Entrevista de Trabajo || Noah Biancofiore

Sentada en uno de los cómodos sofás del Hall en Financial Holding Company, la chica aguardaba pacientemente su turno para comenzar la entrevista que días antes había concertado en ese mismo lugar para obtener el puesto que solicitaban. Sabía que esta era una empresa demasiado importante y había tenido cuidado en ir presentable. Claro esta, sin dejar de lado su amado color negro en la mayor (casi totalidad) parte de su ropa.Como había llegado diez minutos antes, tuvo tiempo para relajarse un poco y repasar qué era lo que diría. Odiaba equivocarse, así que era mucho mejor practicar una y otra vez para no cometer ningún error durante la entrevista. Así hizo, y tan concentrada estaba, que volver a la realidad con la voz de la recepcionista, indicándole que podía pasar, fue algo repentino. Asintió, y sin más se dirigió hasta ahí. Dio tres leves golpes indicando su llegada y al escuchar aquella indicación de "Pase, bienvenida", no dudó en entrar. Con una sonrisa, fue acercándose y en cuanto aquel hombre se puso en pie y extendió su mano para estrecharla, ella hizo lo propio. -Buenas tardes Señor Biancofiore, es un placer conocerle.-El ademán del dueño de la compañía le indicó que podía sentarse y así hizo. Se mantuvo quieta y en actitud seria, dispuesta a responder todas las preguntas.

Hasta ahora, todo iba bien. Había pasado la primera fase de esta entrevista, las presentaciones de rigor, de buena manera si lo decía humildemente. Mirándole fijamente para no perder en ningún momento el contacto visual, sonrió ante la petición, o mejor dicho, orden implícita de aquel hombre. -Soy Alemana, tengo diecinueve años recién cumplidos y acabo de llegar hace pocos días a Ámerica, para estudiar Artes en Harvard.Sé quizás por la facultad que he elegido le parezca que no estoy capacitada para este puesto, pero antes de estudiar en la universidad tuve institutrices privadas que se encargaron de darme conocimientos de todos los ámbitos. Sé que su compañía ha sido pionera en su ramo y es por ello que me he presentado para el puesto. Puedo decirle también que mi vida es un libro abierto, mis aficiones son bien conocidas y se relacionan con las artes, aunque también me gusta administrar bien mi dinero. Como a cualquier persona, la verdad.-Dijo la chica con voz clara y firme, sin titubear en ningún momento y muy segura de sí misma.

Todo marchaba viento en popa y la chica continuaba sintiéndose segura de que estaba llevando a buen término todo esto y sinceramente se alegraba de haber pasado ocho horas diarias durante la semana previa a la cita practicando lo que diría. Eso le había ayudado bastante a no ponerse nerviosa, lo que no habría sucedido de no haber ensayado cómo es que se iba a presentar. -Lo sé, pero siendo sinceros, me gusta el dinero tanto como a usted, y de lo que he leído acerca de la compañía y aún más de su fundador, sé que he venido al sitio correcto.-Murmuró ella mientras observaba el movimiento del bolígrafo que se movía raudo y veloz en las manos de aquel hombre. En cuanto mencionó la disponibilidad de horario, asintió ante sus palabras. -Afortunadamente cuento con una carrera que no se rige por el estándar de Harvard; en el momento en que usted, en caso de contratarme claro está, requiriese mi presencia, estaría disponible. Eso no es algo que debería preocuparle.-Murmuró, con total naturalidad.

Ambiciosa, sí. Lo era y quizás ese rasgo era el más característico en su personalidad. Pero ¿Qué persona no lo era en este mundo? En una época como esta, la persona que no se preciare de poseer un poco de ambición en su ser, estaba destinada al fracaso y para ella eso no era una opción. Los fracasados nunca eran recordados en ningún sitio y ella no estaba en el mundo por eso. Alzó la ceja en actitud suspicaz cuando preguntó acerca de las "técnicas orales", pues habiéndose instruido de sobra, sabía perfectamente que esta era una de esas preguntas capciosas y no caería en ello. Había ido por el puesto y lo lograría. -Modestia aparte, soy una excelente oradora. Tengo facilidad de palabra e interactuo bien con las personas. Me considero capacitada para todo reto que se me presente si es que decide contratarme, señor Biancofiore.-Indicó ella.