Otra vez la nueva... {Ophelia L. y libre }

Habían pasado un par de horas desde que se había largado de la cafetería con un humor de perros, por eso había decidido que lo mejor sería salir a pasear, despejarse un rato e intentar por todos los medios no volver a encontrarse con semejante individuo una vez más.
El calor agobiantes de finales del invierno dio a Hell en la cara nada más salir al exterior. A la entrada. Y allí se encontró con una chica, en el poco tiempo que Hell llevaba allí nunca la había visto, algo normal porque aún le faltaba mucha gente por conocer. Pero algo dentro de ella le decía que era incluso más nueva que ella, así que, consciente de lo que era ser nuevo y no conocer a nadie, se acercó a la chica con una sonrisa - ¡Hola! - saludó plantándose frente a la chica y tendiendo la mano a la chica para presentarse - Soy Hellie, o Hell, cualquiera vale. Y algo me dice que eres nueva por aquí. ¿Me equivoco? - preguntó mientras se pasaba una mano por el cabello y se lo colocaba todo a un mismo lado.

Caminaba contenta por los pasillos de la universidad. Su día estaba yendo perfecto, había pasado un rato con sus amigas y aun llevaba la euforia dentro. Iba sonriendo a la gente con la que se cruzaba, aunque no los conociera. Ella era así, algunos decían que estaba un poco loca. Llego a la entrada del colegio y miro a su alrededor, buscando a alguien con quien poder hablar y pasar el rato. Entonces visualizo dos figuras femeninas no muy lejos de ahí, no le sonaban de nada. Bueno, en realidad la rubia podía ser que la hubiera visto por los pasillos. Pero la otra, no tenía absolutamente ni idea de quien se trataba.

Ensancho su sonrisa y puso rumbo hacia ese par de chicas. Al llegar a su altura las miro detenidamente antes de empezar a reír.-Hola, hola-Dije entonando un poco sus palabras--Soy Zoe Skinner, perdón por la interrupción.-Dije sonriente.-La gente dice que me meto donde no me llaman, pero soy así.-Me encogí de hombros.-¿A quien tengo el placer de conocer?

Hell vio como otra chica se acercaba a donde ella estaba y se presentó. La rubia le sonrió - Soy Hellie Thorn, un placer - después pasó la mirada a Ophelia, que se acababa de presentar - Bueno, más bien encantada de conoceros a ambas - Hell se mordió el labio inferior. Al principio le costaba ser ella misma delante de todo el mundo, sobretodo cuando acababa de conocer a esa persona, aunque no podía decir lo mismo con JJ, pero había sido ella la que se había acercado y suponía que tenía que ser ella la que se mostrase abierta y simpática. Chascó la lengua, pensando en algo que decir para romper el silencio incómodo que se formaría si no hablaban de nada más -Sé que es muy típico, pero no se me ocurre otra cosa. ¿Qué estudiáis? - preguntó la rubia cambiando el peso de una pierna a otra y mirando a ambas chicas.

Escucho los nombres de las dos chicas sin borrar la sonrisa de la cara. Siempre le había encantado conocer a gente nueva, y ese día no era menos. -Igualmente -Dije contestando el encantada de Hellie. Realmente podías llegar a encontrarte en situaciones completamente irreales en un santiamén. Entonces oí la pregunta de Hellie y la mire sonriente.-Yo estoy en primero de empresariales.-Le conteste. Adoraba la carrera que había escogido, sabia que si todo salía bien acabaría pudiendo trabajar en la empresa de mis padres.-¿Y tu?-Le pregunte curiosa cambiando la mirada de una chica a otra.

Se estaba conteniendo un poco para no ser realmente quien es en realidad. Una persona gritona que solo dice tonterías. Tampoco quería dar esa impresión solo conocer a una persona, y comportarse un poco no le iría nada mal. Mantuvo la sonrisa mientras esperaba que las chicas hablara.

Hellie les sonrió a ambas. Entonces se dio cuenta de Ophelia no sonreía, sino que parecía un poco más seria. Evaluó a la chica con la mirada y se encogió de hombros, ya le preguntaría más adelante o simplemente lo descubriría. En cambio, tanto ella como Zoe no hacían más que sonreír, como si su misión en la vida fuera la de ir anunciando que el dentífrico que usaban era genial y estupendo y por eso tenían una sonrisa impecable. Hell intentó reprimir una carcajada que se estaba empezando a formar en su garganta - Yo estudio informática. Es parte de mi vida andar con ese tipo de cosas, así que tenéis que librar una batalla campal contra vuestro ordenador o lo que sea, podéis llamarme y allí estaré para echaros una mano - a Hellie le encantaba todo el campo de la informática, desde arreglar cosas hasta desmontarlas pasando por todo tipo de programación. Con tanto viajar había crecido pegada a una consola y las cosas no fueron a mejor con los años. Por eso mismo aquel año se había hecho prometer a ella misma que no llevaría nada que al pudiese distraer, aunque ya empezaba a echar de menos su videoconsola -Empresariales y música ¿eh? Suena bien, ya se me ocurrirá algo con lo que molestaros e interrogar sobre el campo - aseguró Hell mientras empezaba a pensar en qué podía sacar de aquello.

Una sonrisa pícara asomó entre las comisuras de los labios de Hell. ¿Algo divertido? Eso sonaba de maravilla, solo tenían que pensar en qué podría ser ese "algo" - ¿Algo divertido? No sé, podríamos hacer cualquier cosa. Pero me parece que para tres chicas que se acaban de conocer lo mejor es pasar por un supermercado, comprar suministros y conocernos un poco más. ¿Qué os parece? - sugirió Hell mirando a su alrededor. Todo el lugar se iba quedando vacío poco a poco, ella se encogió de hombros, hasta donde sabía sus clases aún no comenzaban, así que no tenía de qué preocuparse - También estoy abierta a sugerencias. Todo vale a la hora de pensar en algo para divertirse - aseguró la rubia después. A fin de cuentas su idea era solo una sugerencia, y por lo general sus ideas por la mañana eran, cuanto menos, pésimas.

Escuche atentamente las carreras que cursaban las chicas, al menos ya sabia algo más de ellas. Era un gran paso. Reí al escuchar como Hellie nos ofrecía su ayuda con todo eso de la informática. Realmente estaría bien tener a alguien que pudiera ayudarle con todo ese tema, porque no era su fuerte. Entonces escucho como Ophelia preguntaba que, que podíamos hacer para divertirnos. En mi mente pasaron varias ideas rápidamente, pero eran demasiado locas para proponerlas.

La idea de Hellie no estaba nada mal.-Yo voto por tu gran idea, al menos nos iremos conociendo.-Dije sonriente. Pero entonces un chico interrumpió en la conversación ofreciéndonos unas invitaciones. Miro la entrada de reojo antes de dársela a Hellie. Kas ya me había hablado de esa fiesta, parecía interesante. -Gracias Tom-Le dije mirándolo y dedicándole una de mis mejores sonrisas. Sabía que a veces se pasaba con eso de las miraditas y las sonrisitas, pero ella siempre había sido así y no tenía porque cambiar. A demás, no podía negar que el chico era guapo.

Hell vio como se acercaba un chico hacia ellas, por el tiempo que llevaba por allí no tardó en darse cuenta de que se trataba Tom Monroe, había oído hablar más de una y dos veces de él, ya hubiera sido en el baño de las chicas o por grupillos que cuchicheaban. Así que cuando él llegó y tendió dos invitaciones a Hell no le cupo ninguna duda de que era él - Bueno, Tom, pues aquí nos ves, intentando planificar algo para pasar el rato ahora - comentó Hellie dejando escapar un suspiro mientras miraba las dos invitaciones que cogían sus compañeras. A ella le daba igual que solo hubiera sacado dos, pues la suya hacía tiempo que la tenía, alguien la había colado por el hueco de la puerta de su departamento - ¿Es para la fiesta de Ethan, no? - preguntó la chica para asegurarse de que no había metido la pata al pensar que era para esa fiesta. Pues conociendo a la gente de Harvard quizá hubiera otras veinte fiestas más - Por cierto, soy Hell - se presentó la rubia después de unos segundos.

Hell asintió cuando Zoe dijo que estaba de acuerdo, sin embargo no pudo evitar chascar la lengua cuando escuchó lo que decía Ophelia - No estoy diciendo que nos vayamos a quedar a vivir en el supermercado, solo que compremos algo para después ir a algún sitio, un parque por ejemplo, y divertirnos un rato - hizo una pausa para coger aire y procurar no sonar maleducada - Después de todo, creo que a nadie le entusiasman los supermercados - se encogió de hombros. También sabía que ella no solía hablar del todo claro y que tal vez hubiese pensado en otra cosa, pero por su cabeza lo que pasaba era comprar un par de botellas e irse a divertir un rato.

Miró a Tom con una media sonrisa y le pasó un brazo por los hombros como si fuese un amigo de toda la vida - ¿Y tú que me dices, te vienes con nosotras? - preguntó para después bajar el brazo y revolverse el pelo - Claro, si nos ponemos de acuerdo en qué hacer - dijo mirando a las dos chicas como intentando decir que dieran más ideas si no querían poner en marcha su plan.