Nueva ciudad, nuevo fondo de armario [Sophia]

El smoothie de mango que había comprado le había parecido a Sophia uno de los mejores que pudiese haber comprado en toda su vida (claro que exageraba), le había parecido tan bueno que estaba pensando en comprarse otro pero antes parecía ser que el destino no estaba de acuerdo y decidió distraerla con una tienda de ropa que hacían brillar sus ojos azules de tal manera que 'el mejor smoothie de su vida' había pasado ya a la historia.

Sophia (muy obviamente) se encontraba 'vagando' por el centro comercial, había pasado toda la mañana discutiendo consigo misma mientras leia su gigantesco libro de anatomía, estaba harta de todo y no quería leer mas pero su moral le decía a gritos que lo hiciera. Tremenda encrucijada en la que estaba. Leyó un poco y luego de un par de horas leyendo (mas bien de medio ojear el libro mientras se distraía con música ) se convencio de que ya habia sido suficiente, opto por ponerse unos tacones de color blanco y tacon corrido, una blusa estraple, con fondo blanco y flores pequeñas de color rozado, que parecia mas bien una segunda piel, marcaba y resaltaba sus cuervas de una manera casi celestial que le hacia a la chica sentirse aun mas segura de si mima, opto por unos pantalones de mezclilla, Se maquillo y por ultimo se alboroto el cabello y cuando estuvo lista voló hacia el centro comercial a distraerse un poco.

Como era de esperarse la chica se viera hermosa, llamar la atencion era algo que hacia casi sin dare cuenta aunque quiza era la manera en que sonreia sin razon aparente, el punto era que se encontraba viendo tantos vestidos como viera, mas no encontraba ninguno que verdaderamente quisiera provarse y asi fue que al girar en busca de algo que llamar verdaderamente su atencion se encontro con una silueta inconfundible. La entrenadora Betsha estaba probandose un vestido, la observo de reojo y pensó que aquel vestido se le veía encantador y como no iba a hacerlo si la que tenia por entrenadora era una mujer bella, Sophia le 'había echado' el ojo desde siempre pero se había limitado a solo eso. El hecho era que viendose ella sola en aquel gran lugar, observando que al parecer su entrenadora estaba igual de sola que ella y aferrada a la excusa de que quería tener una mejor relación con su maestra decidió de una buena vez por todas ir a saludarle.

Es un hermoso vestido entrenadora- se acerco sonriendole dulcemente -y usted se ve muy bien el, debería llevárselo- no era solo cumplido si no que era enserio, se veía muy bien en el -no se si me reconozca, pero soy una de sus alumnas Sophia, espero no interrumpirla- pregunto con amabilidad

Salio del probador con los vestidos en la mano, dejo en una percha que allí había varios de estos quedándose con dos de estos, la miro y esta comenzó a hablar, ¿Le había dicho que si? Perfecto, una sonrisa se dibujo en su rostro, una sonrisa de agradecimiento, de ilusión.
-Claro que sigue en pie- sin pensarlo y presa de la euforia del momento, agarro su mano y salio corriendo hacia el mostrador, dejo los vestidos en el mostrador, cuando le dieron el precio ella misma se sorprendió, menos mal que tenia dinero de sobra, si no... Estaría arruinada con tan solo dos vestidos-Aquí tienes- le dijo a la dependienta dándole la tarjeta de crédito, una vez estuvo pagado recogió la bolsa y la miro a ella manteniendo aun la sonrisa-Vamos, quiero mirar camisetas-volvió a coger su mano siempre con una sonrisa en los labios y comenzó a andar tirando de esta hacia otra tienda cercana.

-Bien, me vas a aguantar toda la tarde que lo sepas, no podrás librarte de mi-rió con cierta musicalidad mientras entraban en la tienda.

Mientras buscaba ropa se dio cuenta de que lo mas probable es que no le gustara que la arrastrara por todo el centro comercial, quizás deberia pedirle perdón por lo echo, tampoco lo hacia queriendo, era bastante impulsiva cuando estaba confiada con alguien, y ella le caía bien.
-Claro que tendrás recompensa por esto- siguió escuchándola y sonrió- Esta bien, esa sera tu recompensa entonces, te devolveré el favor acompañandote a comprar- esbozo una sonrisa y se quedo mirando camisetas mientras ella se fue a mirar a otro lado.

Cuando esta volvió miro las camisetas que ella había traído sonrió, las cogió una a una observando cada una de estas mientras la escuchaba, eran todas muy bonitas, pero acabo de escoger quedandose con tres, una azul celeste con la manga caída, un polo verde y una camiseta que llegaba casi hasta los muslos de color rojo.
-Voy a probármelas, ven-sonrió y fue hasta los probadores, se metió en uno de estos y se quito el vestido de nuevo, se coloco la camiseta roja, incluso podría pasar por un vestido bastante corto, se dio cuenta de que si abría el probador la vería todo el mundo, se le ocurrió una idea-Sophia, entra al probador... No puedo abrir la tela y al venir con un vestido no llevo pantalones...-dijo sacando únicamente la cabeza para hablar con ella, siempre con una sonrisa en los labios, volvió a esconder la cabeza en el probador mientras esperaba a que ella entrase dentro del probador.

No se había parado a pensar en que aquello tuviera consecuencia alguna o no, no se esperaba lo mas mínimo que una alumna la mirara con otros ojos, por así decirlo, por lo que la invitó a pasar al probador como si nada.