The wings of the butterfly (Astrid Rosseau)

por Invitado Sáb Jul 07, 2012 8:38 pm

Luis Miguel dormía, el reloj tubo que sonar más de diez veces para tener el más mínimo efecto sobre el castaño sin embargo no fue la alarma lo que le despertó del todo sino el impacto que se llevó contra el suelo en un intento por "acabar" con ese maldito timbre del mal. Luis tenía un sueño pesado, tanto que no se hubiera despertado por completo a no ser que le hubiera caído el techo encima. ¡Pero qué perezoso se había vuelto en los últimos seis meses! Su mejor amigo jamás hubiera llegado a adivinar la verdadera razón por la cual Luismi se había convertido en un Bello Durmiente, acaparando como mínimo 6 horas del día para dormir; y con seguridad no lo llegaría saber nunca, era técnicamente imposible saber qué era lo que estaba pasando por la cabeza de Alcega. ¡Ah, Alcega! Aquel apellido se le hacía tan lejano y distante, tan frío e insignificante, sin embargo había constituido un detalle importante en su corta y apasionada vida. Tan lejano y distante como lo era Miguel Angel Alcega y Mary Jones.

Tardó media hora en alistarse, serían eso de las 8:00am para entonces, y finalmente bajó del mini departamento para encaminarse al estacionamiento. Aquel día tenía planeado hacer las compras, depositar algo de dinero a su madre y pagar una deuda que tenía su padre con cierta persona. Una mujer bastante belicosa que le había prometido una bala calibre 50 en las huevas si no le daba el dinero, de hecho. Una sonrisa de medio lado se dibujó en sus labios a ver a su bebé, a su amado... a su [Solamente los administradores pueden ver este vínculo]. Se trataba de un coche deportivo, aerodinámico, ligero y bastante cómodo; con sillones acolchados de una exquisita tela, como de gamusa, y un sistema de audio envidiable por cualquiera que se precie de ser un amante de los coches. Sin embargo, lo más importante aún, era que alcanzaba los 707hp, más o menos la velocidad alcanzada por los coches en los juegos de Gran Turimo, semejantes a Fórmula 1 .

El joven hijo de mafioso miró por el retrovisor notando que nadie le seguía, entonces incrementó la velocidad considerablemente y abrió las ventanas del Ferrari. Tras unos segundos corriendo por las solitarias calles sintió la adrenalina de la carrera subir por su cuerpo excitando cada una de sus fibras nerviosas y, entonces, ¡una curva! Un movimiento violento fue lo único que basto para derraparse y en segundos estuvo aparcando frente a un starbuck a poco de haberse volcado. Una vez más su habilidad al volante, o su jodida suerte, le había salvado de una catástrofe. Entonces bajó de aquella "nave", con sus lujosos lentes de Carey, la evidente ropa de marca, el exuberante aroma seductor de Black XS y su indudable habilidad para llamar la atención femenina. Era imposible no darse cuenta de que se trataba de una persona importante. Realmente más importante de lo que muchos podrían llegar a pensar. Sin embargo cuando se dispuso a partir nuevamente, no fue la infraestructura del local aquello que más llamó su atención, sino la hermosa fragilidad y gracia que se podía vislumbrar en una de sus clientes. Exquisita, pensó para sí, al tiempo que se aproximaba a ella.

por **Astrid E. Rousseau** Jue Jul 12, 2012 8:57 pm

Eran... no estaba segura, solo sabía que era muy temprano y aun moría del sueño ya que se había tenido que quedar despierta casi toda la noche haciendo un trabajo, pero no podía seguir durmiendo por que aun le faltaba como la mitad del mismo, además de estudiar para otro examen por lo que a regañadientes se levanto de la cama y se fue a arreglar, durando casi media hora en la ducha aun cuando ese día no lavaba su cabello ya que lo había hecho el día anterior. Cuando estuvo duchada se vistió, usando un vestido de cuadros y manga corta de los que se parecen a las camisas, de botones la frente, el cual acompaño con unos leggins negros y unos zapatos altos rojos y un bolso negro, además de un collar de búho. El maquillaje era sencillo y el cabello lo lucía suelto cuando estaba lista y decidió tomar su laptop e ir al Starbucks que quedaba cerca, después de todo amaba ese café y tenía que terminar de todos sus trabajos. Lamentablemente su auto estaba en revisión con el mecánico por lo que tuvo que irse en taxi y complicarse un poco con todas las cosas que llevaba en las manos.

Cuando llego al lugar le pago al taxista y entro en el Starbucks sentándose en una de las mesas cercana a la ventana para poder perder el tiempo de vez en cuando mientras estudiaba y lleno la mesa de papeles, notas y libros, además de la misma laptop en la que empezaría a trabajar después de hacer su pedido - Buenos Días señorita que se le ofrece - pregunto una de las jóvenes que trabajaban ahí por lo que pensó levemente que se le antojaba - Un Caramel Macchiato y un... mmm no me decido - reconoció entre risas por que habían dos cosas dulces que realmente amaba de ese lugar y eran los Petite Vanilla Bean Scone y el Raspberry Swirl Pound Cake, pero finalmente se decidió por uno de los dos - deme una orden de Petite Vanilla Bean Scone - pidió por fin para luego ver como se iba la muchacha por lo que se dedico a lo importante que era su trabajo por lo que encendió la computadora y espero a que todo estuviera para quitarle el cuerpo al búho de su collar dejando solo la cabeza del mismo, después de todo era una llave maya la cual metió en el lugar correcto esperando que los documentos de la misma se abrieran por que los necesitaba. Sin contar que estaba tan distraída que no se dio cuenta que un conductor irresponsable casi tiene un accidente ahí cerca de ella y que ella pudo salir afectada del mismo. Después de todo llevaba puestos los audífonos de su ipod y escuchaba música a un nivel medio alto.

FdR: disculpa es que realmente estuve mas que ocupada hasta hoy

outfit:

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