♥ Just one night -Will-[+18]

Era uno de las últimas noches que iba a tener que pasar en ese sofá, ya empezaba a odiarlo, siempre con un dolor de espalda, no era para nada cómodo, llevaba cerca de una hora para encontrar esa privilegiada posición que me era cómoda y así poder dormir. Sabía que Mía se había llevado a Juliet a la cama temprano para que no estuviera cansada para el otro día. No se en que momento mis ojos se cerraron llevándome al mundo de los sueños donde todo puede suceder. Unos sonidos interrumpen mi sueño, me muevo un poco abriendo los ojos solo un poco, quien estaba golpeando a estas horas. Perezosamente me destapo para estirar mis extremidades, cuando vuelvo a escuchar los golpes y unas palabras, restriego el dorso de mi mano con mi ojo lanzando un bostezo, con toda la calma del mundo me arreglo la camisa que tenia algunos botones desabrochados (aun que yo solo durmiera con bóxer Mía me había obligado a ocupar algo arriba) agarro el pantalón de buzo que descansaba cerca mio para ponerlo e ir a la puerta esperando que la persona tras ella no se aya marchado por la demora.

La sorpresa fue ver a Alex al frente mio, no la había visto desde ese día en starbucks, también porque no tenía tiempo, las clases y los entrenamientos de baloncestos me tenían casi todos los días ocupados - A...Alex - dije roncamente por el sueño o eso quería creer por que ver como estaba vestida me provocaban ya sensaciones, entrecierro la puerta rápido para que Mía no despierte, quedándome en el pasillo con mi chica - que haces aquí? pregunte con una mano en el pomo de la puerta y la otra la lleve instintivamente a su mejilla acariciándola.

Debía verme gracioso o eso pienso ya que mi aspecto no era muy arreglado, mi pelo desordenado por las vueltas que daba al dormir, mi camisa desordenada con los primeros botones sin abrochar, mis ojos que seguramente demostraban pereza. Todo lo contrario a ella que se veía bien con lo que llevaba, poco, pero hermosa igual. Solo afirme a su pregunta sintiendo el tacto de su manos sobre la mía, me despertó a mitad de un sueño que ya ni recordaba de que se trataba, su pregunta solo confirmo mis sospechas de que parecía un zombie, pero no me molestaba en absoluto ser despertado por ella, es más, me alegraba que me viniera a buscar sin saber aun la razón por la que estaba parada al frente de la puerta. De seguro, por la forma en que estaba vestida no había conciliado sueño.

Observe como se acercaba a mi cuerpo a paso lento para darme un corto beso provocando varias sensaciones en mi, una de ellas era ganas de más querer probar más esos labios porque ni tiempo a reaccionar me dio, también mágicamente el sueño se paso y alguna sensación rara en el estomago, creo que era felicidad - No - digo en un quejido casi como una suplica, ya me había despertado y con esta visita seguro que ya no podría dormir - Quédate conmigo, por favor - hice un puchero pidiendo con una voz de niño. Aun que... no podía invitarla adentro, ya que Mia estaba en la habitación junto a la pequeña, afuera tampoco era un buena idea, hace calor pero no quería que se enfermara. Se me ocurrió una idea, tantee el bolsillo de mi pantalón encontrando la llave que siempre llevaba de mi departamento. Hago una seña para que me espere solo para abrir la puerta nuevamente echando una rápida mirada para saber que todo estaba en orden antes de cerrar la puerta a mis espaldas - Ven - tome su mano para guiarla por los oscuros pasillos - Todavía tienes la manía de pensar que alguien te sigue? - pregunte divertido doblando en una esquina para subir una escalera.

No nos demoramos en llegar a mi departamento, introduje la llave en la cerradura que con un leve movimiento se abrió dando paso a la sala principal - Erik - pronuncie el nombre de mi amigo sin recibir respuesta alguna, al parecer estábamos solos. Me gire hacia Alex todavía con nuestras manos entrelazadas invitándola a pasar.

Solté una pequeña risa, ella podía tener ese pequeño temor a los pasillos oscuros, en ocasiones lo encontraba absurdo, ese miedo era muy salido de película de terror. Pero quien era yo para burlarme de los miedos ajenos cuando yo tenía una fobia a las inyecciones. Irónico ¿no? un chico diabetico como yo inyectarse era algo muy común, pero nada ni nadie me quita el miedo a hacerlo. Por esa razón nunca me reía cruelmente de los miedos, aun que fuera el más tonto que haya escuchado en mi vida.

Había hablado con Nick una vez que nos cruzamos en los pasillos y me dijo que estaba durmiendo en el departamento de Mel, por lo que ya sabía de ante mano que él no se encontraba, con Erik, era un cuento diferente cuando nos juntábamos se me olvido preguntar donde dormía, por eso que al entrar fue el único nombre que pronuncie, ya que en nuestro apartamento no existe cuarto integrante. Debía ser uno de los pocos departamentos que se encontraba desocupado. Solos, esa fue la palabra que se vino rápido a mi mente, nos encontrábamos solos, ella y yo, mi mente que muy pocas veces pensaban cosas buenas se hizo notar, podía ocurrir muchas cosas, sin darme cuenta una sonrisa traviesa se dibujo en mi rostro.

Cerré la puerta sintiendo sus manos posarse en mi cuello, deje la llave en una mesa que se encontraba a mi lado - Es un secuestro, pero no pienso pedir recompensa - reí un poco abrasando su cuerpo para estar más cerca. Apoye mi espalda en la puerta mirando sus ojos, me moje los labios mientras negaba a su pregunta, cuando la vi parada al frente en el pasillo toda gota de cansancio se esfumo por arte de magia. No creo necesario devolver la pregunta ya que si ella me fue a ver era deducible que no estaba cansada o no concilio el sueño. Le dí un pequeño beso, solo fue de un segundo - Que quieres hacer ahora? - pregunte inocentemente como si mi mente no pensara revivir momentos pasados.

Ella no sabía que hacer o no me quiere decir por que sus besos en mi cuello me hacen pensar que ella tenía alguna idea de que hacer esta noche hasta llegaría a apostar que esta pensando las mismas cosas que yo. Sus besos me provocan pequeñas corrientes eléctricas con algunas pequeñas cosquillas, liberaba algunas diminutas carcajadas, su lengua hizo un camino desde mi cuello hasta mis labios, cerré los ojos disfrutando ese acto, mi respiración comenzó a ser entre cortada mientras con mis brazos la acerco más a mi cuerpo, no quería dejarla ir, disfrutaba de esto, pero a ella se le ocurrió separarse diciendo que ver la televisión era una buena idea. Suspire pasando mi mano por mi cuello donde antes su lengua estuvo, reí un poco viendo como ella se acostaba en mi cama.

Ella ella estaba jugando con fuego, esperaba que no le importara quemarse. Me separe de la puerta sin decir nada, con pasos lentos y firmes aprovechando de observarla, se veía tan inocente mordiendo su labio y quitando su cabello de su cara. Me mordí un poco mi labio inferior haciendo una media sonrisa. Llegue hasta la cama me subí a ella pasando mis piernas por su lado, encerrándola entre mis rodillas, mis codos se apoyaron en el colchón a cada lado de su cara sin apoyar mi peso sobre ella, todo lo hacía con movimientos lentos, teníamos toda la noche y yo iba a disfrutar - Creo que tengo una mejor idea que ver una película - susurre cerca de sus labios atrapando uno por unos segundos para volverlo un beso profundo pero pausado. Una de mis manos viajo por todo su cuerpo hasta llegar al final de su playera, subo la prenda un poco para dejarme a descubierto su vientre que no dudo dos veces en acariciarlo.

Sus labios era una adicción debía tener un poder, tienen ese ''no se que'' que cuando ya lo pruebas una vez sientes esa maldita necesidad de seguir probar ese delicioso sabor, en ocasiones lo llegaba a comparar con el chocolate, mi placer culpable, no debía comerlo porque me hace mal, al igual que ella, tanta adicción no debe ser buena. Mis acaricias en su vientre no cesaban porque la sentía estremecerse bajo de mi, me encanta producir esas cosas en ella. Seguía con los ojos cerrados cuando ella hablo intentando controlar mi respiración, pero al abrirlo yo ya me encontraba abajo de ella soportando su peso en mi abdomen, el cual no molestaba absoluto porque siempre eh dicho que Alex es una pluma.
Mi corazón comenzó a bombear más rápido, tenía miedo que se escuchara porque late de una forma que sigo pensando que me dará un taquicardia. Reí ante su frase, seguía con la idea de ver televisión, negué, no tengo pensado en ver una película cuando estamos solos.- Estoy pensando seriamente que te encanta estar arriba - bromee sintiendo como mordía mi labio, ya que en mi mente revivió el momento en la alberca cuando ella quiso que yo me quedara adentro del agua solo para sentirse más alta - Entonces amo ser el rehén - sus manos viajaban por mi pecho, ahora siendo yo el que sintiera pequeñas corrientes eléctricas por mi cuerpo y cosquilleo en mi parte baja del estomago. Me inclino un poco apoyándome en mis codos mis labios se fueron a su cuello dando pequeños besos.

Sus manos se encargaron de desabotonar los únicos botones que estaban atado en mi camisa mostrando mi cuerpo, mis manos posaron en el final de su playera como antes, levantando lentamente la prenda dejándola hasta el comienzo de su busto dando la visibilidad de su plano abdomen. Su frente se unio a la mía, ya estaba respirando agitado por culpa de mi corazón que no paraba de latir rápido, mi mano acaricio su mejilla con ternura, cerrando los ojos disfrutando de su cercanía que a la vez me mataba, quería que me besara y hacerla mía de una vez - Yo tampoco lo pienso- al hablar hice que nuestros labios se rosaran produciendo pequeñas descargas eléctricas por mi cuerpo. Solo de imaginar por lo que íbamos a hacer esta noche sentí una punzada en mi entrepierna.
La otra mano que sigue en su cintura acariciando la acerco más a mi cuerpo - Me provocas la misma sensación, linda- un suspiro salio de mis labios al sentir el beso en mi cuello. Sus labios eran una maldita tentación y ella lo sabía, me provocaba -Dime que no es un sueño- Susurre subiendo por completo su playera para quitársela, atrape sus labios con los mios formando un beso, no como el anterior que era más calmado este un poco más pasional intentando decir todo lo planeado y pensado de lo que quería hacer esta noche con ella,

Al terminar de sacar su playera la lance lejos, fuera de la cama, sin importar donde cayera la prenda, mis manos acarician su espalda con mucha delicadeza intentando de recordar todo de ella volviendo a mi memoria cuando Alex era mía. Jadee entre el beso cuando sentí sus manos en el inicio de mi pantalón, antes que ella bajara mis manos alcanzaron su brasier donde lo desabrocho con un poco de apuro. Cuando se alejo de mis labios volví hasta un cierto punto a la realidad, estaba excitado, mucho en realidad para no haber echo nada más que besarnos, ya sentía mi miembro que pedía salir y ser liberado, ella me empujo un poco para recostarme en la cama, lo hice pero no deje de verla como hacía su trabajo para quitarme los pantalones, suelto todo el aire que llevaba en un suspiro al sentir los besos en mi cuello.

Creo que ya es hora de cambiar de posición, la agarro de la cintura para darnos vuelta e intercambiar lugares, mi boca va ahora a su cuello dejando pequeños besos y mordidas mientras me quito mi camisa haciendo lo mismo que con su playera. Una de mis manos va a su pecho como si imán se tratase, con la otra la tomo de la cintura para acomodarnos en la cama, dejando su cabeza en la almohada, aprovecho presionar mi miembro sobre su intimidad para que lo sienta.

¿Hace cuanto que no estoy con ella? ¿hace cuanto que no la siento? ¿hace cuanto que no la hago mía? Puede ser que desde que terminamos haya estado con muchas mujeres que me hicieron disfrutar, pero todo era diferente si se trataba de Alex, desde un comienzo es diferente y ocupando la palabra en el buen significado. Me provoca sensaciones nuevas que me encantan, me vuelve loco, mi mano seguía jugando con su pecho, mis labios siguen con el trabajo de besar su cuello, se que esa zona era su punto débil.
Su mano agarro mi mentón dirigiendo a sus labios, me quede atontado por unos segundos, sus mordidas y la pasión que se llevaba en ese beso simplemente eran magníficos, con una fuerza sobre humana me separe de sus labios dando cortos besos haciendo un camino hasta el el valle de sus pechos. Mis manos no se demoraron en desabrochar su short, lo baje con mis manos hasta donde más pude para terminar de quitarlos con mis pies, volví a bajar con mis labios rosando su piel hasta atrapar uno de sus pezones con mis dientes, jugué con mi lengua disfrutando de su sabor. Intentando de concentrar ya que su mano cerca de mi bóxer de vez en cuando me hace soltar leves jadeos. Una traviesa mano llega hasta su sexo por arriba de sus bragas comenzando a masajearlo.-Me encantas- susurre antes de cambiarme de pezón para dar el mismo tratamiento.

Sus jadeos me vuelven loco, con ganas de seguir provocando esos efectos en ella. Sigo dándole cariño a los pezones endurecidos de Alexandra con la ayuda de mi mano y boca, tenerla así, solo para mi me traen esos recuerdos cuando la hacía mía, nuestra primera vez juntos, dándonos amor. Mi mano que se encontraba en su intimidad cambia de posición acariciando su muslo lentamente. Las imágenes antiguas de nosotros dos vuelven a asaltar a mi mente, como siempre que pasaba que estoy con ella, de una forma reprochándome el echo de que la engañe, pero no me importa esta vez, la haría mi olvidando esas imágenes de nosotros dos, creando nuevas imágenes pero del ahora.

Gimo al sentir su mano acariciando mi miembro volviendo a este más duro de lo que estaba, tengo que separar mis labios sobre su pecho para calmar mi respiración y pequeños jadeos que salen al sentir su mano. La mano que se encontraba en su muslo sube hasta su cadera para jugar con el comienzo de su última prenda, me muerdo el labio inferior mirando sus ojos, la otra mano que estaba ocupada en su pecho la subo lentamente acariciando su cuerpo hasta llegar a su mejilla, acerco mi boca a la suya para robarle un beso pasional - Que tienes en mente- susurro sobre sus labios antes de dar un pequeño mordisco en su clavícula.

Una sonrisa estaba estampada en mi rostro cuando me dio vuelta, estoy excitado y mucho solo por saber que estaba en la mente de la chica y que no me dijera que haría me volvía más loco. Al verla bajar lentamente por mi cuerpo provoco varios efectos en mi, uno de ellos era que el corazón amenazaba con salir de mi pecho, mi respiración se vuelve cada vez más agitada, mi miembro pedía a gritos ser sacado del encierro, lo cual Alexa se encargo de cumplir su demanda liberándome de los bóxer, por ende, de mi última prenda que tenía,

Mi mente ya no pensaba, se deja llevar, ya no era consiente de muchas cosas, si se quemaba el recinto de seguro no me doy cuenta porque yo estoy ardiendo en estos momentos. Solté un audible gemido al sentir su mano sobre mi cuerpo, muerdo mi labio inferior mirando a Alex como se mojaba sus labios antes de pasar su lengua en la punta de mi miembro erecto. Nombre su nombre mezclado de un gemido, ahora ya se lo que tiene en mente y me encantaba, tire la cabeza hacia atrás disfrutando.

Su boca se apodero de mi miembro, cerré los ojos fuerte tirando mi cabeza hacía atrás, era una sensación genial, excelente. Se que Alexa no tiene experiencia en esto, o eso es lo que todavía recuerdo, porque nunca en nuestros encuentros pasados esto ocurrió, tal vez una vez, ya no lo recuerdo bien, mis pensamientos están nublosos gracias a la excitación que sufro por culpa de la rubia. Pero esto era nuevo con ella y me encantaba, parece que ya tiene experiencia en este tema. Sus movimientos empezaron a hacerse más rápidos al igual que mi respiración, algunos que otros gemidos con jadeos se escapan de mis labios, volví a mirar como Alex se encontraba abajo, jugando con un pedazo de mi cuerpo. Su voz me saco de mi ensueño, solo gemí en afirmación, solo esperaba que siguiera en lo suyo, pero no. Sentí su peso a mi lado dejando completamente desconcertado, gruñí ante su idea, estaba jugando, la conozco y eso me vuelve loco - No! Alex, No! - seguí quejándome con mi respiración entre cortada, queriendo soltar mil palabrotas por dejarme ahí, con una calentura que no serviría solo mi mano para pasarse - Alexa... por favor - la mire mientras le daba un corto pequeño, tomando su cuerpo para ponerlo encima del mio, específicamente arriba de mi abdomen, mientras la acaricias no se hicieron esperar.