Extrañaba esto (Ashley Rickford) +18

Le costaba mantenerse en pie, sus piernas flaqueaban con los masajes y la boca de Dem lamiendo sus pechos. Los gemidos emanaban de su boca acompañados de su respiracón agitada, sin embargo su mano no había cesado en darle placer a su marido. Su mano comenzó a moverse con ternura al principio, pero según su cuerpo se calentaba su mano se movía con más ímpetu. No quería ser la única que disfrutaba de aquello, y se aseguró de que asi fuera. Y no falló.

Su trato siempre era dulce, y disfrutaba de cada paso. Pero estaba deseoso, al igual que ella, y no le importó la rapidez con la que bajó sus bragas, si no que la hizo reir. Tambien le gustaba aquella faceta salvaje, directa. Tuvo que morderse el labio cuando pasó su mano por su sexo, pero quería más.

- No puedo más. dijo con dificultad dada su respiración acelerada. Estaba tan ensimismada en cada sensación de su cuerpo que no se dió cuenta que Demian se había bajado los pantalones y boxers. - Hazme ya... Antes de que terminara la tomó por la cintura, y ella se impulsó colocando las manos en sus hombros. Rodeó su cintura con sus piernas sintiendo su miembro cerca, y abrazó su cuello con sus brazos. Bajó lentamente sintiendo como la penetraba, mientras de su boca salían palabras que terminaban la frase, unidas a un gemido extasiado. -...tuya. ¡Oh, Demian!

Sus manos recorrían la espalda de Dem, clavando las uñas mientras con sus piernas se impulsaba siendo penetrada. Los gemidos salían de su boca impulsivamente, no podía controlarse, y ya poco le importaba el ruido que hiciera. La lujuria, el deseo acumulado en todo aquel mes estaba siendo recibido de manera desenfrenada y placentera. No quería que cesára, y para conseguirlo esperaba que la vuelta a casa culminara con otro gran recibimiento. Quería proporcionarle a su marido lo que no había podido en todo ese tiempo.

- Te quiero. Le susurró, entrecortadamente por el movimeinto, al oido, y seguidamente le mordió en el cuello dejando una marca, de la que estaba segura permanecería alli un tiempo.

Con un movimiento acompasado que aunmentaba poco a poco, Ashley disfrutaba del placer que le producía. Con sus piernas, alrededor de la cintura de Dem, se impulsaba arriba y abajo al mismo tiempo que él para que las embestidas fueran más intensas. El miembro de su marido era endiable e increiblemente excitante. A cada penetración el cuerpo de Ash golpeaba contra la pared, sin importarle a ambos que ruidos que podían formar en la sala contigua. Ya nada los detenía de aquel reencuentro desenfrenado.

Su boca no dejaba de recorrer el cuello y hombros de su marido besandolo, lamiendolo y dejando marcas cuando el éxtasis la alcanzaba. Al sentir como una de sus manos alcanzaba a interponerse entre sus cuerpo, el roce de su mano bajando con un cuerpo hasta llegar a su clítoris la hizo emitir un gemido desproporcionado, pero contenido, tirando la cabeza hacia atrás. Sus manos pasaron por su cabello agarrandolo con fuerza -Eres el mejor, cariño le dijo al oido con voz excitada por el placer de aquel tocamiento.

De repente paró y sus piernas se soltaron bajandose de él. No quería cesar, tan solo proporcinarle otra perspectiva. Lo besó efusivamente en los labios, pasando las manos por su cuerpo que rogaba más. Se dió la vuelta y apoyó las manos en la pared, encorvando su cuerpo formando casi una L, exponiendo a su marido su cuerpo. Lo miró por encima del hombro, mordiendose el labio inferior, rogante y suplicante, provocandole para que continuára.