Caray... pero si es una chica ( Alex M.)

Las clases de Salud Mental habían acabado pero maestra me había pedido que me quede después de clases ya que tenia una noticia importante que darme. En verdad no sabia exactamente a que noticia se refería pero me había dejado con ganas de saber de que se trataba.

Cuando salieron absolutamente todos mis compañeros me acerque a ella que con una gran sonrisa me respondió que ella se había enterado que el Director Mercer necesitaba un nuevo asistente y quien mejor que yo para serlo ya que me veía como una persona sumamente capaz de asumir aquel reto sin contar que según las malas lenguas el director tenia un cupo de días para todos sus asistentes que por cierto en su mayoría siempre han sido estudiantes varones de ultimo año.

Ciertamente la maestra era muy cercana a el pero no piensen mal porque podría ser su abuela pero el caso es que ella por alguna razón me había recomendado y por ende decidí aceptar la propuesta. Para colmo ella me envió casi corriendo hasta su despacho ya que el estaba haciendo pruebas solamente por el día de hoy.

Sali corriendo hasta mi habitación e imprimí un pequeño currículo aunque mi experiencia era poca para no decir nula pero tenia la esperanza de que mi buena predisposición y calificaciones ocultarían ese detallito de la experiencia.

En fin llegue hasta el despacho y me senté a esperar mi turno. Me sentía muy intimidada ya que todos en la ante sala eran chicos de ultimo año e inclusive algunos egresados de la carrera y es que el cargo era sumamente importante.

Estaba nerviosa y hasta pensé desistir en algún momento ya que escuchaba a la mayoría muy confiados de obtener el puesto pero para cuando quise huir llego mi turno y tuve que entrar.

En mis tres años jamas había visitado el despacho del director en ninguna ocasión salvo aquella vez que debía tener una firma suya pero indudablemente no me recordaría. En fin entre temerosa al despacho con pasos muy ligeros y abriendo la puerta lentamente. - Buenas tardes Director Mercer.- le dije nerviosa pero dandole mi mejor sonrisa.

Asistentes, asistentes, asistentes... La simple idea de tomar uno me partía la cabeza, eran unos idiotas la mayoría! Como era posible que estén en sus últimos años de carrera y tengan la noción hábil de un mosquito? Increíble! Pero, era necesario, el último que tuve resulto ser mas que una cara bonita, resulto ser un dolor de cabeza que decidido lo mande al diablo.

Bueno, no quedaba de otra no? Así que, a entrevistar se ha dicho! Tome algunos expedientes en mis manos, y comencé a leerlos, algunos ya habían hecho manifestación en mis puertas mucho antes de que siquiera llame por el altavoz, no era lo ideal, pero eso mostraba cierta determinación hacia el empleo de medio tiempo que este resultaba ser... Michael, Brian, David... No, no y NO. Ninguno llegaba a cumplir con mis expectativas, honestamente, no se por que siquiera seguía con la misma tradición... Hombres? Vamos! Los chicos de ahora solo piensan en follar, drogarse, y beber alcohol... En mis épocas también, pero, ahora es mas notorio...

Entreviste algunos de los que allí fuera se hallaban, completamente en vano, ya que ninguno había resultado ser eficiente... Ya un tanto podrido por la idea, mande a hacer entrar uno ultimo, un tal, Aleksi... Seria ruso o algo... Las puertas se abrieron, y yo aun seguía concentrado en mis papeles, esperando que este sujeto ingrese y se siente de una buena vez para acabar con esto.

Una voz cálida, dulce, pero un tanto nerviosa se oyó, y automáticamente levante la mirada hacia su fuente de origen, y si, era una chica. Extraño, interesante, iba a preguntar si el que dejo pasar a la dama era idiota o que, ya que no atendería dudas o problemas hasta terminadas las entrevistas, pero, el currículo en su mano me hizo comprender cual era la razón de su visita.

Una sonrisa curvo mis labios, y un brillo pícaro se hizo presente en mis ojos... Era la primera chica que, aun sabiendo que solamente se les pedía a los hombres una presencia, venia hacia mi despacho con la simple idea de que le daría el empleo. Bueno, por un momento pensé echarla de allí, pero, le daría una oportunidad de hablar, después de todo podría llevarme una sorpresa con ella, en vez de una misma probada de sopa vieja que resultaría ser otro joven enérgico y vació con su cuerpo rebosante de esteroides.

Me levante de mi silla y me acerque a ella con una sonrisa ganadora, de esas que, por lo menos conmigo, nunca fallaban, estrechando su mano con suavidad, mirando sus ojos. -Buenas tardes, señorita Jankovic verdad? Por favor siéntese...- Le dije, señalando una silla frente a mi escritorio, mientras lentamente volvía a mi lugar.
-Bueno, señorita Jankovic, dado que usted trae un currículo en sus manos, asumo que posee cierto interés por este trabajo... Dígame, con su propia visión del asunto, por que debería de concederle el puesto?- Le pregunte, de manera sutil, pero con un toque de dificultad, estaba pensando seriamente en ver como se desenvolvía en mis trabas.

Estaba nerviosa y sentía que tenia mas oportunidades de ser rechazada que aceptada en aquel puesto. Abrí la puerta lentamente y salude lo mas natural posibles pero era inevitable los nervios se notaban en mi voz aunque hacia lo posible en ocultarlos. De un momento a otro el director se levanto de su silla y personalmente se acerco a saludarme. Sentía que iba a morir bueno quizás es una exageración mía pero aquel hombre era tan imponente y seguro de si mismo que causa ese tipo de cosas en todo el alumnado.

Me ofreció el asiento frente a su escritorio para empezar la entrevista. Por supuesto fui rápidamente a sentarme y a esperar aquellas preguntas que no sabia si podría o no responder especialmente en referencia a la experiencia. Seguidamente el se sentó y me lanzo la primera pregunta. No quería parecer desesperada tampoco desinteresada. La verdad es que encontrar un punto medio en estos casos es muy complicado. Tome una bocanada de aire y le respondí - Bueno, considero que debería darme el empleo porque soy bastante pro-activa y eso puede beneficiarle mucho a usted ya que podría ayudarlo en todas las tareas que usted me delegara sin problema alguno. Tengo el mejor promedio de mi clase por ende una memoria privilegiada que a usted le puede servir mucho sin contar que podría llevar su agenda de maravillas ya que con anterioridad he llevado la agenda de mi padre quien es dueño de una empresa de informática. Y por supuesto soy diferente al resto de los postulantes por ser una chica. - termine diciéndole. Debo reconocer que el único momento en el que trabaje fue para mi padre pero yo no considero eso una experiencia demasiado importante aunque era lo único que me salio en ese momento no muy brillante. Sin dudas la respuesta fue pésima así que me esperaba el siga participando.

Oí atentamente cada una de sus palabras, cruzando mis dedos y observándola con suma atención, debo decir que si hubiera pateado a esta joven así como así, me hubiera perdido una posible gran candidata... Se notaban sus nervios a kilómetros, y su experiencia no era tan amplia, digo, empresa familiar, padre de jefe, eran cosas que simplemente generaban ciertas facilidades, permisiones o beneficios automáticos. Pero, no conocía a su padre, así que quizás le estaba dando alas a un demonio.

Tenia ganas de seguir jugando con ella y su mente un rato, por lo menos hasta hallar algo que llame mi atención como lo último que dijo, ser una chica, que le daba como beneficio el ser una chica por sobre un chico? Eso genero curiosidad en mi, así que continué con el interrogatorio.

-Bien bien, veo que eres una chica inteligente, bastante elocuente y con unos promedios mas que excelentes- Había a todo esto abierto su expediente para echar una ojeada un poco mas sobre ella. -Veo que quizás tu experiencia no es la mas alta, pero, por otro lado, diría que es mas de lo que he visto hasta ahora con el circo de primates que pasaron por aquí... Tienes aires maduros y de responsabilidad, los cuales suman puntos conmigo... Pero.- Clave mis ojos fieros y fríos sobre ella, jugando un poco con la intimidación que podría darle. -Dime por que el ser una chica te hace distinta a ellos? Que tienes tu para ofrecerme que ellos no?- Le pregunte firme, pero con una sonrisa un tanto despiadada, realmente eso producía cierto divertimento en mi.

Inconscientemente jugaba con mis manos mientras esperaba la respuesta del director. No solía ser muy temerosa frente a las personas en general pero esta era una situación diferente a la cual no estaba acostumbraba a tratar. Conseguir este empleo no era exactamente algo que se me había cruzado por la cabeza esta mañana pero el haber sido recomendada y por supuesto el desafió que implicaba conseguir el trabajo y mantenerlo al menos un mes era algo que me agradaba bastante ya que cuando tenia puesta una meta era bastante competitiva a pesar de que pensé brevemente en un huir antes de entrar. - Trato de dar lo mejor de mi en todas las clases. Mi meta es destacarme a nivel académico para conseguir en algún futuro cercano alguna beca que me proporcione estudios de post grado a los cuales solo contadas personas pueden tener acceso. Usted mas que nadie sabe que el gremio de la medicina es bastante competitivo- le respondí. Quizás sonaba algo enferma en ese tema pero me agradaba la idea de sobresalir para tener mayores oportunidades en el ámbito de la salud y es que había demasiada competencia y solo unos pocos podían ser los reconocidos y anhelaba entrar en ese grupo.

De un momento la mirada fiera del Director se poso en mi. Fue una sensación rara como que estaba buscando que me equivoque de alguna manera. Quizás era su forma de saber si en verdad deseaba tanto el empleo como los demás. - Bueno por el simple hecho de que ninguno de ellos ha durado en el cargo mas de una semana. Si ha tenido tantas malas experiencias con chicos y perdone la expresión. Pienso que podría probar concediéndome a mi el empleo. Dicen que detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer que lo organiza absolutamente todo.-termine diciendo y esperando que me crea aquel discurso algo improvisado pero con mucho sentimiento.

La mire fijo, ella en silencio y yo aun con esa mirada fría sobre ella que podía apostar que la ponía cada vez mas nerviosa. Asentí un poco con la cabeza y una sonrisa de lado curvo mis labios, como si fuera una sonrisa de satisfacción.

Baje mi cabeza hacia unos papeles, y tome un lapicero, tachando su nombre, y cerrando aquella lista donde ella era la última. Luego, levante mis ojos hacia ella, quien poco entendía, y mucho se preguntaba si realmente había servido su speech o no.

-Ha sido una excelente argumentación la tuya, Aleksi..- Le dije levantándome para acercarme a ella. -Puedo ver tu madurez y determinación en el asunto, mas tus ansías de progresar...- Aclare un poco mi garganta y me pare frente a ella. -Es por eso que he decidido darte una oportunidad, felicitaciones, tienes el puesto..- Una sonrisa finalmente apareció, ya daba igual si tenia que fingir dureza o no, seguro que ella estaría mas que complacida y feliz por la noticia.

-Ya, despreocúpate, tienes mi permiso para saltar de felicidad si así lo quieres- Bromee divertido, apoyándome en mi escritorio junto a ella.

¿Tenia el puesto?.¡Dios tenia el puesto!. No podía asimilar la noticia en ese momento. Realmente sentía que había ganado como un premio muy importante. Mi quede estática pero podía percibir que estaba haciendo aquella sonrisa tonta de forma inconsciente. Tras ese breve lapso de shock de unos cinco minutos pude recobrar la razón y poder hilar unas pocas palabras como una niña que esta empezando con sus primeras palabras.-El puesto es mio.¿Me esta concediendo el empleo a mi ?.- Mi corazón latía muy rápido y es que realmente no era algo que estaba esperando. Digo en realcion a probabilidades las mías eran casi nulas en cuanto a tener el puesto pero el me lo había concedido sin problema alguno. Me levante y en un acto fallido le di un abrazo. Mi felicidad era realmente enorme y fue lo único que pude hacer. Seguidamente me di cuenta de lo que había hecho y pensé que perdería el empleo antes de poder ejercerlo unos segundos. Me puse colorada y me separe de el diciendo.- Lo siento. Es la emoción- tome una bocanada de aire y comencé a tener mas confianza- Realmente prometo no defraudarlo nunca. Es mas llegare temprano siempre y saldré tarde si la situación lo amerita. Enserio voy a ser la mejor lo prometo.


off: Lo siento, Lo siento te juro que pensé que no me respondiste aun por eso no te conteste al toque.Dios aveces nose donde tengo la cabeza enserio lo siento.

No sabia si reír o conservar mi dura expresión aun por tanta emoción que parecía de forma abrupta y animosa salir de sus poros, sus ojos y su boca. En lo que creí que daría mi respuesta afirmando su incorporación al puesto de secretaria personal, ella se levanto y me abrazo, lo cual en cierta forma desconcertó mi cuerpo, pero levemente le di un apacible abrazo como para que no se sienta completamente fuera de lugar.

Deje que se separe, termine de oxigenarse y celebrar para hablar. -El puesto es tuyo. Descuida, no soy muy exigente, son solo tareas simples, nada que te perjudique ni a ti, ni a tu desempeño en la institución.- Le dije con una sonrisa de lado, feliz por aquella emoción que parecía emanar tan alegremente. Creo que elegí bien a esta chica, y por una agradable jugada del destino ella se apareció.

Camine un poco por el despacho y tome de una barra en una pared dos vasos, luego voltee y la mire. -Quieres beber algo? Jugo, Coca, Agua, algo? Solo dime, yo invito la primera ronda..- Bromee con lo último, algo para refrescar nuestras gargantas no estaría mal.