepa..
-¡Se llama Poppy!-Dijo Daysi estallando en carcajadas con Matthew- ¡Pepa! Ah, Ethan eres genial.
Ethan le dirigió una mirada amenazante a su querida hermanastra.
-Daysi pienso coserte la boca en cuanto lleve a Pe..Po.. a esta preciosa chica lejos de vosotros-Dijo forzando una sonrisa. ¿Que más daba si se equivocaba con su nombre? Tampoco es que fuera a verla mucho.
Matthew se acerco a el y le susurro:
-¿Como piensas ponerle de nuevo la sonrisas en la cara, Ethan?-Dijo levantando una ceja pícaro y Daysi volvió a estallar en carcajadas.
-Matthew no tengo tan mal g..-se callo mirando a la chica- tan malas formas de animar a las personas. Venga conmigo Pe.. preciosa, te llevo a tu casa.-Pero cuando Ethan se disponía a salir con Poppy aparecieron Marcus y Lillian de la mano.
-Déjalo Ethan, ya la llevara Dimitri. Señorita Poppy por favor perdone a mis hijos mayores, son muy bromistas.-Dijo Marcus forzando una sonrisa y haciendo un gesto a Dimitri para que se la llevara.
Cuando este se la llevo Ethan soltó un suspiro de alivio y se acerco a coger a su madre en volandas.
-¡Ethan, bájame!- Pedía su madre riendo y el la bajo y le lleno la cara de besos. Luego miro a Marcus.
-Marcus no se como te las apañaras para controlar a esos dos mientras yo no estoy pero mucha suerte.
-Gracias, la necesitare-Dijo dirigiendo a sus hijos una mirada reprobatoria y luego miro a Ethan con aprecio-Ethan.. tenemos que hablar de tu 'ausencia.' Al parecer las clases empiezan mañana y nosotros no tenemos nada que nos ate aquí, excepto tu. Por lo que en la tarde volvemos a Alemania. En vacaciones vendremos o iras tu.. ya veremos como nos las apañamos.
¿Marcus esperaba que eso afectara a Ethan? Bueno, echaría de menos a su madre, si, pero no era el fin del mundo para que lo dijera ene se tono. Frunciendo el ceño miro a su madre que había empezado a llorar. Perfecto. Se marchaba una joven insoportable que lloraba y ahora su madre.
-Tranquilo, me las apaño bien solo, ya lo sabeis.-Abrazo a su madre- Eh, Lillian..
-¡No oses llamarme por mi nombre, Ethan!-Interrumpio su madre exasperada.
Ethan contuvo una carcajada. -De acuerdo.-Sonrío y esa sonrisa parecio calmar el llano de su madre.-Madre yo también la echare de menos pero prometo llamarla siempre que pueda, se lo prometo.
Lillian dejo de llorar y hizo un ruido espantoso al sonarse con el pañuelo que le había dado Marcus. El resto de la mañana se la pasaron organizando sus cosas. Lillian y Daysi lloraban de vez en cuando y Ethan sonreía todo el rato y las acariciaba la espalda o las abrazaba para que pararan. A las 5 de la tarde se fueron a Alemania y Ethan fue a la casa. No tenía que preparar su cosas pues Lillian lo había echo el día anterior y cada uno de los miembros de la familia le habían dado algo de ellos para que lo llevara y los recordara. Como si hiciera falta eso para que se acordara de ellos. Ethan no tenía nada que hacer y ya que esa iba a ser su última noche de libertad iba a aprovecharla bien y en eso invirtió el resto del día.

26 de Junio. Ethan se levanto maldiciendo con una resaca de mil demonios. Perfecto. Llego tarde a su primer día. Con una sonrisa de sarcasmo entro dentro de la universidad y dijo adiós a sus vacaciones. Al parecer como era el primer día Ethan no era el único que había aprovechado su último día pues muchos profesores no se encontraban en estado para dar clases y siendo el primer día no le dieron mucha importancia. Los alumnos estaban libres para conocer la universidad. Ethan arqueo una ceja, a el no le interesaba conocer prefería lo desconocido. Más peligro, más intriga, más todo. Sin darse cuenta llego a los jardines. Unos jardines bonitos, verdes y grandes. Le vendrían bien para caminar de vez en cuando. A Ethan le encanta caminar aunque solo de vez en cuando. Podría invertir un poco de tiempo en caminar por los jardines y conocerlos como le habían dicho. Y eso estaba haciendo ahora Ethan, caminar por esos grandes y verdes jardines y observando todo sin perderse ningún solo detalle.

Poco a poco parecía que la universidad cogía mas movimientos. Ethan podía oír los pasos de la gente de un lado para otro, los gritos de felicidad que daban algunas chicas antes de abrazarse, las risas de otros o incluso sus conversaciones. No las oía con claridad pero si le llegaba el sonido de voces hablando. Sonrío con burla. Vaya, cuanto entusiasmo por el fin de las vacaciones. Pensó con cierta ironía. El hubiera preferido seguir de vacaciones pero esas personas parecían muy contentas de verse y estar ahí.
Entre las chicas que había llegado a ver de pasada por ahí habían muchas que eran guapas, si, tenían su encanto. Al menos su vista se llevaría ciertas alegrías pensó cuando dos chicas con unas minifaldas pasaron caminando delante de el. Negó con la cabeza sonriendo. Era irremediable. Sin saber porque se le vino a le mente unas palabras que Daysi le había dicho no hace mucho. '¡Pobre la mujer que te logre atrapar para el resto de su vida! Conociéndote no la dejaras salir de la cama.. cielo santo, espero que mi príncipe azul no sea como tú.' Ethan había respondido que nunca ninguna mujer le lograría atrapar para el resto de su vida y que si eso ocurría no se arrepentiría de estar todo el día en la cama y que era probable que disfrutara. Daysi le había dicho que era un pervertido y el había sonreído. Sonreído como estaba haciendo ahora. Ese recuerdo le provocaba ganas de reír. Daysi era una mojigata, los había peores que el, mucho peores. Incluso también había chicas que eran peores que el y el había conocido mucha de estas.

El sol pegaba fuerte, maldito calor. Odiaba el calor, Ethan era más del frió. Un chistido le saco de sus pensamientos y le hizo darse la vuelta para ver de donde provenía. Al hacerlo se quedo frió. ¡Por todos los demonios! De todas las personas que podía encontrarse se encontraba con ella la primera, con Alexa Heidi Casiraghi. La chica con la que probablemente más tiempo estuvo. Para ser exactos 2 años. Que ironías tenía la vida, al parecer Alexa y el estaban de nuevo cara a cara después de todas las veces que esta había intentando evitar este encuentro. Ethan no pudo evitar que una sonrisa irónica que se le dibujara. Esa situación le daba ganas de reír. Era todo demasiado irónico para ser cierto, pero lo era.
La recorrió con la mirada. El tiempo no había pasado para ella, seguía igual de bella o incluso más. Ethan se atrevería a decir que incluso más. Ethan reparo en que tenía un café en las manos. Vaya, vaya, al parecer Alexa también había aprovechado la noche anterior. ¿Habría estado con otro?, ¿con cuantos habría estado después de el? Estos pensamientos sorprendieron a Ethan que los aparto de su cabeza horrorizado. El también había estado con otras y sabía que era probable que ella también lo hubiera estado. Era demasiado hermosa como para no reparar en su presencia. Esa rubia era lo que cualquier hombre desearía tener en su cama durante una semana entera o incluso para toda la vida, como decía Daysi.
'-¿Se puede saber que haces aquí?.' Le había preguntado y antes de dejarle contestar ya se había creído que estaba ahí por ella. Ya se había creído el centro del universo. La sonrisa de Ethan se hizo aún más radiante. Cierto era que no estaba ahí por ella pero no podía negar que su presencia había causado una pequeña punzada de algo parecido a alegría dentro de el.

-Yo también me alegro de verte, Casiraghi.- Dijo y se puso delante de ella impidiéndole el paso cuando esta empezó a caminar para adelantarle.- Bueno, bueno, ¿haces una pregunta y luego te vas sin esperar respuesta? Alexa, no creo que eso tus profesores lo vean bien en clase.-Un brillo de burla brillo en los ojos de Ethan- No estoy aquí por ti, no eres el centro del mundo pero, ¿nunca aprenderás eso, verdad? Podrán enseñarte todo lo que quieran aquí pero nunca a cambiar tus defectos.-Estaba hablando con la intención de provocarla.- Respondiendo a tu pregunta: voy a estudiar aquí.-La miro de arriba a abajo- Supongo que tu también.-La miro fijamente a esos ojos que siempre habían encantado a Ethan. Eran como hipnotizantes, unos ojos increíbles que le parecieron cortar la respiración por unos segundos. Maldita fuera Alexa Heidi Casiraghi por causar ese efecto en el.-¿No tenemos nada de que hablar?-Ethan río y luego la miro seriamente.- Si, Alexa, si tenemos de que hablar.-

No podía desviar la mirada de sus ojos. Seguían teniendo el mismo efecto en el, esa mirada le seguía atrapando y .. maldito fuera si lo permitía. Con una sonrisa irónica volvió a repasarla con la mirada a todo ella. Ella iba vestida con unos vaqueros que se ajustaban con sus piernas y la hacían resaltar. Ethan no puedo evitar recordar las noches que había pasado entre esas piernas y su sonrisa dejo de ser irónica para convertirse en una sonrisa algo parecido a nostálgica. De zapatos llevaba unas bailarinas negras y subiendo de nuevo la vista pudo ver que llevaba una camisa de uno de los tantos grupos que le gustaba. Antes de volver a desviar la mirada a su cara se fijo en sus manos. ¿Con que esas tenemos? Pensó y su sonrisa se volvió algo cínica.

-Se puede decir que mi gusto ha mejorado mucho en 8 meses.-Dijo mientras le brindaba una de esas sonrisas algo maliciosas y sus ojos brillaban con una pequeña chispa de diversión. Escuchar lo segundo le hizo soltar una carcajada en todo el aire y volver a mirarla con la mirada brillante de diversión. No podía negar que esa situación le divertía. Le conocía bien, y maldita fuera por ello. Bueno, también maldito fuera el por permitirle conocerle así.-Puedo tener tiempo para ambas cosas, se apañarme lo suficiente para complacer a mis nuevas amigas.-Dijo desviando la mirada a una chica que pasaba por ahí y al notar la mirada de el había comenzado a sonrojarse y había seguido su camino. Ethan miro a Alexa con una sonrisa conteniendo una carcajada. Y volvió la vista a la mano izquierda de esta mientras le quitaba el cigarro.-Bueno, bueno, Heidi ¿no sabes que esta prohibido fumar? Me quedo esto.-Dijo mientras se lo guardaba en el bolsillo trasero y la volvía a regalar otra sonrisa, esta vez, una sonrisa encantadora.

-¿Tú y estudiar en la misma frase?-Volvió a soltar otra carcajada y a mirarla.-Eso me gustaría verlo.-Dijo con una media sonrisa mientras la había observado reír. Ethan nunca había pensando el sonido de la risa de una mujer le iba a causar lo que le causo la de Alexa en ese momento. Ethan dio gracias al cielo de que ella no se hubiera dado cuenta, pues al escucharla reír una especie extraña de cosquilleo había volado a su espalda. Ethan vio como su auto-control estaba a punto de romperse al escuchar la última pregunta de ella. Ethan clavo la mirada en ella, en sus ojos mirándolos fijamente con una mirada fría. Y su sonrisa desapareció para dejar su rostro serio. Esto empezaba a parecer una partida de ajedrez, cada uno moviendo sus piezas con la intención de ser el vencedor. Pero a Ethan no le gustaba perder y si perdía no perdería con ella. Volvió a dibujar una sonrisa en su rostro antes de hablar.-Puede que si, puede que no pero te va a costar averiguarlo Casiraghi.-¿Sinceramente? No, Ethan no estaba preparado aún para decir esas palabras. Solo estaba preparado para decírselas a su madre, a Lillian. Y a veces también le costaba con esta, pero ella lo sabía y como esta le dijo una vez a Daysi sobre Ethan porque este no le decía te quiero 'importan más lo echos que las palabras. Las palabras mienten, mientras lo echos no.' También había dicho que ella tenía un don: el de saber cuando Ethan mentía y el de ver en sus ojos lo que sentía por más que intentara ocultarlo. A veces Ethan creía que era verdad, pero a veces el 'don' de su madre perdía su efecto.

Estos ocho meses le habían sentado bastante bien a Alexa Heidi Casiraghi, y eso nadie lo podía negar ni el mismo Ethan. El mucho menos. La rubia seguía teniendo un cuerpo del que todo hombre desearía disfrutar, un rostro hermoso, una melena rubia envidiable y los ojos que como ya había dicho antes era lo que más efecto causaba en uno. Cuando ella te miraba con esos ojos era como si la mirada hubiera sido un hechizo mágico y al mirarte a ti ya estuvieras hechizado. Pero hacía tiempo que Ethan no se dejaba hechizar. ¡Diablos! ¿Que hacía comparándola con hechizos y esas mierdas? Daysi estaba afectando a el, esa chica de melena color fuego de unos 27 años era una mojigata y una confiada que siempre intentaba arrastrar a las personas a creer, en cualquier cosas mientras creyeran en algo. Lo había logrado con todos los miembros de la familia Hemingway excepto con Ethan, por lo que se había tomado a este como un reto personal. 'No me rendiré Ethan, terminaras creyendo. Me da igual en que, pero creerás en algo. El amor, la magia, en la bondad, en dios.. creerás en algo Ethan Jeremy Hemingway, ¡ creerás en algo!' Le había dicho una vez que había creído conseguir hacer creer a Ethan en algo pero luego se había dado cuenta de que este la tomaba el pelo y se había puesto echa una furia. En cuanto saliera de la universidad ella había prometido estar pegada a el y hacerle creer a la fuerza. El recuerdo de esa adorable criatura le hizo dibujar en su rostro una sonrisa de cierta adoración a esa hija de Marcus y el recuerdo. De todas las mujeres que habían habido en su vida el solo había sido capaz de decir 'te quiero' a su madre, y le habían importado a lo largo de sus 22 años tres mujeres. Su adorada madre, Daysi ¿y Alexa? Pero esta última ya no le importaba, ¿entonces por qué no se iba sin más? , ¿por qué sentía una extraña alegría al volver a verla? Frunciendo el ceño quito esos pensamientos de su cabeza. El calor no le sentaba bien. Pronto iría a por alguna de todas esas chicas que había por ahí y se relajaría con una de ellas. O tal vez fuera a por algunas bebidas. Ya vería. Tal vez vería si su amigo Dimitri quería salir un rato y así Tasia se apuntaría y llevaría una amiga. Oh, las amigas de Tasia eran perfectas para una divertida noche. Les gustaba beber, eran unas locas, siempre tenían ganas de echa un polvo y no les importa donde, ni como. Ethan no entendía como la mujer de su amigo siendo una santa tenía esa clase de amigas. Mirando a la chica que tenía delante de el se sorprendió de sus pensamientos; quería volver a tener a Alexa en su cama. Maldito fuera, ya la había tenido dos bonitos años, tendría que estar cansado de ella pero al parecer quería más. Pero no se daría el gusto en esto, el también sabía ponerse sus propios limites. Luego tendría a una chica, luego. Ahora era hora de hablar de temas pendientes con Alexa. Pero por más extraño que pareciera no sabía como hacerlo. En lo que llevaban de reencuentro no habían tardado nada en empezar a discutir, cosa que divertía y al mismo tiempo exasperaba a Ethan.

Aunque Alexa parecía no haberse inmutado con las groserías que Ethan le estaba diciendo para molestarla Ethan sabía que por dentro ella debía estar en una pelea con su auto-control y las ganas de darle una hostia a Ethan. Al pensarlo Ethan no puedo evitar sonreír conteniendo una carcajada que había empezado a subirle por la garganta. Al oírla resoplar y verla cerrar los ojos Ethan sintió una desagradable punzada de afecto. En ese momento con los ojos cerrados se había visto tan adorable e inocente. Pero Alexa Heidi Casiraghi no era nada inocente, y el lo sabía. Nadie en esta vida era inocente de nada, nadie.

¿Qué pretendes ahora? ¿Que vuelva a hacer todo lo que tú me digas y que tire estos ocho meses a la basura? No, no era eso lo que el pretendía. Maldita sea, no sabía que diablos pretendía ahí frente a ella queriendo hablar de algo que no sabía que era, no lo sabía y eso lo ponía nervioso. No le gustaba no saber las cosas que tenían que ver con el, no le gustaba nada eso. -No pretendo nada Alexa, al menos contigo.- Dijo con una fingida sonrisa llena de sarcasmo. Era cierto, no pretendía nada con ella. Sabía que era imposible que no se cruzaran en el año que estarían aquí pero las cosas las aclararían ahora y cuando se vieran pasarían el uno del otro y no habrían mas discusiones ni nada. A Ethan no le gustaban esa clase de juegos. -Bueno, a lo mejor si quiero algo de ti.- Dijo con esa sonrisa con la que su madre decía que podía conseguirlo todo- Has intentando evitarme como una cobarde no contestando mis llamadas durante estos 8 meses pero ahora no me puedes evitar más y ahora aclararemos nuestros temas pendientes. Todos y cada unos de ellos, y ya luego si quieres podrás seguir pasando de todo esto, como dices.- Dijo con una mirada helada aunque seguía manteniendo una sonrisa en su boca.

El la había llamado para intentar tener la posibilidad de arreglar lo suyo y ella le había ignorado completamente. Eso había formado dentro de Ethan algo parecido al rencor. Era una maldita orgullosa, y el también, para que engañarnos. Pero Alexa se había comportado como una cobarde, y a Ethan no le gustaban las personas cobarde. Le daba igual lo que tenía que hacer para que Alexa le diera una explicación razonable de no cogerle el teléfono, de ignorarle de esa forma y de ese comportamiento tan cobarde. Era la hora de ver cuanto de valiente podía llegar a ser Alexa Heidi Casiraghi. Ethan soltó una carcajada al escuchar su consejo. ¿Madurar? Si, Ethan lo admitía, era un inmaduro y le daba igual admitirlo, pero Alexa tampoco es que fuera el ejemplo de una persona madura. Una persona madura no huiría de sus problemas como lo hacía Alexa, una persona madura les plantaba cara por muy duro que resultaran.-¿Madurar? Oh, no, dejemos eso para las frutas.-Dijo regalandole otra de sus sonrisas.

Ethan la miraba fijamente mientras ella se batallaba en su interior entre la decisión de contarle o no. Y entonces de su boca salieron las palabras que proclamaban la victoria de Ethan. -Te puedes sentar, esto va a ser largo.- Ethan no pudo evitar que su rostro formara una sonrisa de triunfo. Había ganado esta batalla. Asintió con la cabeza y la obedeció sentándose frente a ella. Cerca pero la mismo tiempo manteniendo ciertas distancias. No sabía si podría controlarse si estaba muy cerca de ella y era mejor tomar medidas. Sentado frente a ella mirándola fijamente mientras esperaba con cierta impaciencia que ella hablara. Ethan podía notar que le era difícil. ¿Que clases de excusas estaría tramando en esa cabeza suya? No podía evitar preguntarse Ethan. Esperaba ver con cual excusa le iba a salir Alexa pero de todo lo que podía haber dicho Alexa o el haber esperado oír nunca se imagino esas palabras. Los ojos se le salieron de las órbitas y su rostro perdió todo color. ¿Que diablos estaba diciendo Alexa? Debía estar drogada o fumada. ¿Embarazada de el? -Unos días antes de que te largaras me enteré de que estaba embarazada …- La respiración de Ethan empezó a fallar, le costaba respirar correctamente. ¡Maldita fuera Alexa si estaba bromeando, maldita fuera mil veces! Pero no, no parecía estar bromeando, el tono su voz, sus labios temblaban y el la conocía lo suficiente para saber que no mentía. Al principio verla así le dio ganas de abrazarla, y maldito fuera iba a hacerlo hasta que escucho sus siguientes palabras...

- Bueno, y … el resto, ya te lo puedes imaginar …- Bajo la vista rápidamente a su vientre, no, no tenía la barriga que tendría si hubiera dado a luz y un embarazado dura nueve meses y solo habían pasado ocho meses. 'El resto, ya te lo puedes imaginar ...' No, no podía ser lo que el estaba imaginando.. ¿había abortado? ¿y ella le decía que madurara? ¿precisamente ella? No, Alexa no podía haber echo eso sin consultárselo. Pero sus lagrimas delataban que lo que el pensaba era cierto. Apretó los puños con fuerza intentando mantener su auto-control bajo llave pero le resultaba difícil. Los apretaba con tanta fuerza que sus nudillos de volvieron más blancos que la piel de la mismísima 'Blanca Nieves'. Había dejado de respirar por no sabe cuantos segundos. Mantenía la vista clavada en el césped. Respiraba demasiado rápido, con dificultad. Cuando levanto la vista a ella sabía que sus ojos estarían que echaban chispas. Lo había intentando, había intentando mantener su auto-control bajo llave pero le había resultado imposible. Maldita fuera y maldito fuera el por no soportar verla llorar. Pero no, no iba a consolarla ni nada. El solo tenía ganas de retorcerle el cuello.

Vale, el no tenía deseos de ser padre y no tenía ninguna idea de porque le había afectado tanto, porque causaba ese efecto en el. Era una mezcla de tristeza por la muerte de esa parte de el y Alexa. Pero sobretodo era ira, ira dirigida a Alexa por no haberle dicho nada y haber echo algo así sin consultarle. ¡Maldita fuera! No era algo de ella sola, el también tenia que ver. Pero ella había preferido excluirlo. Pues bien, lo iba a pagar caro. Ethan ya había perdido todo su auto-control. ¿Alexa creía en dios? Pues que rezara todo lo que supiera porque había despertado en Ethan una ira temible. -Supongo que lo siento por no haberte dicho nada, pero no era fácil Ethan …- ¿LO SIENTO? Ethan no pudo evitar soltar una carcajada llena de puro sarcasmo. La miro fijamente con los ojos echando chispas y su cuello volviéndose de un color escarlata fruto de la cólera y la ira que habitaban dentro de el. Sabía que se arrepentiría, pero ahora mismo no podía pensar. La ira le había cegado y había perdido todo su auto-control. En sus labios se dibujo una cínica sonrisa. -Ahora si que lo vas a sentir.- Dijo y antes de darse cuenta de sus actos la cogió fuertemente de sus muñecas sin medir su propia fuerza. La miraba fijamente con sus ojos llenos de ira.