Quiero Morir {Savanna}

Se encontraba haciendo una pequeña limpieza a sus apuntes, ya que tenía sobre su escritorio un enorme montón de apuntes para pasar a limpio. Por lo que estaba revisando cuales de ellos ya estaban pasados a limpio y cuales no, cosa que iba comprobando en su portátil a medida que cogía los folios arrugados. Para su mala suerte no se dio cuenta del cuter que estaba sobre la mesa con parte de la cuchilla sacada, por lo que se hizo un pequeño corte en el dedo indice de la mano derecha. En seguida se llevó el dedo a la boca para que dejara de sangrar, pero aquella cuchilla no parecía demasiado limpia. Así que prefirió des infectarlo. Fue hasta el botiquín y limpió esta con agua oxigenada. Pero en cuanto fue a ponerse una tirita se dio cuenta de que no quedaban.
Así que cerró el botiquín y con una gasa sobre la herida se dirigió a la enfermería a pedir una tirita. Solo esperaba que no la vacunaran del tétanos. Abrió la puerta sin ver a Charlene. Al ver que no había allí ninguna enfermera fue hacia el botiquín que tenían allí y cogió una tirita. Tiró la gasa y puso la tirita en el dedo. justo al girar hacia la puerta vio a la chica apoyada en el suelo.
-¿Que te pasa Charlene?- -Preguntó preocupada de cuclillas en el suelo junto a ella.

Observó sus movimientos, no parecía estar precisamente en su mejor momento. Estaba aun medio tirada en el suelo, solo que apoyada en la pared y con las rodillas totalmente dobladas, como encogida sobre si misma. No podía verle la cara, pero aun así sabía de sobra de quien se trataba. Estaba bastante desaliñada, como si hubiese salido disparada hacia la enfermería sin tener tiempo a penas para vestirse, por lo que la situación debía de ser importante. Parecía tener un dolor insoportable y sus palabras se lo confirmaron.

Una vez agachada a su lado y cuando ella levantó el rostro, confirmando que se trataba de Charlene, Savanna apartó su cabello de la cara con una mano, colocándoselo tras la oreja. Y después sonrió sacudiendo la cabeza con suavidad ante la pregunta de ella.
-Tranquila, estoy bien. Solo necesitaba una tirita. La que me preocupa eres tu. ¿Que te ha pasado? Estás como si fueras a morirte. Menuda cara. ¿No sabes donde está el médico o alguna enfermera? Si quieres puedo ir a buscarlos. Pero tengo miedo de dejarte sola, estás fatal. – Habló rápido, la situación la ponía algo nerviosa, pues Charlene parecía estar realmente mal.

Sonreí de medio lado ante la atención sutil de Savanna, era una buena persona con quien podrías haberte encontrado ahora, justo en esta situación. Claro que hubiera sido muchísimo mejor haberla encontrado con mejor estado de salud. Tome otra larga bocanada de aire puesto que cuando me sentía enferma era como si respirar no se me diera fácil, la escuche hablar tan rápido que me aturdí unos segundos, repasando sus palabras en mi cabeza.

-Oh… no no te preocupes por mi- dije con una mueca, de no haber sentido que el cuerpo se me partía en dos, me hubiera puesto de pie para intentar convencerla de que me sentía genial. Aunque ahora no me creería en absoluto, ni siquiera yo misma lo haría.

-Los doctores parecen ganar el sueldo gratis, esto está más vacío que tienda de adornos navideños en verano….-Reí un poco frunciendo la nariz ya que me dolía el estómago con solo hablar– entonces con que me pases un vaso de agua y alguna pastilla para la llenura, creo que me salvarás la vida- le dije con una sonrisa menos forzada, eso era todo una pastilla y esperar a que se me pase el dolor –Esto es lo que me merezco por abusar de la comida….-

Observo su sonrisa y negó con la cabeza con suavidad, siguió apartándole el cabello de la cara por si pretendía vomitar o algo por el estilo para que no se ensuciase. No parecía estar nada bien y Savanna estaba realmente preocupada. Quería ponerla en pie para tumbarla o sentarla en la camilla, pero sabía que no sería capaz aunque lo intentase y el dejarla así tirada como estaba en el suelo no lo veía como una opción viable.

-¿Como quieres que no me preocupe? Ni siquiera puedes moverte.- Dijo ella observando su gesto, más bien una mueca de dolor. Savanna no era consciente del dolor que ella sentía, pero podía imaginárselo. Por mucho que Charlene pretendiera hacerle creer que estaba bien.

-La verdad es que si, no se donde demonios se habrán metido. Pero no quiero dejarte así como estas. Si te pones peor y estás sola...- Comentó sin demasiada gracia. La situación era realmente mala. Los doctores no estaban donde deberían y Savanna no tenía nada que ver con la medicina.– No habría estado mal que entrase un estudiante de medicina en vez de yo. Claro ahora mismo la busco. Pero...¿no sería mejor vomitar? Quizá así te encuentres mejor.- A pesar de haberle propuesto aquello, Savanna se levantó y empezó a buscar entre las medicinas la que ella le había pedido.–Bueno, quizá deberías comer más... ¿calmado?-

Intentaba por todos los medios calmar a la chica, no quería que, además de sus problemas de empacho, también le diera un mareo o algo así. No era raro que en esos casos pudiera darle un bajón de tensión debido a los nervios o la preocupación. Tampoco es que ella supiera mucho sobre medicina, pero si que veía series relacionadas y sobre todo había leído algo. Tenía un curso de primeros auxilios que su padre le había obligado a realizar. Aunque en realidad no era demasiado útil en situaciones así.
-Claro que no. ¿Como vas a morir con un empacho? No te dejaré morir exagerada.- Dijo riendo suave intentando quitar hierro al asunto. – Claro, no podemos hacer una fiesta de Dragons sin la presidenta y anfitriona. Sería la disolución del club.- Fingió dramatismo en la voz.

Observó como Charlene se frotaba el estomago, posiblemente por el dolor, y hacía muecas cuando Savanna le dijo que quizá debía vomitar. Al ver el gesto cuando se tapó la boca, parecía que si iba a vomitar, pero después nada. Además, tardó largo rato en responder al comentario de Savanna. No parecía gustarle nada la idea sobre vomitar la comida, aunque a veces era la mejor opción, más cuando se trataba de un empacho, que Savanna creía que era lo que tenía la chica. Observó como respiraba profundamente antes de volver ha hablar. –Claro, no te preocupes. Si, se a lo que te refieres, a mi tampoco me gusta demasiado.- Rió ante su sonido de asco.
-Bueno, quizá sirva con que comas menos o compruebes su estado antes de comerlos.- ¿Podía tratarse de una intoxicación por comida en mal estado? Quizá. Mientras buscaba la medicina podía ver como Charlene se levantaba del suelo sujetandose al marco de la puerta y se sentaba cerca de Savanna.-Genial. ¿Te has tomado la fiebre? Toma.- Le entregó un termómetro y siguió rebuscando en un cajón de medicinas.

No era capaz de imaginar el tremendo dolor que estaría pasando Charlene, ya que aunque más de una vez había tenido una indigestión o comido algo en mal estado nunca se había puesto así. Quizá es que Savanna tenía mejor sistema digestivo o que no era tan fuerte como lo de ella. Puede que como más de una vez había pillado indigestión a ella le dieran más fuertes. Pero su rostro mostraba puro dolor, Savanna no sabía muy bien como calmarla.

-Bueno, pero no es lo mismo. Una presidenta es una presidenta. No creo que pudieras verlo así que no tendría tanta gracia bailar sobre tu tumba si tu no puedes hacerlo...- Dijo siguiendo su broma.
Lo que estaba claro, por lo que la chica le había contado, era que, al igual que otras veces, el pasar ese dolor no iba ha hacer que ella dejara de comer, aunque mejor por que podría pillar una anorexia, ni tampoco que comiese con menos ímpetu.

-Bueno, creo que una persona normal no suele ser experta. Quizá en algunos alimentos que saben picantes cuando no debería ser así...Pero de otro modo...Salvo en los lacteos que se vuelven raros cuando están malos y la comida que huele mal. Creo que voy a pedir que nos hagan un seminario sobre ello para que no te vuelva a pasar.-
Sonrió bromeando, pretendía que olvidara un poco el tema, aunque con sus dolores era imposible, y que se calmara. Estar algo distraída le iba a sentar bien y por supuesto iba a darle a Savanna más tiempo para encontrar las dichosas pastillas que parecían haber decidido esconderse para ella. El cajón estaba casi vacío y Savanna revisaba cada caja meticulosamente buscando el cometido de cada medicamento.
–Da igual, tu ponlo, yo se mirarlo después....¡Ajá! ¡Aquí estabais!- Anunció encontrando por fin la caja indicada, como si hablara con las pastillas.

Heathcliff era una de esas chicas a las cuales deseabas tener de mejores amigas y era un honor tenerla en los dragons, definitivamente a buena hora decidió unirse a la fraternidad.
-Hey Savanna ahora estarás en mi lista de favoritos- dije entre risas, valla que si estaba distrayéndome con la charla y era realmente una gran ayuda, iba a soltar alguna broma sobre espíritus y fantasma pero mejor no, porque a veces simplemente mis chistes eran estúpidos y daban más ganas de llorar que reír.

Cuando comenzó a hablar de las maneras de darse cuenta de cómo ver si un alimento era comestible o no, simplemente no le entendí, nunca había sido buena en ello, yo simplemente comía y luego ya sentía lo rancio.

-Definitivamente apoyo la idea del seminario- dije entre risas, los alimentos que olían esos si sabía detectarlos pero los ojos no tenía la más mínima idea. Entonces la miré con curiosidad ¿de dónde sabía tanto? –¿tu padre es nutricionista o doctor?- pregunte con una media sonrisa.
Ya casi había olvidado las pastillas cuando la escuche dar su pequeño anuncio de haberlas encontrado, reí un poco tomándome el vientre. Pegue casi un brinquito de felicidad me daba igual mandarme la pastilla sin agua –eres mi superheroína Savanna :3 -




off: perdón perdon , ayer envie el post o lo creí asi pero no se envio :c

Le sonrió, se alegraba de lograr distraerla, aunque fuera un poco, del dolor con sus charlas. Si había algo que Savanna tenía era facilidad de palabra, te sacaba un tema de la manga sin problema. Aunque el riesgo que corrías es que comenzara ha hablar sin parar, ya que es bastante habladora.
-Me alagas Charlene. Soy una de las favoritas de la presidenta, que ilusión.- Dijo riendo con ella. Ciertamente era agradable caerle bien a una persona como Charlene, ella era bastante simpática y le agradaba su forma de ser. Era de la clase de personas con las que Savanna solía llevarse bien. Aun que a veces su carácter espantaba a muchos.

Si, cuando comenzaba ha hablar por los codos terminaba soltando parrafadas como la que acababa de decirle a su amiga sobre como saber si los alimentos estaban en buen o en mal estado, y hasta que no terminaba no paraba de hablar.

-Creo que escribiré la propuesta en una nota y lo dejaré en el buzón de sugerencias.- Bromeó con ella sonriendo. No pudo evitar soltar una carcajada cuando Charlene preguntó aquello sobre su familia y sacudió la cabeza. –Bueno, algo así. Mi madre lo es. Trabaja para equipos deportivos y esas cosas...en realidad es una pesada. Nada más.- Comentó recordando que siempre había tenido una dieta sana y equilibrada debido a lo rígida que era su madre en esas cosas. No podía negar que con eso había logrado la buena salud de Savanna, pero de niña rara vez podía comer dulces. Y por supuesto su madre la mataría por un empacho.
Después de darle la pastilla a la chica cogió un botellín de agua aun precintado que estaba sobre el escritorio del doctor, pero cuando se giró para darle la botella, comprobó que ya se había tomado la pastilla.
–Y tu eres una super loca, vas a atragantarte. -


off: No pada nada, yo anduve liada así que..

El dolor había parado entre ratos lo que me hacía olvidar que estaba en la enfermería porque minutos atrás no podría caminar derecha, sin agarrarme de la pared, valla que distraerse si era una buena solución, claro que realmente debías tener una buena compañía para que esto se cumpliera. Sonreí de medio lado con su comentario, valla que me daba risa su broma, entonces me encogí de hombros.

-anda … quizás y te haces la vicepresidenta- dije entre risas … eso pasaría si Mónica no me mataba por aquello, venga , sentí su mirada acusante, o al menos la imagine si hubiera escuchado mi broma. Asentí sobre su idea de dejar la cartita de sugerencia… claro que seguro lo decía en broma, vamos que el director diría ¿es que no saben notar algo tan obvio en la comida?... Lastimosamente la mayoría lo notaba menos yo.
Escuche con una ceja arqueada como se refería de su mamá, recordé a la mía y solté un suspiro, venga que entendía como se sentía una mama pesada, pero la mía sobrepasaba límites ¿sería yo adoptada?, hice una mueca y me reí, eso era imposible, mi padre me había donado sangre cuando yo era muy pequeña y en ese entonces él estaba sano… Me distraje en mis pensamientos, la pastilla aún la sentía un poco en la garganta… pero no era grave como para decir que estaba atragantándome.

-Oh… claro que no… otras personas se tragan pastillas más grandes sin agua… esta es pequeña- dije entre risas tomando la botella que me extendía, le quité la tapa para beber algo de líquido y ayudar a la pastilla a bajar más rápido y no causarle molestia a mi garganta.
Le miré con una sonrisa amplia –Y bueno creo que puedes ser mejor enfermera que la que atiende por estos lares…. Entonces ¿que haremos hoy?- dije intentando sacar planes de fiesta, si yo era algo suicida, debía descansar pero no me gustaba perder tiempo en una cama ...