Encuentro en los vestuarios [Jake T. ] [+18]

Las chicas no habían aparecido ese día pero ella no se había ido a casa, todo lo contrario, se había quedado entrenando, quería ensayar unos pasos para el próximo partido, quería que todo estuviese perfecto, que sus chicas les dieran tantos ánimos que animaran a los jugadores y que estos ganasen gracias a ellas, se había pasado cerca de una hora dando piruetas y saltos, que horror, sentía su ropa pegada a su cuerpo por culpa del sudor, se daría una ducha.
Se acerco a los vestuarios y al ir a empujar la puerta del de las chicas, esta no abría ¿Quien la ha cerrado? suspiro y miro al rededor, no había nadie, bueno, nadie se molestaría por que entre al de los chicos... Total ¿Estaba sola no? Empujo la puerta del vestuario y entro dentro de este, no se escuchaba ruido alguno, se acerco a las taquillas dispuesta a quitarse la ropa y entrar a las duchas, alzo su camiseta quitandosela, quedando en sujetador mientras caminaba, entonces se dio cuenta de que no estaba sola, se escondió tras las taquillas, mierda ¿De donde había salido? asomo el rostro para observar quien era, le sonaba, lo había visto en el gimnasio alguna que otra vez, ¿Que hacia? ¿Estaba espiando a un alumno? Mordió su labio mientras su mirada iba de arriba a abajo de su cuerpo.

Cuando el agarro su trasero ella emitio un suave jadeo, sentia el placer aumentar poco a poco, sentia como su cuerpo volvia a ser recorrido por pequeñas corrientes de puro placer, estaba a punto de llegar al orgasmo, este se le adelanto, sintio como su corrida se le llenaba de golpe, lo que la hizo gritar de puro placer, el sentirla dentro de ella hizo que sin poder evitarlo su cuerpo llegase tambien extasis, sintiendo como se corria por segunda vez esa noche gracias a el, estaba realmente exahusta pero aun asi queria mas, no sabia por que, la volvia demasiado loca, hacia que le necesitase ¿Que demonios tenia ese niño? Cuando sintio que sus pies tocaban el suelo, se agarro a el para evitar caerse ya que durante unos segundos sus piernas no respondian.
Sintio sus labios sobre los de ella, cerro los ojos siguiendole el beso, aquello era lo que necesitaba, no sabia si aguantaria de nuevo un beso apasionante sin haber descansado un poco antes, tal vez fuese por llevar tanto sin hacerlo o sin mas fuese que tal vez ese niño.... No fuese precisamente el niño que ella se esperaba. Si un encontronazo como este volviese a suceder, no pondria oposicion alguna la verdad...

Ruby se agarró a mi en cuanto la dejé en el suelo, y yo le rodeé la cintura con mis brazos, soportando su peso, antes de darle el dulce beso en los labios. Noté su cuerpo desnudo contra el mio, pero después de todo lo que había pasado todo mi apetito sexual había desaparecido y mi miembro se había relajado bastante en apenas unos instantes. Sonreí al separar mis labios de los suyos, pero no separé mi cuerpo del de la joven. Ladeé la cabeza y me decanté por presentarme como es debido... Habíamos ''conectado'' tan bien que habíamos ido al sexo nada mas conocernos, así que como mínimo debía presentarme después. -Mi nombre es Jake Adams, estudio Medicina aquí en Harvard, soy Pivoy en el equipo de baloncesto e intentó ser el mejor jugador de basket de la liga de este curso, ya que en la última me quede en las puertas... Tengo 22 años y estoy a tu disposición. -Esto último lo dije medio riendo, pero totalmente en serio, no quería separarme de Ruby, no después de todo lo que había pasado entre ambos. Me volví a pegar a ella y bese su hombro con delicadeza, el lugar donde la había mordido. Mientras mis manos acariciaban con suma suavidad su espalda... No me había gustado el morderle en el hombro, podría haberle hecho daño.

Se rio, aquello era comico la verdad, acababan de tener sexo y ahora se presenta, aunque la verdad es que todo aquello habia sido muy precipitado, habia sio impulsivo, no sabia que habia sido, ella no era asi normalmente, aun con la sonrisa en los labios decidio presentarse tambien.
-Muy bien Jake, mi nombre es Ruby Alishon Betsha, soy la entrenadora de las animadoras, e intento hacer que ganeis gracias a los animos de mis chicas, tengo veintisiete años y... Tambien estoy a tu disposicion- acaricio su pecho con las uñas lentamente haciendo pequeños circulos-que sepas... Que nadie suele poder repetir conmigo, pero tu tienes algo... Que me gusta-susurra cerca de su oido dando un suave beso en su cuello-Pero tampoco te creas que estoy a tu disposicion, no tengo dueño y no llorare por las esquinas si estas con otra, espero que no seas de esos que las quieren a todas a sus pies- rio levemente, la verdad es que no decia ninguna mentira, ella era creida y bastante segura de si misma, no iba a permitir que le rompiesen el corazon o algo asi y mucho menos a enamorarse de un niño con el que ha pasado una noche, se escabullo de entre sus brazos y se sento en uno de los bancos, estaba cansada, se tumbo en el banco relajando su cuerpo-¿Que vamos a hacer toda la noche aqui encerrados? Tengo hambre...

Sonreí ante lo que dijo, sabía perfectamente quien era ella, sabía que era la entrenadora de las animadoras y lo que tenía que hacer con su equipo. Comenzó a acariciar mi musculoso pecho con su dedo, mientras yo no apartaba mi mirada de sus ojos azules verdosos, mas bien verdes. -Pues... tomaré esta repetición como un gran derecho mi amor. -Dije sonriendo, la verdad es que me tomaba con ella bastantes confianzas pero... Después de todo lo que habíamos hecho ¿Como no hacerlo? Dudé un poco al verla tumbada y me terminé tumbando a su lado, pasando mi dedo índice por su vientre hasta sus senos, y despues de vuelta a su vientre, pero nunca dejando de mirar sus ojos, eso lo significaba todo. -Pues... Si quieres... Podemos intentar escapar por la ventana... E iríamos a tu habitación o algo... Solo si quieres. -Susurré mientras comenzaba a besar su cuello, arrimándome mas a ella y abrazandome a su cintura, no pensaba dejarla marchar.

Estuve un minuto abrazado a ella hasta que tuve que realizar la pregunta que llevaba quemando mis labios bastante tiempo. -Ruby, cielo... A ti... ¿No te importa que sea alumno no? Osea que... ¿No te importaría que nos volviésemos a ver verdad? -Susurré algo confuso, no quería separarme de ella, ni en ese momento ni nunca en especial, la idea me dejaba sin fuerzas y sin ganas de nada. giré para quedar tumbado sobre ella y pase mis piernas por su cuerpo, dejando una a cada lado de su vientre. Después apoyé mis manos a ambos lados de su cabeza, sin rozarla, obviamente. Y agaché mi cabeza hasta llegar a sus labios, dándole un beso tan dulce como el anterior, pues mis pulmones no estaban para aguantar otro morreo como el de antes... De eso estaba seguro.

Miro hacia las ventanas, bueno, no era una mala idea, ¿Meterle en su cuarto? Mmm... No sabria decir si era una buena idea que el que estuviese alli, podria verle alguien... Se mordio el labio cuando este acaricio su vientre, sonrio encogiendo levemente el cuello al sentir sus besos, sentia cosquillas, habia pillado un lugar justo en el que todo le hacia cosquillas, estiro de nuevo el cuello haciendo que la besase en otro lugar para no sentir las cosquillas.
-Claro que me importa que lo seas... Pero por mucho que eso me importe, te quiero entre mis piernas a diario -dijo riendose levemente, la verdad es que no queria que la dejase asi como asi, ahora no, llevaba tanto tiempo sin sexo, que habia encontrado en el... Un juguete, por asi llamarlo. Le miro quedandose quieta, sonriendo al ver como se colocaba sobre ella, cerro los ojos y le beso con la misma dulzura, agusto por la situacion.

Sonreí por lo que me dijo de que me quería entre sus piernas todos los días ¿Tanto le había gustado? Que pregunta mas tonta... Después de que la joven tuviese dos orgasmos, esa pregunta sobraba... Sobraba bastante la verdad. Aunque aun no me había respondido del todo a la pregunta de si quería que fuese a su habitación o no. Me quedé pensando unos instantes como convencerla y fue cuando me senté ahorcajadas sobre ella y le dí aquel tierno beso que no se cuanto tiempo duró. Al principio, únicamente la besaba en los labios, no necesitaba mas. Pero después pensé en como convencerla y tuve una idea. Deslicé mi mano por su vientre hasta su intimidad de nuevo, todavía húmeda por todo lo sucedido, y la comencé a acariciar de forma superficial, obviamente sorprendiéndola. -Seguro... ¿Que no quieres que vaya? Queda mucha noche por delante... -Susurré contra sus labios con algo de lascivia.

Seguia debajo de el, tranquila, estaba agusto la verdad, su pregunta de este volvio a hacerla pensar, ¿De verdad queria ir a su cuarto? No solia llevar visitas a este, estaba pensando cuando de repente sintio la mano de este, lo que la hizo emitir un gemido que no pudo controlar, trago saliva y comenzo a jadear levemente, estaba claro, queria matarla a placer esa noche... Y la verdad es que estaba de acuerdo, queria que eso pasase.
-Si te pillan en mi departamento nos la cargaremos ambos...-susurro ella mientras intentaba no jadear, a quien iba a engañar con esas palabras, queria que fuese a su cuarto, tirarselo en la ducha, en la cama, en el sofa, donde fuese, queria sentirle de nuevo, tal vez hubiese sido mala idea lo de hacerlo con un alumno, siempre fue algo... Ninfomana y estaba claro que aquella noche el habia despertado en ella algo dormido, paro su mano y se incorporo quedando a escasos centimetros de su boca, susurrando-Esta bien machote... vamos a vestirnos... Saltaras por esa ventana que a ti te sera como saltar un escalon... Me ayudaras a bajar, entiendeme, me sacas medio metro de altura, y vamos a ir a mi cuarto del cual no saldras hasta que amanezca ¿Lo has entendido?-dijo ella besando de repente sus labios con cierta intensidad.

Me quedé escuchando sus comentarios, sabía perfectamente que era arriesgado colarse de esa manera en la habitación de la entrenadora... Y sabía que todavía era mas peligroso lo que iba a pasar ahí dentro. Aunque estaba completamente seguro de que todo eso iba a valer la pena, ella al menos valía la pena. -Lo he entendido todo... Se perfectamente que es arriesgado, pero también se que no me pienso separar de ti ni un segundo. -Susurré sonriendo, antes de que ella se abalanzarse sobre mi, aunque yo estaba encima, y me comenzase a besar en los labios con intensidad, beso al cual yo respondí por supuesto, hasta ahí íbamos a llegar...

Mis dedos seguían acariciando su sexo, no deseabamos parar... No queríamos parar, pero era bastante mas seguro ir a su habitación y pasar la noche ahí, que dormirnos en los vestuarios y ser descubiertos por el conserje por la mañana, nos meteríamos en un buen lio. Continué con mis caricias por su intimidad hasta que lentamente me separé de ella. -Será mejor que nos cambiemos o... No nos iremos nunca. -Comencé a vestirme lentamente, aunque no quería dejar a la entrenadora ni dos minutos, me quedé esperando a que ella también estuviese preparada.

Besaba sus labios con pasion entre leves jadeos por lo que el seguia haciendo con la mano, cuando se separo le miro a los ojos, lamio sus labios por ultima vez antes de levantarse y buscar su ropa, abrio la bolsa de deporte donde tenia todas sus cosas, dentro e esta habia un vestido que ella queria ponerse tras acabar el entrenamiento y asi ir a dar una vuelta, o irse de fiesta, ahora le serviria para otra cosa, sin ponerse ropa interior alguna, se puso aquel vestido, negro y tan ajustado que al no llevar ropa interior se marcaban sus pezones endurecidos y su trasero perfecto, queria provocarle, cogio la bolsa ya cerrada y se la dio a el sonriendo de lado.
-Tu la llevas- se mordio el labio levemente mientras se lo decia haciendolo asi algo mas sensual, se acerco a una de las ventanas abriendo esta y espero a que el saliese antes para ayudarla despues, pues era algo alto para ella devido a su metro sesenta y poco-¿Vienes?