Pruebas para entrar al club {Miembros del club Alpha omega}

Por fin estaba en la sala de reuniones de el club que acababa de crear con Erin. Me costó un poco convencerla pero al final lo hice y ahora teníamos un club un poco especial. No era para nada elitista, como lo eran la mayoría y su objetivo no solo era divertirse o compartir aficiones, si no ayudar a los estudiantes de la universidad con consejos o solucionando disputas. Me parecía que la universidad necesitaba lo que yo tenía en mente, porque a veces la gente necesitaba ayuda y no sabía donde buscarla, y en esos casos mi club intervendría.

El lugar que nos habían asignado para las reuniones era realmente increíble. Para empezar era mucho más grande de lo que yo había pensado. Además tenía dos zonas que nosotras habíamos diferenciado a la perfección.
Por un lado estaba la zona "seria" que consistía de una mesa de madera oscura que realmente enorme, a ambos lados tenía diez sillas y una en cada extremo. Eso estaba perfectamente ordenado, habíamos puesto algunos folios, un boli para cada una y ese era el lugar en el que estaba mi portátil.
Y por otro estaba la zona desastre, la cual era mi favorita, consistía en un par de sofás de unos dos metros de largo de color rojo que a mí parecer hacían que eso pareciera un puticlub, cosa que le había dicho a Erin nada más verlos. También habían cuatro sillones que, junto a los sofás, tenían forma de U. Además habían varios puffs repartidos por ahí. En medio de los sofás y los sillones había una alfombra verde de pelo largo, en la que me había tumbado nada más llegar. Sobre los sofás y los sillones habían numerosas cajas con libros, películas y cosas que habíamos cogido Erin y yo, para hacer el lugar más nuestro. Además había una mesa rectangular en la que posiblemente pondríamos una televisión, l os sillones y los sofás estaban orientados hacia esa zona. También habían varias estanterías y alguna que otra mesa cerca de las ventanas.

Erin y yo habíamos llevado varias cosas para decorar el salón pero como éramos unas vagas habíamos dejado las cajas por ahí encima y ahora estábamos haciendo el tonto. Mi amiga se había ido hacía un rato a hacer algún recado y yo me había quedado absolutamente sola. Había cogido mi portátil, puse una canción muy animada y comencé a bailar por ahí mientras reía como una loca y daba vueltas sobre mi misma. Definitivamente parecía una desequilibrada, estaba segura de que daba miedo. Pero yo era así, esperaba que ese día pudiese mantener la compostura y poder realizar los "juicios" con seriedad aunque sin pasarme, claro. Quería ser amable pero dar la imprensión de que me tomaba todo eso muy en serio. Solo quería hacer varias preguntas para conocer a esas personas y saber si encajaban en los ideales que yo consideraba necesarias para entrar al club.

Estaba haciendo el tonto cuando hoy la voz de una chica hizo que me detuviese. La miré y le sonreí con amabilidad, la muchacha parecía algo nerviosa, me acerqué a ella - Hola, soy la jefa del club, me llamo June McQueen, pero puedes llamarme JJ o Jen, como prefieras - me presenté con amabilidad, intentando tranquilizarla con mi tono de voz y mi sonrisa - ¿Y tú cómo te llamas? - le pregunté con curiosidad mientras fijaba mi mirada en ella, intentando analizarla, a primera vista me parecía una chica tímida, y no parecía desagradable, y eso me aliviaba. Yo quería que la gente que se uniese al club fuesen personas agradables, además de cumplir con todos los requisitos para formar parte de mi club.

Estaba pensando en eso cuando apareció otra chica, le sonreí cuando dijo que venía a hacer la prueba para entrar - Encantada de conocerte, Florencia ¿puedo llamarte Flor? - dije con amabilidad, la chica parecía agradable y eso me alegraba aún más - Yo soy June McQueen y soy la jefa del club, puedes llamarme JJ o Jen - dije sonriendo con amplitud. Estaba intentando ser yo misma, cálida y amable, para que las chicas se relajasen, además quería que me conociesen bien desde un primer momento - Supongo que os preguntaréis en que consiste la prueba, os adelanto que solo son unas preguntas para conoceros mejor y saber si cumplís con los requisitos necesarios para uniros al club - les expliqué para que así se tranquilizasen un poco - ¡Así que sed vosotras mismas y todo irá bien! - dije sonriendo con amplitud. Desvié mi mirada a mi móvil, aún quedaban unos minutos para la hora acordada, esperaba que los demás no tardasen mucho, tenía muchas ganas de conocer a las personas que estaban interesadas en mi club.

Le sonreí a Claire cuando se presentó - Encantada de conocerte, Claire - dije con amabilidad. Esperaba que el ser cálida y simpática ayudase a las chicas a ser ellas mismas y parecía que lo había conseguido, ya que ambas parecían menos nerviosas. Porque yo sabía que cuando alguien está nervioso le cuesta ser él mismo y es más difícil analizarle, por eso necesitaba tanto que se comportasen con naturalidad.

Me quedé mirando a Flor cuando dijo lo del ritual y sonreí - Podríamos hacerlo después de las pruebas - dije sonriendo, lo cierto era que eso podía ser interesante y divertido. Yo quería un club que ayudase a la gente pero también quería que todo fuese divertido, además quería que todos los miembros se sintiesen apoyados y queridos, que fuésemos una gran familia. Eso era lo que deseaba y necesitaba al mismo tiempo. Estaba pensando en eso cuando llegó una chica, le sonreí con amplitud, al oírla hablar me parecido simpática - Es un placer conocerte, Mel - dije mientras me sentaba en el sofá - Yo soy June McQueen, puedes llamarme JJ o Jen, como prefieras, ah y soy la jefa del club - dije con amabilidad.

Miré un momento mi reloj y suspiré, ya era la hora - Esperaremos un poco más a ver si llegan los que falta y si tardan mucho empezaré con las pruebas - les dije a las chicas y les dediqué una sonrisa - Sentaos y poneos cómodas, puede ser que tengamos que esperar un rato - comenté sonriendo con amplitud. Esperaba no tener que esperar mucho más, además no podía evitar preguntar donde podrían estar Erin, me extrañaba que aún no estuviese ahí.

Iba a matar a Erin. No sabía por qué se dejaba convencer por ese pequeño diablillo con cara de ángel; quizá es porque jamás podría negarle nada a su hermana pequeña. Ni siquiera apuntarse a un club en el que no se veía; seguramente fuesen todo mujeres. Y, para colmo, ella le había dicho que el club lo fundaba con June. Sí, nada mejor. Realmente no tenía ninguna gana de verla, preferiría enterrar la cabeza en un montón de estiercol, pero Erin había insistido de tal manera que... en fin, allí estaba, caminando hacia donde su hermana le había dicho que se tenía que dirigir. Y todo por hacerle feliz a su hermana. A Neîvak se le daba bastante bien escuchar y ayudar a los demás, siempre y cuando estuviese dispuesto y los considerase amigos cercanos.

Abrió la puerta casi encomendándose a Dios, si creyese en él. A parte de June, había cuatro chicas más que no conocía de nada. Y su gozo en un pozo... porque su hermana no estaba allí como le había prometido. ¿Acaso era una emboscada? Porque sabía las intenciones de su hermana, cosa que él en absoluto compartía. Cerró la puerta tras de sí, reprimiendo un suspiro e intentando no alzar la mirada hacia arriba buscando ayuda divina. Miró al grupo de chicas con un vistazo por encima y luego al lugar. Se lo habían montado bien; Erin le había estado calentando la cabeza contándole con detalle cómo lo estaban preparando. Se adentró más acercándose al grupo con una media sonrisa ladina.

-Buenas. Soy Neîvak. -Se presentó despreocupadamente.

Me estaba poniendo algo nerviosa porque Erin no aparecía, no tenía ni idea de donde estaba, la necesitaba ahí conmigo, dejé escapar un suspiro y me quedé mirando la puerta esperando que entrase por ella. La puerta se abrió, por un segundo pensé que era mi amiga pero me equivoqué, aún así sonreí al ver a mi compañera de las animadoras - Ey, Kath - la saludé con amabilidad - Bueno ya sabes quien soy y te explico que soy la jefa del club - le dije con total amabilidad. Me alegraba de tener conmigo a alguien que al menos conocía ya de antes, esa chica me había parecido interesante desde el primer momento y pensaba que realmente podíamos llevarnos bien.

Miré la hora con algo de impaciencia, los minutos pasaban y sabía que aún faltaba gente, el problema era que no sabía sus nombres ni nada, ya que la lista la tenía mi subjefa. Dirigí mi mirada a las chicas que estaban conmigo - Supongo que empezaremos ya, si alguien llega más tarde que se una a nosotras, ya estoy harta de perder el tiempo - dije con algo de molestia mientras me levantaba y me dirigía a la mesa en la que realizaría la prueba. Pero entonces la puerta se volvió a abrir, le dirigí una mirada curiosa y me quedé helada. Maldije para mi misma, de todas las personas de la facultad él tenía que unirse a mi club, estaba segura de que no era una simple casualidad, sabía que Erin estaba detrás de eso. Tenía ganas de gritarle mil cosas y también de abrazarle, me golpeé mentalmente por eso y me dije a mí misma que tenía que mantener la compostura - Hola, Neîvak - saludé y le dirigí la mejor de mis sonrisas.

Miré a los presentes y sonreí con amplitud - Venid a la mesa, empezaremos diciendo nuestro nombre, edad, facultad y cosas así para saber un poco de los demás - les expliqué mientras me quedaba al lado de mi silla, esperando que se sentasen todos. Quería empezar mal, me sabía mal por Erin pero no podía tener a esas personas ahí esperando. Solo esperaba que todo saliese bien, quería estar a la altura pero sabía que con la aparición de ese chico todo se me había complicado, aún así iba a mantener la compostura.