Cuándo el león ruge { Daniel E. Rousseau }

Me encontraba tan frustrada ya, mi mente divagaba por todas partes, menos donde en realidad debía estar, en la clase de"Derecho internacional". Me encontraba algo somnolienta, la noche anterior no había dormido casi nada por culpa de mis vecinos ruidosos que al parecer se quedaron hasta tarde haciendo "negocios", si claro.. negocios. Había tomado mi jugo matutino, no podía vivir sin él, sin embargo, eso no me ayudaba a despertar, para nada. Tanto cavilé que empecé a idear formas de que los ojos no siguieran cerrándose.. finalmente caí rendida en un profundo sueño pese a mis esfuerzos, al estar en la última fila pensé que nadie se daría cuenta de ello. Sin embargo, claro, con mi mala suerte mi profesor lo notó, y con él toda la clase. Tomó un libro y avanzó hacia mi, que ya dormía plácidamente, aquel hombre golpeó el libro con fuerza. Desperté abruptamente, enojada por la forma en que me había despertado, algunos rieron, otros me miraron ceñudos, pero la verdad es que eso había dejado de importarme, me había perdido la clase y a parte de ello, seguía somnolienta. Sin que nadie dijese una sola palabra, me puse de pie, tomé mis cosas y salí de la sala un tanto enojada al haberse visto interrumpida.

Comencé a recorrer el campus de la universidad en busca de algo en que ocuparme, sin embargo, mi estomago rugió. Me llevé las manos al abdomen casi involuntariamente y me decidí por ir a la cafetería. Entré con total calma observando en todas direcciones para buscar una mesa distante, quien sabe si ahí podría dormir un poco, pedí un café bien cargado y unas patatas fritas para pasar el hambre. Me dirigía a la mesa que había seleccionado, mientras paseaba la vista por la estancia en busca de algún conocido, no vi a nadie; nadie estaba despierto a esta hora, solo yo por mi maldita clase...

Me habia despertado muy temprano, no sabía por que pero casi mis sabanas me habían tirado de la cama, me moví el cabello un poco bastante apesadumbrado por el hecho de que una vez despierto no me podía volver a dormir, tomé mi chamarra de mezclilla y me la puse sobre mis hombros, no traía playera asi que me abroché los botones dejando unos desabrochados, sin querer arreglarme me puse una banda en la cabeza para que no se me cayera en los ojos y los mismos se me cerraran instintivamente, suspiré pasándome la mano por la mejilla y me rasqué la misma pues tenía un poco de barba de unos días que no me había rasurado.

asi estaba yo xD:

Tomé mi guitarra y bajé hacia la cafetería, me senté casi al fondo de la misma y comencé a afinar mi guitarra para tocar algo, tomé una bandeja mientras hacia lo mio y puse un poco de fruta con yogurt, estaba solo asi que no me molestaría algo de compañía con mi guitarra, mi voz y yo, sonreí de lado y comencé a tocar un poco mientras me metía un pedazo de melón a la boca, me arreglé la garganta y sonreí comenzando a tocar unas notas.

Mastiqué todo tan lentamente como lo permitía mi sentido común, si masticaba más de la cuenta las papas serían papilla y me daría demasiado asco continuar con el "desayuno", a decir verdad, no comía lo que comía -patatas fritas- por hambre, lo hacía para matar el tiempo que me quedaba libre, era eso o ir a pasar el rato en una casa que estaba totalmente sola, aunque bien pude haber ido a dormir, prefería engordar unos cuantos gramos con "comida chatarra", claro que eso lo quemaría luego con una buena sesión de ejercicios, o con alguna otra actividad física ¿por qué no?, me sonrei por la línea de mis pensamientos mientras jugueteaba con las patatas restantes; sé que hubiera muerto de "soledad" si aquel chico ,el cuál conocía de vista y sabía que se llamaba Daniel, no hubiera hecho su aparición estrella, como siempre cargado con su guitarra para repartir música por cada esquina me habría quedado dormida encima de aquel plato lleno de patatas fritas.

-Hola...¿Daniel?- le sonreí mientras me sentaba a su lado -¿Has salido tarde de tu habitación?- le miré de arriba a abajo esta vez sin disimulo, reí por lo bajo y metí otra patata en mi boca, tragué algo rápido y volví a dirigirme a el -No prestaste mucha atención al vestirte ¿no?- dije con una sonrisa mientras me encogía de hombros.