Al fin hay profesor...WAIT ¿TU? {Jensen}

Ya desconocía el número de días, semanas o ya meses que estaba aquí, había olvidado ciertas costumbres de Francia, pero lo gratificante es que mi madre había dejado de tocarme los ovarios. Literalmente. Es decir, las llamadas habían terminado, ya no recibía mensajes de amenazas solicitándome regresar a Francia, aun así sentía que no debía relajarme por completo, cuando todo se calma de golpe podría venir la gran tormenta de problemas y con mi Madre & hermana podría creer de todo. En fin había despertado con tiempo justo para ducharme y vestirme con ropa cómoda, el cabello estaba algo húmedo, al igual que mi blusa de algodón puesto que cuando iba con rapidez no usaba mucho la toalla. Observé el reloj. Mierda. Se estaba haciendo tarde.

-Fuck ..Fuck.. Fuck me!- gruñí entrando al salón, valla que mi resistencia era una mierdita cuando me pegaba tremenda maratones, mi corazón latía a prisa que lo sentía latir como si estuviera cerca de mis orejas, cuando entré me di la sorpresa de que el aula estaba vacía. Observé el reloj de pulsera y luego mire el reloj del salón de clases. Mierda mi reloj se había quedado sin batería.

-U FUCKING KIDDING ME?- Grité algo frustrada, era temprano, muy temprano, bueno no tanto pero sí lo suficiente como para quedar como empollona debido a llegar la única una hora antes. Mire alrededor y entonces cuando las cosas parecían menos creíbles observé a Jensen –TU?- dije con los ojos bien abiertos. Venga ya esto debía ser un sueño, dirigí la mano a mi brazo derecho y me mande un buen pellizco, solté un grito de dolor, no era un sueño -Tu que haces aqui ?-

Esto debía ser una broma, ¿enserio estaba pasando todo esto?, no podía creerlo, mucho menos tenerlo de maestro directo, no sabía si esto sería algo bueno o malo, vamos yo conocía a Jensen como la palma de mi mano, y si no había cambiado de actitud hacia como tratar a las chicas, esto podría convertirse en una reacción en cadena de señoritas marchando a media noche a su dormitorio o si no esperaban pues lo harían luego de clases a que mismo sobre el escritorio o en suelo si eran tan desesperadas. Las palabras de Jensen me confirmaban que las cosas iban enserio.

-¿Qué demonios hiciste?- hice una mueca y le mire sorprendida – ¿estas siguiéndome?- dije soltando una risa para después regresarle un corto abrazo y marcar distancia prudente entre ambos. Arquee la ceja observándolo y me senté sobre el escritorio –No enserio ¿cómo así has dado en este lugar?- Le pregunte con curiosidad, claro quitando la personalidad de él, yo le tenía un gran aprecio. Y vamos que el rubio no sé cómo le hacía pero iba como el vino mejorando con los años, hice una mueca y sacudí la cabeza.

-No sé porque pienso que serás un peligro en estos lares, camarada-

Pasé la mano por mi cabello para acomodarlo hacia atrás, ciertos mechones eran algo rebeldes y se deslizaban hacia delante molestándome la visión, tanto hacía este movimiento durante el día que era ya una manía, una costumbre que no podía evitar. Aguardé por su respuesta, que no sé por qué pero fue tal y como la esperaba, cuando él quería ser galán con alguien lo era, pero conmigo podía ser el normal y a veces algo que no sé cómo definir en palabras. Solté una carcajada ante su comentario y me crucé de brazos.
-Que aún recuerdo todas esas cosas que me susurrabas, y demás- dije abriendo los ojos para después sonreír victoriosa –Nunca ganaste- dije levantando las cejas, para después levantar los brazos como aquellos deportistas cuando llegan a la meta. Meta a la cual él no fue capaz conmigo. Enarque la ceja. Valla lío que tuvo que haberse aguantado en ese momento donde el director seguro querría matarlo. Solté una risa.
-Realmente te pasas de Listo Jens…- dije ladeando la cabeza mientras soltaba un suspiro como si fuera un caso perdido. Me acomodé en el escritorio mientras intentaba ver mi reloj de muñequera ¿se habría quedado sin batería o yo lo había echado a perder mojándolo con el agua de la ducha? Al escuchar su pregunta, le miré mientras reía – ¿TU poner orden? ¿por quién me tomas camarada?-

Le observé con una sonrisa en el rostro – Bueno al menos confío en que ya tendremos un profesor más permanente…. Al menos que te encuentren teniendo sexo en el pasillo… o en la piscina del campus- suspiré, le miré y puse gesto coqueto.
-Venga admítelo me has extrañado – dije con voz seductora, pero después me reí divertida.

De mis labios se escapó una risa divertida, venga que él era realmente sexy pero lo que yo buscaba era una persona con la cual pudiera sentirme realmente segura, un chico que me haga reír sería de maravilla pero no obstante eso lo dejaba secundario lo importante era tener alguien que pudiera defenderme cuando lo necesitaba, alguien en que pudiera confiar que no me cambiaría por un cuerpo lleno de relleno, siliconas y extensiones de cabello. ¿Quién no quería caer en sus brazos? Valientes las chicas que lo hacían pero yo simplemente no me consideraba alguien que se ofrecía solo para satisfacer deseos reprimidos. Podría ser una cabrona a veces y hablar cientos de tonterías como si me hubiera tirado a muchos cuando no era así.

-Soy de mucho valor como para caer en tu museo que inspecciones con lo que hay en tu entrepierna?- dije negando suavemente para después arquear la ceja, aquella acción hizo que me estremeciera. ¿Qué demonios hacía? ¡Oh claro! … sacarme de quicio. Sus siguientes palabras me hicieron mirarlo atónita -¿pero qué hablas?- dije entre risas – yo no soy de tu museo… ni lo seré… así que no sé a qué te refieres con repetir…- dije sacándole la lengua. En su tiempo si habíamos tenido una tensión sexual, venga se la vivía mandando indirectas para convencerme como a las otras pero digamos que yo era la horma

Hablar con el era divertido, era una especie de juego mental, en el cual tienes que saber que responder a cada cosa que piensas que va a decir, quizás tuvimos un tiempo sin vernos pero, ahí estaba el abriendo la boca y soltando cosas que yo sabía por intuición que me diría. Una risa se escapó de mis labios, para después soltar un suave suspiro –Exacto, la respuesta automáticamente será no…- dije fingiendo neutralidad en la mirada, aunque realmente estaba disfrutando del momento, era… ¿divertido? No sabría definirlo con exactitud.
¿Qué yo lo provocaba? Realmente no sabía lo que decía en sus bromas, si yo hubiera intentado provocar, estaría intentando posar sexy o sonreír como aquellas de las películas, bueno en realidad no sabía que definía la palabra “coquetear”, le mostré mi dedo medio como respuesta a lo primero, solté una débil risa, y me acomodé el cabello, pensando palabras para definir todos esos días de mi vida sin haberlo visto.
-Bueno, ahora estoy aquí sin permiso de mi madre, aunque ella ya sabe de mi paradero, las cosas están extrañas. Cambiando de tema, tengo NOVIO, aunque para serte sincera estoy algo insegura, tu sabes- dije haciendo una mueca – No seré una arrebatada sexual como tu, pero tampoco soy una cursi ferviente enamorada, pero siento que falta algo- me pase la mano por el cabello.
-Ja no se que decirte, he chocado un auto, he hecho tonterías como siempre… mi vida es menos interesante que la tuya…- dije pensativa.
- entonces camarada ¿y tu corazón sigue indomable?-

Sus palabras me extrañaron ¿que me había perdido en sus palabras? Ahora resultaba que no podría mantener una charla con el sin que este diciéndome cosas de manera casi… ¿subliminal?, le observe con los ojos entrecerrados, venga realmente me aturdía cuando me hacía pensar en cosas que había dicho o hecho anteriormente. Hice una débil mueca pensativa. Realmente no encontraba nada oculto, quizás y la hora me afectaba, necesitaba dormir un poco mas para tener a mis neuronas trabajando al 100%.
-¿Qué mierda has ocultado?-dije con voz de “de acuerdo no pienso pensarlo mas así que dime…” debía reconocer que Jensen sabía como colmarme la paciencia, cuando me lanzo el beso solo solté un gruñido y fruncí la nariz.

-Calla, calla, solo dices tonterías, cada vez que separas esos labios, querido- le regañé ladeando suavemente la cabeza. Lo siguiente si me hizo reírme a carcajadas –¿continuas con eso?... te diré algo- le puse las manos en los hombros- cuando vuelvas a Nacer y no seas tan puto, quizás y tal vez me lo piense, haz que se te grabe eso en tu cabezita – le toque con el dedo índice la sien.