Demasiado para ser un golpe de suerte ; Jeanne

Mire por mi ventana la lluvia golpetear sobre esta, mientras sobre mis piernas sostenía un libro que acababa de iniciar a leer por simple ocio. Quite de mi rostro mis lentes de descanso y los coloque en mi cabello mirando a mis dos compañeras que veían un estúpido programa sobre la belleza, jamás me habían gustado ese tipo de programas y menos en días lluviosos, hacían que el tiempo pasara tan lento y te aburrieras mas de lo que ya se estaba con el agua que caía del cielo. Resople mientras dejaba mi libro en mi cama y mis lentes igual, tenía ganas de hierba y aquello me pondría ansiosa. Tome mi chaqueta y salí de la habitación sin mirar atrás, sabía que me habían dicho algo que simplemente no me moleste en comprender, escuchar ni responder, necesitaba huir de ahí, necesitaba cafeína, no conseguiría la hierba para antes del anochecer y la cafeína me ayudaría a no pensarle tanto y también a subir mi temperatura corporal. El agua había mojado gran parte de mis converse y mis jeans haciendo que comenzara a sentir el frío recorrer mi cuerpo. Gracias al cielo tenía mi café, una chaqueta impermeable con gorro relleno de felpa, una galleta glaseada y el golpeteo de la lluvia en el techo de la cafetería. Mi celular vibró dentro de mi bolsillo y luego comenzó a sonar llenando el lugar con el ruido. El mensaje era inesperado y me hizo soltar un bufido. No se cuanto tiempo estuve en la cafetería pero regrese mas tarde de lo que planeaba. "No iré", me dije a mi misma mientras caminaba de regreso a mi habitación, "No, en definitiva no iré" me repetí unos minutos antes de que meterme a las cobijas y apagarán las luces de los cuartos.

Aposte a que me había quedado dormida unos 20 minutos pues al ver la hora me incorpore rápidamente y me coloque mis converse aún mojados sobre mis pies, tome mi chaqueta y me encamine afuera procurando no despertar a las perras chismosas de mis compañeras. Mientras caminaba por los pasillos me cuidaba de no ver a alguien inesperado. Corrí entre la lluvia para evitar se hiciera mas tarde, mi pans se había mojado un poco al correr pero no me importaba, ese chico siempre tenía hierba y aquello me llamaba mas que mi propia sangre. -Hola- dije bajito al llegar a la entrada -Disculpa la tardanza- murmure apenas audible cubriendo mis mejillas con el gorro de la chaqueta negra

Le di un golpe amistoso en el brazo por su expresión de querer reír de mi y acepte el contacto de su mano con la mía -Prometo ser silenciosa -Dije antes de ser guiada hasta su habitación. Al entrar de lleno me llego el aroma de él, esperaba encontrar a alguien más, sin embargo estábamos únicamente el y yo, un par de drogadictos fumando a largas horas de la noche. Le dedique una pequeña sonrisa cuando me ofreció una toalla y me deshice de mis converse rápidamente quedando descalza y sintiéndome mucho mejor de no traer esos tenis empapados. Mi chaqueta la deje a un lado de mis converse quedando solo con una blusa de tirantes y mi pantalón de pijama. Cuando lo escuche me giré rápidamente y di las gracias por la toalla mientras secaba mi rostro y parte de mi cabello que había quedado empapado. No le estaba prestando mucha atención hasta el momento que me llego el aroma de la hierba quemándose, aposte a que en ese momento debí verme como un cazador visualizando a su presa y tuve que reír por mi broma mental. Suspire y camine sentándome en su cama a un costado pero quedando casi frente a él , enrosque mis pies cubriéndolos con mis piernas para darles un poco de calor mientras lo observaba. No era de las chicas que hablara mucho y menos cuando se trataba de estas cosas, prefería guardar todo el silencio que me fuera posible mientras él hablaba pero no tenía salida, su comentario me había tomado por sorpresa. -Cuando quieras, por mi no hay problema - sonreí divertida ya que mi comentario era verdad, jamás me negaba a romper las reglas cuando se trataba de algo que quería y en ese momento la hierba la quería desde la mañana -Me has salvado el día - confesé y tome el cigarrillo.

Al momento de darle la calada inmediatamente mis sentidos se abrieron y me obligue a cerrar un minuto los ojos tragando el humo y sacándolo por la nariz igual a él. Mi mente se relajo y mi piel se erizo, hace prácticamente años no tenía droga en mi poder, desde mi maldita rehabilitación, la sensación de poder volver a drogarme aunque fuera un poco me hacía sentirme libre y escapar de este infierno, cambiar mis pensamientos y sonreír por cosas que encontraba sin sentido. Sonreí y le di otra calada para volver a agudizar mis sentidos mientras le devolvía el porro a su dueño. Alborote mi cabello y lo hice se aplacará quedando solo sobre uno de mis hombros mientras lo observaba, si mal no recordaba hace mucho tiempo que no lo veía, a decir verdad, desde que mis padres atraparon la hierba de mi cuarto y aquello me había puesto un tanto mal ya que podría decirse el era mi “proveedor”. Arrugue la nariz al recordar el maldito infierno que había vivido ahí dentro. Suspire y me levante disfrutando esta vez de la frialdad del suelo sobre las plantas de mis pies y abrí la ventana antes de que el aroma se colara fuera de la puerta y llegáramos a tener algún problema por ello

Antes de inhalar el humo sentía que debía de irme de ahí, no porque lo desease, si no porque no quería ningún problema con nadie, no sabía si tenía novia, si algún prefecto vigilaba las habitaciones en ocasiones o si simplemente me habían mandado a buscar ya .Toda acción tenía consecuencias y yo lo sabía, también sabía que este chico no llamaba a alguien para invitarle un poco de hierba porque sí, pero vamos…. ¿a quién engañaba?, el chico me atraía, me daba hierba y era agradable estar con el entonces la pregunta era ¿Por qué no?. No opuse resistencia a su petición ni a su contacto, es más, hasta sonreí sentándome sobre su vientre. Levante mis manos para tomar mi cabello y dejarlo caer nuevamente hacia uno de mis hombros, mi corazón se acelero a un punto en el que oía mis sangre fluir en mis oídos. Planeaba acercarme y depositar un pequeño beso en sus labios, pero no lo hice, solo me limite a sonreír y asentir cuando pregunto sobre el rumor. Solté un suspiro y asentí -Es un maldito infierno - confesé mientras mis ojos delineaban cada centímetro de su rostro - Estás solo, no tienes con quien hablar, comunicación con los demás, internet, teléfono…las visitas son agendadas y tus padres deben de aprobarlas - reí irónica - y para acabarla, sus drogas no te sacian, la comida sabe a basura - pareciera que estaba teniendo un flashback, cosa que jamás me había gustado al igual que hablar de sentimientos y esas cosas, preferí callar . Sonreí al sentir que besaba mis dedos y no reproche ante ello, al contrario, el hormigueo que causaba en las yemas de mis dedos se sentía exquisitamente bien. Una carcajada salió de mis labios al escuchar lo que decía, era demasiado extraño que dijera que me había extrañado, igual y era efecto de la marihuana , sin embargo, en ese momento me valía el por qué lo decía. También le había extrañado, era divertido estar con él, la mayoría de las veces que hablábamos todo iba con doble sentido así que, entre mas doble sentido tenía, más divertido era. La soledad siempre me había gustado, era mi mejor amiga, sin embargo, de vez en cuando, necesitaba de alguien, un poco de compañía y el, era el mejor candidato en más de 100 kilómetros a la redonda. Humedecí mis labios antes de darle una calada a mi cigarro al mismo tiempo que en mi rostro se marcaba una sonrisa al sentir sus manos sobre mis piernas cubiertas por mi pantalón de pijama, -¿Me extrañaste? - reí dejando salir el humo por mi boca dirigiéndolo a la ventana.


Deje mi cuerpo caer levemente hacia el quedando recostada prácticamente sobre él, sonreí y todo pareció suceder en un segundo, di otra calada al cigarro manteniendo el humo en dentro de mi boca, mi mano libre la hice rosara levemente con sus labios de el obligándolo a entre abrirlos mientras acercaba mi rostro al de él, sus labios entre abiertos me llamaron silenciosos y los míos me pedían obedeciese. Deje salir el humo dentro de su boca sin llegar a tocar sus labios, no entendía el por qué había hecho aquello sin embargo, la sensación de filtreo y drogadicción juntos me estaba dando vueltas en la cabeza y no quería resisarme a ellas. Mi cadera se movió levemente, a propósito claro, rozando un poco con la suya al mismo tiempo que le colocaba en los labios el porro para que el diera una calada mas a este -No volverás a extrañarme - sonreí y le di un leve beso en su cuello mientras sentía una extraña sensación de excitación y adrenalina al mismo tiempo