Conociéndonos {Hellie}

Era por la mañana, hacía un sol increíble pero ese día quería quedarme en mi cuarto y terminar de colocar mi ropa. Encendí mi portátil y puse música. Mientras sacaba la ropa que quedaba mi maleta escuchaba algo de música animada que no podía evitar tararear. Comencé a bailar mientras guardaba mis vestidos en el armario. Eso era algo que no podía evitar, en cuanto escuchaba música con algo de ritmo me ponía a bailar y si me la sabía la tarareaba. Esa manía era algo que tenía que evitar en casa, ya que mis padres detestaban ese tipo de música y no me dejaba escucharla. Pero ahora era una universitaria libre y feliz que podía hacer lo que quisiera aunque fuesen cosas pequeñas como esa me alegraba saber que podía hacerlas.

Saqué una camiseta negra, muy ancha que usaba para hacer ejercicio. Sonreí de lado. Busqué unas tijeras, la corté un poco para que fuese de hombro caído y la hice más corta, a la altura del ombligo. No pude evitar sonreír, estaba satisfecha con el resultado - No ha quedado mal - dije contenta. Aún tenía que coser los bordes pero aún así me había gustado el resultado.

La luz del sol impactó sobre los ojos de Hell como lo haría un jarro de agua fría sobre el resto del mundo. Gruñó un poco y dio un par de vueltas en la cama, intentando volver a coger una posición cómoda y poderse volver a dormir, pero una música empezó a sonar por toda la habitación. Adiós a sus ganas de dormir. Tiró las sábanas hacia atrás, haciendo que casi salieran despedidas y se sentó sobre la cama, con las piernas cruzadas a lo indio mientras miraba cómo su compañera de cuarto, o eso suponía, recortaba una camiseta que llevaba - Estás hecha toda una artista - comentó mientras se estiraba sobre la cama y posteriormente se levantaba aún remoloneando un poco y arrastrando los pies hasta llegar a donde estaba la rubia y sentarse a su lado para coger la camiseta y mirarla desde todos los ángulos posibles - Seguro que si yo intento hacer esto acabo con unas bonitas mangas de chaleco - dijo soltando un suspiro y mirando a los ojos a su compañera. Inclinó la cabeza ligeramente, tenía algo, no sabía muy bien qué, que le hacía pensar que ambas se parecían. Alargó la mano y cogió un mechón de su pelo, después se acercó un poco más y le soltó el pelo - Soy Hell - se presentó mientras seguía mirando a la chica - Soy tu compañera de habitación, o casa, según se mire y... creo que somos parientes - finalizó ella con una broma. La verdad, lo había pensado, pero de ser así se conocerían, o no, después de todo ella había pasado la mayor parte de su vida fuera de Estados Unidos.

Estaba mirando fijamente la camiseta cuando una voz me sorprendió. Miré a la chica que estaba en la cama de al lado. No había pensado en ella - Perdón, no me he dado cuenta de que la música podía despertarte - me disculpé. Estaba tan feliz con mi libertad que no me había parado a pensar en que no vivía sola.
Miré como se sentaba a mi lado, no pude evitar sonreír por lo que decía, sin duda parecía una chica divertida - No es tan difícil - dije mientras observaba mi camiseta. Lo cierto era que yo estaba muy acostumbrada a hacer pequeños arreglos a las camisetas, sobre todo a las que usaba para hacer ejercicio, compraba una camiseta enorme y después la recortaba un poco para que fuese más cómoda.

Me sorprendí un poco cuando cogió un mechón de mi pelo, le sonreí cuando se presentó - Soy June, pero me puedes llamar JJ o Jen, como prefieras - me presenté. Le sonreí con amplitud, me alegraba de hablar por fin con mi compañera de cuarto. Reí ante su broma - Pues ahora que lo dices puede ser, quién sabe a lo mejor somos mellizas a las que separaron al nacer - dije de broma. Lo cierto era que sí que nos parecíamos bastante, había algo en nuestros rasgos que nos hacía parecidas - ¿Y qué estudias? - le pregunté con algo de curiosidad. Quería saber, aunque fuese solo un poco, algo sobre la vida de mi compañera de cuarto.

Hell se encogió de hombros. Lo hecho, hecho estaba. Ninguna de las dos se iba a poner a llorar porque se hubiera despertado, aunque estaba claro que le habría gustado dormir unos minutos más. Pero no podía hacer nada ya. Una vez se desvelaba para Hellie era imposible volverse a dormir - No importa, de no haberme despertado posiblemente me habría quedado durmiendo hasta que me muriera de hambre o algo así - dijo con total naturalidad. Ciertamente Hell solía quedarse hasta tarde en la cama, le gustaba remolonear y aprovechar el máximo tiempo posible descansando, pues cuando se levantaba la chica era bastante inquieta - Tú haces que parezca fácil, si yo lo hiciera te aseguro que temerías por tu vida - técnicamente era cierto, Hell con unas tijeras era algo parecido a una niña de diez años, correteando por allí, cortando todo lo que sus ojos viesen y amenazando a cualquiera con cortarse el pelo.

Hellie sonrió de medio lado. Así que JJ, le gustaba el nombre. A ella siempre le habría gustado tener dos nombres con los cuales hacer algo así, pero Acheá no era un nombre que quedase demasiado bien y apreciaba demasiado su nombre, mejor dicho, su diminutivo, como para dejarlo marchar tan fácilmente - Me gusta JJ, así que por mi parte te quedarás así o doblejota. Quien sabe, dame tiempo y verás hasta donde puede llegar mi repertorio de nombres - bromeó Hell soltando una risilla para después volverse hacia su maleta, aún sin deshacer, para buscar algo de ropa. Se giró un momento con una mano en la maleta y la otra sobre el suelo, en una posición posiblemente algo rara y alzó una ceja - ¿Mellizas separadas al nacer? Suena bien, incluso podríamos montarnos nuestro drama particular al descubrir que el hombre que me crió no era mi verdadero padre y que soy la hija del amante de hace tiempo de mi madre - continuó con la tontería que acaban de iniciar. La verdad es que si lo ponían en práctica, posiblemente confundirían a más de una persona, hasta ella se había confundido. Después volvió a centrarse en su maleta, moviendo la ropa de un lado a otro, desordenándola aún más de lo que estaba en un principio - ¿Que qué estudio? Pues informática, primer año. Así que si se te estropea ese bonito ordenador que tienes ahí ya sabes a quien acudir - dijo girándose de nuevo y mirando al ordenador con ojos golosos. A Hell siempre le había gustado desmontar los ordenadores, en realidad le gustaba desmontar todo - ¿Y tú? Porque, francamente, no nos veo estudiando lo mismo - preguntó con cierta curiosidad. Si quería conocer a su compañera lo primero era saber qué le gustaba, así que decidió hacer una segunda pregunta - ¿Qué es la música que estás escuchando? Me suena, pero no lo termino de ubicar - cerró la maleta dejando caer la tapa y con unos pantalones y una camiseta de la mano. Miró la camiseta unos momentos y después volvió a mirar a JJ. Sonrió de medio lado - ¿Harías un apaño con esta? - dejó que la camiseta se desdoblara, quedando colgando de su mano, moviéndose de un lado a otro.

Sonreí por lo que decía de dormir, en ese éramos diferentes. Yo no era de dormir mucho, siempre me levantaba pronto para aprovechar al máximo las horas que tenía el día. Reí por lo que decía de la camiseta - Yo puedo ser muy peligrosa con unas tijeras - comenté mientras jugaba con las mismas. Eso era cierto una vez me ponía a cortar no podía parar, comenzaba a recortar mis camisetas o a hacer algún tipo de cartel, y cuando era niña siempre amenazaba a mi hermano con cortar su querido pelo. No pude evitar sonreír ante ese recuerdo.

Me hice una coleta alta mientras escuchaba hablar a Hell, sonríe divertida por lo que decía de mi nombre - Pues con mi segundo nombre puedes ponerme muchos nombres diferentes - dije medio riendo. Y eso era cierto, Jennabel era un nombre que daba mucho juego y por eso me gustaba tanto, casi más que el primero.
Sonreí divertida al ver su extraña postura, mi compañera de cuarto parecía una chica muy divertida y eso me alegraba. Reí por lo que decía - Eh pues podríamos rayar a más de una persona con eso - dije aún riendo. Ya se me estaban pasando un par de ideas con eso y me parecían muy divertidas.
Me centré un momento en mi ropa y la miré al oír que estudiaba informática - Perfecto porque no se me da demasiado bien todo eso de los ordenadores - comenté. Siempre me había molestado un poco mi falta de habilidad con los ordenadores, sabía usarlos pero no era demasiado buena - Yo estudio derecho, así que si algún día tienes problemas legales ya sabes a quien acudir - dije riendo.

Le sonreí cuando me preguntó por la música - Pues es un poco de todo, me apetecía escuchar música animada así que la música que he puesto tiene canciones de Madonna, Katy Perry, Cristina Aguilera, algunas canciones viejas de Britney Spears y la que está sonando ahora es Single Ladies de Beyoncé - respondí sonriendo - Aunque también me gusta otro tipo de música - añadí - ¿Tú qué música escuchas? - le pregunté con curiosidad. A mí siempre me habían interesado los gustos musicales de las personas y quería saber qué escuchaba mi compañera de cuarto.
Sonrió cuando le enseñó la camiseta - ¿Qué quieres? ¿Hombro caído, enseñar algo de tripa, algunas rajas por los laterales? - le pregunté mientras observaba la camiseta fijamente. Se me pasaron varias ideas de que hacer con la camiseta pero primero quería saber qué le gustaba a ella.

La rubia, que ya habia dejado sus pantalones encima de la cama y seguia sujetando la camiseta, miró a JJ con una ceja alzada. Le resultaba cómico descubrir, de forma indirecta, que no era la única persona que disfrutaba torturando a toda clase de cosas con las tijeras - ¿Sabes una cosa? Me estás empezando a caer bien. No todo el mundo acepta ser peligroso con unas tijeras - dijo moviendo la camiseta de arriba abajo y caminando de nuevo hacia donde estaba su compañera para sentarse en el suelo con las piernas estiradas, tirarle la camiseta para que la cogiera y apoyar las palmas de las manos justo detrás de ella.

Chascó la lengua cuando JJ le comentó lo de su segundo nombre - ¿Y si me lo cuentas tendrás que matarme? - inquirrió Hell intentando aguantar la risa mientras se dejaba caer un poco más y apoyaba los codos sobre el suelo. Como siguiera descendiendo acabaría dormida y rodando hacia la alfombra, como solía hacer cuando era pequeña y comúnmente denominado "hacer la croqueta". En ese momento Hell sintió uno de esos arránques esporádicos que le daban y se puso a rodar por el suelo, llevándose tras ella un par de zapatos. Aunque paró casi al instante y se sentó nuevamente en el suelo, esta vez a lo indio - ¿Crees que si ponemos en práctica eso alguien se lo creerá? Porque, francamente podría ser divertido para nosotras. Aunque también algo un poco infantil - dijo llevándose una mano a la barbilla y sopesando las opciones que tenían - Además, yo estoy usando el apellido de mi madre. Por lo que nos puede ser más fácil inventar una historia - Hell había decidido comentar lo de su apellido con JJ, aunque desde el primer día se había dicho que no se lo comentaría a nadie. No quería responder a preguntas de las que ni tan siquiera ella estaba segura de su respuesta.

Hell sonrió. Ahora podría hacer el mal y tener cierto apoyo legal. La verdad es que se le empezaban a pasar ciertas cosas por la cabeza con las cuales meter a su compañera de cuarto de por medio. A pesar de ello decidió guardarse el comentario mientras miraba por la ventana el día soleado que hacía. Y asentía de vez en cuando cuando JJ decía el nombre de un artista que le sonaba. Hell no era muy típica para la música, y aunque había escuchado canciones de los cantantes que decía ninguno de ellos aparecía en su reproductor de música - Pues yo suelo escuchar un poco de todo, aunque quizá sea rock lo que más escucho. Linkin Park, ACDC... por ahí van los tiros - explicó mientras se levantaba del suelo y rebuscaba debajo de su almohada hasta que encontró el pincho y lo conectó al ordenador de JJ mientras ponía una canción que no tenía nada que ver con lo que había dicho - Jack Sparrow de The Lonely Island - dijo mientras la música empezaba a sonar.

- Haz lo que quieras con la camiseta. Por ahora me fio de ti - dijo guiñando un ojo a la rubia y caminando hacia la ventana, en donde se sentó dando la espalda a las vistas y moviendo los pies tranquilamemte.

No pude evitar sonreír cuando dijo que comenzaba a caerle bien por mi comentario sobre las tijeras - En serio, me encantas, poca gente me hubiese dicho eso - dije divertida. Esa chica parecía diferente al resto y eso me encantaba, siempre había valorado mucho la gente que no seguía a los demás y que decía y hacía lo que quería. Y me alegraba pensar que era muy posible que mi compañera de cuarto fuera ese tipo de persona. Cogí la camiseta, pasé mis dedos por la tela para asegurarme de que si la cortaba no se iba a romper demasiado.

-No, en realidad me encanta mi segundo nombre, que es Jennabel, pero es un nombre que puede darte muchas ideas de diminutivos - dije riendo. Mi primer novio siempre me llamaba Bel, también había gente que me llamaba Jen. Me encantaba eso de tener tantos nombres diferentes por eso adoraba ese nombre. Reí divertida cuando Hell comenzó a rodar - Creo que contigo no me voy a aburrir - le dije mientras la miraba.
Sonreí cuando comentó lo de las mellizas - Si va a ser divertido a mí no me importa que sea infantil - dije sonriendo con amplitud - A veces es bueno actuar como una niña - comenté. Y es que yo podía ser muy responsable y madura pero había ocasiones en las que adoraba comportarme como una niña, divertirme y no pensar en nada más, pero eso sí, sin olvidar el plan que tenía en mi cabeza. No dije nada sobre lo del apellido de su madre, me imaginé que era un tema delicado - Va, tenemos que hacerlo - dije animada, mientras me levantaba de la cama de un bote.

Asentí cuando dijo que le gustaba el rock - A mí me encanta Linkin Park - dije animada. Ese era uno de mis grupos favoritos sin duda y es que aunque solía escuchar música pop también adoraba el rock y Linkin Park era uno de mis grupos favoritos desde siempre. No pude evitar sonreír al oír la música que había puesto. Al parecer no me había equivocado demasiado al pensar que era una chica diferente. La cogí de las manos y comencé a bailar, tal vez no pegaba demasiado con esa canción pero me apetecía hacerlo.

Sonreí cuando me dijo lo de la camiseta - Muy bien pero si no te gusta no me hago responsable - dije mientras la observaba. Luego miré la camiseta. La corté un poco por abajo, de forma que quedase más larga de un lado, quedando el lado más corto a la altura de la cintura - ¿Te gusta? - le pregunté mientras extendía la camiseta ante ella. No quería pasarme cortando y a mí me había gustado el resultado. Moví la camiseta ante sus ojos mientras le sonreía, esperando su respuesta.

Hell, desde su posición en la ventana, lanzó un beso a JJ - Poca gente acepta que las tijeras son un problema. Yo es hablar de ellas y me entran ganas de cortar todo lo que veo - dijo mientras tomaba entre sus manos una de las cortinas y la inspeccionaba, como si de la nada unas tijeras fuesen a llegar a sus manos y pudiese ponerse a hacer el mal con ellas en las cortinas. Porque, en opinión de Hell, las cortinas de la habitación se verían mejor un poco más cortas y con figuritas extrañas por todas partes. La rubia sacudió la cabeza y se mordió el labio.

Hell soltó las cortinas y giró el cuello para poder mirar por la ventana. En ese momento estaban pasando un grupo de gente al que no conocía de nada, sin embargo movió la mano a modo de saludo mientras escuchaba lo que JJ decía - Como por ejemplo Abel, El, Enna... voy a tener mucho con lo que jugar con tu nombre. Tienes suerte, con Hellie no se puede hacer demasiado, estoy segura de que Lie o Ie no queda nada bien - comentó con gesto pensativo. Tabién era cierto que estaba su segundo nombre, pero ese a Hell no le gustaba y prefería dejarlo en A. todos serían mucho más felices así. Unos porque no tendrían que soportar escuchar la horrendidad de segundo nombre que tenía y otros porque no tendrían que aguantar el malhumor de la rubia.
Guiñó un ojo a JJ cuando dijo que tenían que hacerlo, estaba claro que tenía que ser así, sino no podrían sacar un digno partido a su parecido físico; después de toso eso de intentar hacer la tres catorce para engañar a los profesores diciendo que eran la otra era una tarea ideal para gemelas, no mellizas - Decidido queda entonces. Ahora solo nos queda pensar en como ponerlo en práctica. Es lógico que no vamos a aparecer de la nada y decir: mira, esta es mi melliza. ¿A que nos parecemos? Quedaría muy cutre - dijo mientras se volvía a poner en pie y buscaba entre sus cosas las gafas de sol, ahora que la canción estaba a punto de terminar no sería mal momento para imitar a los chicos del grupo. Aquella canción era de esas que merecían mucho más la pena si se escuchaban viendo el videoclip. Por ello en cuanto terminó Hell se puso las gafas de sol y empezó a cantar, o rapear, la parte de los chicos - Esta canción es impresionante - e impresionante se quedaba corto. Hell hubiera soltado una cantidad de palabras que quizá hubiera dejado un poco asustada a JJ. Aún no se conocían lp suficiente como para que Hell soltara sus burradas a los cuatro vientos.

Los ojos de la rubia brillaron cuando vio la camiseta. La verdad era que la camiseta acababa de subir muchos puestos entre su ropa favorita; por ello Hell asintió caminando hacia JJ y cogiendo la camiseta y poniéndosela al instante - Es preciosa - comentó sacándose la camiseta del pijama y mirándose en el espejo - Creo que durante una temporada te tendré editando y tuneando mi ropa - dijo Hell riendo mientras daba un par de saltitos en el sitio para comprobar que la camiseta era realmemte cómoda.

Reí por su comentario de las tijeras y seguí guardando mi ropa. Ya estaba acabando y tenía muchas ganas de tenerlo todo organizado de una buena vez. Cogí un vestido y no pude evitar quedándome medio atontada mirándolo, aquel vestido me lo regalo mi primer novio, habían pasado tres años pero aún me lo ponía, me estaba más corto y más ajustado pero me seguía encantando. No pude evitar sonreír como una tonta. Sacudí la cabeza, molesta conmigo misma, y lo colgué en el armario.

La miré cuando dijo todos los posibles motes - Te dejo llamarme como te apetezca, así que ya puedes pensar miles de apodos - le dije divertida. Siempre había adorado tener diferentes nombres, si a ella se le ocurría uno nuevo que me gustase por mi perfecto.
Seguí colocando mi ropa, sonreí al escuchar lo que decía sobre lo de hacernos pasar por mellizas. Estaba segura de que iba a ser muy divertido - Tiene que ser algo con clase, no quiero nada cutre - dije riendo - Lo podemos hacer con algún chico para rayarle, no creo que le cueste creer a dos chicas como nosotras - añadí entre risas. Me estaba imaginando la situación y me hacía mucha gracia. Me parecía que era más sencillo engañar a un chico que estaría concentrado en nuestro físico que a otra chica - Aún no se me ocurre nada concreto pero pondré a mi cerebro a trabajar - comenté. No tenía una idea concreta sobre ese tema pero pensaba planear algo divertido y que por supuesto no fuese cutre.
Me tiré a la cama riendo al ver lo que hacía mi compañera de cuarto - Estás muy loca - dije divertida. Estaba muy contenta de que ella fuese así - Y me alegro de que lo estés, tenía miedo de que me tocase una barbie o una aburrida como compañera - añadí entre risas. Yo detestaba a las barbies porque más de una vez la gente me había juzgado sin conocerme y me había confundido con una por mi físico, por ser animadora y por gustarme el hecho de ser popular.

Le sonreí con amplitud cuando dijo lo de la camiseta, me alegraba de que le gustara como había quedado. Le sonreí - Cuando quieras, me encanta cambiar la ropa, me gusta que sea diferente y única - dije. Empecé a hacerlo en el instituto, ya que no me conformaba con ir igual que las demás yo quería ser diferente y destacar por serlo.

Hell, desde la ventana, chascó los dedos y después la señaló con una sonrisa divertida en su rostro - ¡Ya lo tengo!- exclamó, dejando un pequeño lapso de tiempo entre esas palabras y las siguientes para poder mantener el misterio un poco más de tiempo - Es genial, es perfecto - Hellie intentaba no reírse antes de tiempo, cosa que conseguía a medias, de vez en cuando se le escapaba alguna carcajada - ¡Rubia! ¿A que es bueno? - preguntó Hell intentando mantener el equilibrio en la ventana, lugar al que había ido después de probarse la camiseta; parecía que ya sabía en que lugar pasaría la mayor parte del tiempo cuando estuviera en la habitación.

- ¿Me ves con cara de querer algo cutre? - preguntó la rubia riéndose. No, desde luego que ella no quería nada cutre, después de todo de hacerlo lo debían hacer bien, que quedase estupendamente y que fuese algo con lo que se pudieran divertir durante un tiempo - mmm... sí, puede ser que un chico no se de cuenta, después de todo las chicas solemos ser más observadoras, pero quizá precisamente por ser un chico se fije más en nosotras de lo debido y acabe llegando a la conclusión de que le estamos tomando el pelo, cosa que dudo. Nadie se resiste a una cara como la mía - dijo Hell poniendo su típica cara de "yo no he roto un plato en mi vida, así que no tienes por qué dudar de mí" y pestañeando un par de veces - A los ojos de cualquiera soy buena y angelical, no un cerebro demoníaco en potencia - Hell se llevó la mano derecha sobre la muñeca izquierda, donde reposaba su pulsera de cuero, de la que no se separaba nunca, y se puso a darle vueltas mientras pensaba en algo interesante para el plan - Creo que yo también pondré mi cerebro a trabajar. Dos mentes como las nuestras tienen que pensar demasiado bien juntas, así que a cualquier cosa que se te ocurra dímelo y entre las dos planificaremos el plan más maligno que hayas planeado nunca - Hell hizo una mueca, como si con ella quisiera decir que no estaba demasiado bien de la cabeza y que a veces decía cosas como aquellas, que no tenían ni pies ni cabeza y que a veces ni siquiera ella terminaba de entender.

- Pues conmigo en la habitación el aburrimiento está destinado al fracaso. Siempre tengo algo que decir, aunque sea una bobada, y algo que hacer. Además, tú lo has dicho, estoy muy loca - Hell pegó un salto para bajarse de la ventana y una vez en el suelo se acercó a JJ - Que yo me bebo los yogures sin quitarles la tapa - dijo Hell muy bajito, como si fuera un secreto que no debía ser revelado. Después volvió a adquirir una posición normal y con la mano se movió el pelo - Pero yo soy una Barbie, mira que estilo tengo, que rubia soy y que clase tengo - dijo bromeando, mientras caminaba completamente derecha, como si le estuvieran intentando clavar una espada en la espalda, y con la mirada tan alta que de haber medido dos metros y medio posiblemente hubiese tocado el techo con ella.

Miré a Hell extrañada por su grito tan repentino. Alcé una ceja al ver que quería crear intriga, no pude evitar sonreír al pensar que éramos parecidas en cosas como aquella. No pude evitar reírme al oír el mote - Te ha tenido que costar mucho trabajo pensar en ese apodo ¿no? - dije entre risas. Vale, mi compañera de habitación era definitivamente muy divertida - Entonces yo te llamaré mi gemela mala - dije aún riendo.

Me acerqué a ella, aún me estaba riendo - Te gusta mucho la ventana ¿no? - dije mientras miraba por la misma a ver si veía algo interesante. Incliné levemente la cabeza al ver a un chico que no estaba nada mal pasar por ahí - ¡Tío bueno! - grité. El chico alzó la cabeza, algo confundido, le sonreí y le saludé con la mano. No sabía que me pasaba pero estaba con más ganas de hacer ese tipo de cosas que nunca.

Le sonreí cuando dijo lo de no hacer nada cutre - Haremos algo digno de ser recordado - dije divertida. Reí por lo que hacía la rubia - Yo soy la chica perfecta para todo el mundo, nadie piensa de lo que soy capaz en realidad - dije mientras sonreía con forma traviesa. Me eché a reír por lo que dijo a continuación - Creo que con nuestras caras de ángel y nuestro cerebro perturbado podemos hacer grandes cosas - le dije mientras ponía cara de mala y me frotaba las manos.

-Creo que pasaremos buenos momentos en esta habitación - dije riendo. Esperaba que así fuera, me estaba dando la sensación de que ambas nos entendíamos y además ninguna de las dos era un muermo - Seguro que todos los momentos que vamos a pasar juntas van a ser muy divertidos - dije mientras me soltaba el pelo y me lo despeinaba. Esa era una pequeña manía que tenía. Me empecé a reír como una loca cuando me dijo eso de los yogures - Que miedo me das - dije aún riendo. Te tiré en la cama, aún riendo. Y mi risa aumentó cuando dijo lo de que era una barbie. Me levanté y me puse justo enfrente de ella - Perdona, querida pero la única barbie que hay aquí soy yo, soy mucho más rubia y tengo mil veces más estilo que tú - dije fingiendo ser una de esas chicas.
Lo hice bien, ya que estaba acostumbrada a tratar chicas que decían cosas como aquellas, pero a diferencia de ellas yo empecé a reírme después de decirlo, no lo podía evitar.

Hell se rió, ciertamente no había tenido que pensar absolutamente nada en el apodo. Lo tenía a huevo con solo mirar su pelo, cosa que sabía que JJ se habría dado cuenta en el mismo instante en que pronunció las palabras de su apodo - Bueno, a ti tampoco te debe de haber costado mucho decidir el mío. De las dos, yo soy la peor, está claro. Solo hay que mirarlo - esta vez su rostro se transformó en algo así como el de una anciana al que le acaban de quitar el último bollo en el supermercado. Solamente le faltaba alzar el puño para que la escena fuese completamente cómica - Pero que conste que tú no serás la gemela buena, serás... la gemela menos mala - lo que técnicamente la convertía en la buena. Pero para la mente de Hell que siempre funcionaba ligeramente diferente a la de los demás aquello era toda una diferencia. No era lo mismo ser menos malo que bueno directamente; aunque si se comparasen únicamente dos personas podría ser cierto.

Hell se encogió de hombros ligeramente cuando le dijo que si le gustaba la ventana - Bueno, hay buenas vistas. Aunque creo que ya te has dado cuenta de eso, mira a ver, baja por tu mata de pelo Rapunzel y encandila a ese guapo mozo con tus encantos. Seguro que él se deja y está de muy buen ver. Yo me iré a hacer ganchillo a otro sitio - La verdad es que ella misma se había escuchado y sabía que había sonado como una señora octogenaria, por eso mismo había dicho lo de ir a hacer ganchillo. Sin más se dirigió hacia su maleta y se puso a buscar algo, como si de verdad se fuera a ir - Cuando me vaya dejaré la puerta abierta para que podáis entrar sin problemas - después de aquello se empezó a reír y se tumbó en su cama, con la cara pegada a la almohada, intentando ahogar las carcajadas. Aún así el resultado no fue demasiado bueno porque empezó a toser como una posesa y tuvo que sentarse sobre la cama.

- Somos mentes afiladas, con ideas de bombero retirado - Hell sacudió la cabeza, eso lo estaba pensando, pero no lo tenía que decir - . Digo... con grandes planes de futuro. El primero es gastar una bromilla de nada, pero en unos meses... ¡Oh en unos meses! Hasta las carpas temerán nuestro paso - y es que Hell estaba segura de que en cuanto conociera un poquito más a su futura compañera de andanzas su primer plan sería poco en comparación con el resto. En su mente ya se empezaban a dibujar ideas de fiestas, dramas, bromas... definitivamente aquel prometía ser un año impresionante en Harvard. Mucho mejor de como se lo habían pintado en un principio.

- Concuerdo completamente contigo. Bien va a ser poco para definir como nos lo vamos a pasar. Y esto solo está empezando - Hell vio en ese instante como ella empezaba a decir que era mucho más Barbie que ella, y poniendo cara de circunstancias, lo que se podría definir por un semblante muy serio dijo con tono chillón - ¿Tú?¿Rubia? Tu eres pelirroja. Yo sí que soy rubia, daltónica - dicho aquello se acercó lo suficiente como para darle con el pelo en la cara y después le puso una mano en el hombro entre carcajadas - Eres la ostia

Reí cuando dijo que ella era la peor de las dos y sobre todo por la cara que puso, casi me daban ganas de tirarme al suelo de lo que me dolía el estómago a causa de tanto reírme - No me subestimes, puedo ser terrible - dije y puse una sonrisa malvada, aunque no me duró mucho y empecé a reírme solo de imaginar mi cara con esa sonrisa. Paré de reír un momento cuando dijo que yo sería la menos mala - Bueno creo que ambas somo las mellizas malas, hubo un error con nosotras o algo - dije medio riendo. Yo no era mala pero tampoco buena y me daba que Hell era parecida a mí en eso. Me hizo gracia el modo en que lo había dicho, al parecer ella era una persona que pensaba de forma diferente y eso me gustaba.

Me entró de nuevo la risa al escuchar lo que decía, esta vez sí que me tire al suelo mientras me tocaba el estómago - No, creo que prefiero quedarme aquí con mi loca compañera de habitación - dije entre risas - Por cierto lo del ganchillo me ha matado - dije aún riendo. Dejé de reír al verla toser - ¿Estás bien? - le pregunté mientras me tiraba encima de la cama y la miraba fijamente - Joder, creo que mañana voy a tener agujetas - dije mientras me sobaba el estómago, el cual me dolía ya bastante.

Me empecé a reír de nuevo cuando dijo lo de que teníamos ideas de bombero retirado - Que sepas que vas a ser la culpable de que mañana me duele el abdomen - dije mientras la señalaba con un dedo acusador - En unos meses la gente temblará con solo oír nuestros nombres - dije frotándome las manos y poniendo cara de malvada - Va a ser divertido - comenté pensando en todas las cosas que podíamos idear estando las dos juntas, sin duda íbamos a ser un auténtico peligro - Tenemos que montar un drama interesante pero eso cuando nos conozcamos mejor - dije pensando en las historias que nos podríamos montar para marear al personal y con las que nos ganaríamos un nombre en esa universidad.

-Vamos a ser el terror de la universidad y además nos vamos a divertir siéndolo - comenté cuando dijo que bien era poco. Esperaba que fuese así, tenía la sensación de que mis años de universidad iban a ser aún mejores de lo que había pensado y eso me alegraba mucho, por fin iba a comenzar a vivir de verdad. Me volví a reír como una loca cuando se puso en plan barbie - A ver quién es aquí la daltónica, yo soy una rubia de verdad no como tú - dije fingiendo el desprecio típico de las chicas que eran así. Detuve un momento mi risa al oír lo que me decía - Lo que pasa es que estoy tan loca como tú y juntas sí que somos la ostia - dije a un medio riendo. Me alegraba de haberme encontrado con una chica así, con la que divertirme y organizar planes malvados y divertidos, solo de pensarlo no pude evitar sonreír.

Hellie chascó la lengua y alzó una ceja - Pues realmente no tienes pinta de ser terrible - dijo con esa voz de quien lleva riendo demasiado tiempo seguido. Y a pesar de todo el tonto que estaban haciendo Hell aún seguía sin sentir lo más mínimo de las carcajadas que dejaba salir de entre sus labios, simplemente le salían solas, como un acto reflejo, como algo que llevas haciendo toda la vida y te sale sin pensar, quizá incluso para seguir manteniendo esa imagen de chica feliz y sociable, aunque por dentro tenía todo un mundo patas arriba. La rubia se dejó caer sobre la cama y como si estuviera haciendo abdominales se levantó para mirar a JJ - Salimos las dos del óvulo izquierdo, ¿no? - dijo Hell con una nueva carcajada.

- Lástima, yo ya tenía pensando pasarme toda la tarde haciendo tu mantel de bodas y los patucos para los niños - dijo Hell con cierto rastro de tristeza, como si por que JJ se quedase con ella hubiera tirado por la borda todos sus planes de futuro - Y el ganchillo no mata, entretiene - dijo Hell moviendo la mano como si tuviera uno de los palos de hacer ganchillo de la mano y después con ese palo imaginario hizo como que se subía unas gafas inexistentes - Sí, estoy bien, no te preocupes. Aunque tú parece que no vas a aguantar mucho más riéndote así, ¿sabías que reírse es como hacer abdominales? Solo que más práctico y entretenido - dijo Hell mientras volvía a tumbarse en la cama con los brazos abiertos y movía los pies despreocupadamente. De haber estado en el campo solo le faltaba el cacho de paja para completar la escena.

Hell se sentó al borde de la cama en cuanto escuchó que ella tenía la culpa de que le doliese el abdomen al día siguiente - Pues ya puedes ir practicando para que no sea así, sino parecerás una muerta todo el año, irás como alma en pena porque no te dejará de reír el abdomen y no podrás dejar de acordarte de mí y de toda mi familia - Hell se empezó a reír de nuevo y cuando tuvo un momento para coger aire también aprovechó para hablar de nuevo - Hay que ver, parezco tu peor pesadilla - dijo volviendo a reírse después.
Hell asintió con la cabeza cuando JJ dijo que en unos meses la universidad temblaría con solo escuchar sus nombres. Ese era el plan desde un principio para Hell, hacerse notar, que todo el mundo supiese que estaba ahí, por primera vez en muchos años quería dejar una huella a su paso, aunque fuera pequeñita, y este era el lugar perfecto pues pasaría en él más tiempo que en ningún otro lado - Como nos conozcamos mejor no sé qué va a ser de nuestras vidas. Sin con solo unos minutos ya nos hemos montado una película con meses por delante... mejor no pensarlo - dijo ella mientras hacía justamente lo contrario a lo que había dicho. Tenía que admitirlo, ella se moría de ganas por saber que tipo de cosas pasarían por su cabeza y por la de su compañera en unos meses. Hasta ella misma tenía miedo de lo que pudiese pasar - ¿El terror de la universidad? Eso va a ser poco para nosotras - contestó ella dejando escapar una carcajada. Estaba claro que iban a ser mucho más que un simple dolor de cabeza, iban a ser como un grano en el culo. O mejor, iban a adquirir el poder de la omnipresencia para poder estar en todas partes.

La rubia alzó una ceja con cierto gesto de sorpresa - ¿Perdona? Pero mi rubio es rubio natural, no oxigenado como el tuyo - dijo chascando los dedos y moviendo la cabeza de una forma un tanto extraña - Además, yo lo llevo con más estilo - y en ese mismo instante Hell acabó en el suelo rodando por culpa de la risa. Se estaba metiendo demasiado en el papel.
Abrió los ojos ligeramente y asintió con la cabeza, desde el suelo se tumbó, con la mirada clavada en el techo y los antebrazos a modo de almohada - Presiento grandes acontecimientos para este año - dijo con un tono más tranquilo mientras le guiñaba un ojo a su amiga.

Sonreí de lado a mi compañera de cuarto cuando escuché que no parecía terrible - Te sorprendería lo terrible que puede ser mi mente - dije mientras golpeaba un par de veces mi sien. Luego le sonreí de lado. Yo solía ser una chica buena pero si quería podía usar mi inteligencia y mi capacidad de organización para hacer alguna que otra maldad, aunque sin pasarme. Aunque tal vez ese año podía hacer alguna excepción. Volví a reírme cuando dijo lo del óvulo izquierdo - Me matas - dije entre las risas. Lo cierto era que hacía tiempo que no me reía así, estaba dejando atrás todos mis problemas. En esos momentos mi libertad hacía que me pudiese reír así. Ya incluso notaba las lágrimas a punto de salir. Y no había nada mejor que llorar de la risa, y Hell estaba consiguiendo que yo lo hiciese.

Se me escapó otra carcajada cuando dijo lo del mantel de boda y los patucos. Me acerqué a ella - Ya tendrás otra oportunidad de hacerlos - dije mientras le daba una palmaditas en su hombro, como si sintiese que no pudiese hacerlos - Un día hacemos las dos ganchillo - comenté totalmente seria pero no pude evitar sonreír. Me tumbé de nuevo en mi cama, pero de lado, mirándola - Por suerte mis abdominales son fuertes - dije mientras me tocaba la tripa - Pero te apuesto lo que quieras a que este año vamos a tener más de un dolor de abdomen por reírnos - dije sonriendo. Y de verdad esperaba que fuese así, ese dolor era algo molesto pero era la consecuencia de haberte reído mucho con anterioridad. Yo siempre que tenía ese dolor de estómago no podía evitar acordarme de la causa y me volvía entrar la risa. Sonreí por la postura de mi amiga. Yo por mi parte giré sobre mí misma y estuve a punto de caerme de la cama, por suerte no lo hice, eso ya habría sido demasiado.

Me volví a reír de nuevo al oír su comentario, me dolía cada vez más el abdomen - Si es el precio que tengo que pagar por reírme tanto no me importa pero espero que tú me acompañes en eso - dije señalándola como si estuviese diciendo algo de suma importancia. No pude evitar reírme por su comentario - Si tú eres mi peor pesadilla yo seré la tuya - dije como respuesta mientras ponía cara de mala, no pude evitar reírme por eso.
Me quedé pensativa ante las palabras de mi amiga - Creo que me da miedo pensarlo, en serio vamos a ser terribles - dije mientras me apartaba el pelo de la cara. Lo cierto era que si en un momento nos habíamos montado un drama en unos meses podríamos hacer grandes cosas - El mundo entero nos temerá - dije con tono de mala que quiere dominar el mundo y luego comencé a reírme sin poder evitarlo. Me hice una bola sobre mí misma mientras me reía.

Puse mi pose de barbie, una mano en la cadera y la otra mano la llevé de mi pecho a un lado - ¿Oxigenada? Perdona mi pelo es rubio de verdad no de un color que no se sabe si es naranja o qué - aparté mi pelo de mi rostro - ¿Estilo? Tú no sabes lo que es eso querida - realmente ser así se me daba demasiado bien. Tal vez porque había tratado con demasiadas chicas que eran así.
Me lancé de nuevo a la cama, me di la vuelta y me tumbé bocabajo, apoyando mi cara en mis manos. Miré a la rubia y sonreí - ¿Solo para este año? Yo me espero cuatro años muy entretenidos - dije y sonreí de forma traviesa. Sin duda mis años en la universidad iban a ser mejores de lo que había pensado.

Hell alzó una ceja, como si estuviera poniendo en duda las palabras de JJ, aunque después no pudo hacer otra cosa más que reírse por la cara de mala que había puesto - Definitivamente no te pega ser mala, te pega más la imagen de buena y angelical - dijo ella en parte verdad en parte para picarla un poco, pues una parte de ella creía que a JJ le iba más ser mala, dentro de lo asequible, que buena.
Hell miró con gesto interrogante a June cuando ella dijo que la mataba, era obvio que de la risa, pero Hell decidió hacer una interpretación distinta de esas palabras - No, aún ni lo he intentado. Así que no empieces diciendo esas cosas, que no me quiero quedar sin compañera de habitación - dijo con un tono serio que tan solo duró unos segundos, pues al instante empezó a reírse tanto o más de lo que ya se estaba riendo. A pesar de las risas y de que Hell viera cómo JJ parecía empezar a llorar de la risa ella seguía como si acabase de empezar a reírse, estaba acostumbrada a reír y para llorar... bueno, ella no solía llorar, ya fuera para bien o para mal. Dio una vuelta en la cama, colocándose de forma que pudiese ver bien a JJ y apoyó las manos sobre su barbilla para adquirir una posición un poco más cómoda.

En ese momento su teléfono empezó a sonar con una de sus canciones favoritas. Hell se incorporó como un resorte y corrió hacia su teléfono, miró la pantalla: era su padre. Así pues con el móvil en ambas manos miró a JJ - Luego nos vemos, es importante y presiento que tardaré un rato - dijo guiñándole un ojo a su compañera de cuarto - Lo siento - se disculpó antes de salir por la puerta y descolgar el móvil con un "¡Qué!" que fácilmente se podría haber escuchado por todo el campus.