Tirar piedras está pasado de moda (Matthias)

Bonita época la de los exámenes, pensaba la castaña al levantarse en su departamento aquella mañana. Los prácticos no le molestaban tanto, porque al fin y al cabo no tenía tanto que hacer, le resultaban livianos. Pero preparar las preguntas de uno escrito, estar dos horas esperando a que los alumnos lo rellenaran y luego corregirlo; eso la mataba. Y ahora, lo primero que vio al salir de la cama fue el montón de hojas rellenas por letras ininteligibles que reposaban a la espera de recibir una calificación, sobre su mesa. No soportaría corregirlos allí, era imposible que se concentrara sin ponerse a hacer otra cosa, de modo que optó por hacerlo en la sala de profesores. Una vez allí, cargada con el bolso, la carpeta llena de exámenes y un café que había sacado de la máquina, se instaló tras ofrecer un rápido "buenos días" a los pocos compañeros que poblaban el lugar, cada uno concentrado en su trabajo.

Tras llenar un par de exámenes de signos en rojo y calificaciones poco satisfactorias dio un trago al café que se estaba quedando frío, y tras poner cara de asco se dirigió a por otro. Pero obviamente, toda la torpeza del mundo se había repartido cuando ella nació, y tropezó con una silla tirando el resto del café a un sitio en el que no se fijó. Estaba más ocupada palpándose el tobillo, que se había torcido tras el choque, de seguro los tacones habían tenido algo que ver. Al levantar la vista, con los ojos cubiertos por un par de mechones de pelo que apartó con un rápido gesto, maldijo por lo bajo todo lo que se le ocurrió. Sus ojos veían en ese momento el rostro que menos deseaban tener delante. -Lo siento. - Dijo con desgana mientras buscaba el café; localizó pronto el vaso de plástico vacío junto a sus pies y vio la inconfundible mancha marrón en unos papeles de Matthias. -Intentaré arreglarlo, si puedo hacer algo-. Las palabras pretendían ser amables, pero el tono de la voz denotaba lo contrario. Buscó un pañuelo de papel en su bolso y lo colocó sobre los papeles del chico para que absorbiera el líquido.

Había pasado casi todo el fin de semana poniéndome al día con algunos trabajos prácticos sin calificar, lo bueno es que no tenia demasiado alumnos pero al darle dos trabajos en una misma semana me hacían pasar dos días corrigiendo y leyendo aquellos prácticos; estuvieron muy bien todos y eso me daba orgullo ya que hacia darme cuenta de que no era tan mal profesor como yo pensaba. Había estado viendo algunas cosas en mi departamento ya que debía ir a la sala de profesores por algunos papeles que tenía guardados por ahí

Salí del departamento únicamente con un portafolio y mi móvil en mano, mirando un par de mensajes, encontrándome con algún que otro alumno que quería preguntarme algunas cosas, luego me di una vuelta por el campus, ya que me gustaba ver como estaban las cosas por ahí, me gustaba vigilar que nadie estuviera haciendo algo malo pero para mi suerte todo estaba mas que bien así que me di media vuelta y entre a la uni, fui a la cafetería y pedí un café ya que me gustaba mas el de ahí que el de la sala se profesores y de ahí me fui hacia allá

Entre silencioso ya que veía a los profesores muy ocupados con sus cosas, salude y me dirigí hacia uno de los muebles y saque los papeles que debía leer, corregir y firmar, los tome y me senté comenzando a leerlos, bebí un sorbo de mi café y lo aleje de los papeles para no marcharlos ya que me conocía y seguro alguno iba a quedar con mancha de café y no me iba a gustar ya que soy muy perfeccionista; estaba metido leyéndolos cuando veo venir hacia mi mas bien hacia la mesa el café de alguien quise correr los papeles para no mancharlos pero ya era tarde, me levante para no terminar manchado yo de café, tome los papeles y los corrí de la mesa, mire quien era y me sorprendió ver que se trataba de Sophia, solo negué y busque algo para limpiar

Deja, no pasa nada