Primer dia de clase (Estudiantes Enfermeria PASEN)

-Me habia levantado hoy temprano, seria mi primera clase para medicina, y hoy solamente daria un leve curso de orientacion para poder orientarlo en lo que es la medicina y de cosas asi. Tenia que empezar a hacer el plan de evaluacion para mis alumnos, no queria un desorde con los trabajos, con las tareas, y demas cosas que me pueda imaginar no seria como el semestre pasado. Sali de mi casa, con mi mochila en mano y algunos que otros libros para la clase de hoy, iba tan apresurado que ya llevababa cinco minutos tardes suspire por un momento y estacione el carro enfrente de la universidad justo a la hora, como habia llegado tan solo unos minutos adelantado me pase a la biblioteca para hablar con la bibliotecaria y asi de aprovechar darle el libro que habia tomado el dia anterior. Saliendo de la biblioteca, me dirigi hacia la sala de los profesores saludando a mis compañeros, sonrei, y vi a Ruby, se podria decir que era de unas mis mejores amigas negue con la cabeza y deje mis cosas ahi, me entretuve hablando con los demas profesores viendo que planes tenian para sus nuevos estudiantes negue con la cabeza y mire la hora-Tengo que irme, tengo todo el dia hoy-bufe fastidiado y sali de esa sala asi no mas-

-Subi algunas que otras escaleras para llegar al aula que seria mi hogar durante todo los dias sonrei y vi que en el aula no habia llegado nadie, negue con la cabeza y me sente en el escritorio esperando a que los demas alumnos empezaran a llegar como ha de ser el primer dia no mandaria tareas, ni nada por el estilo , solo seria como un curso de orientacion para los nuevos alumnos y presentarnos y cosas asi, me gustaba el primer dia de clases, lo disfrutaba y mucho-.

Eran las 6:30 am según el reloj de muñeca que me había regalado mi madre, las navidades pasadas. Miré el menú que el entrenador me había proporcionado y con la ayuda de Ruby conseguí hacerme uno a medida para mi, algo que no fuera tan agresivo para el cuerpo así que después de coger un par de huevos revueltos me lancé a correr por todo el campus hasta Cambrige, después estuve una hora en el gimnasio como mandaba el entrenamiento y salí duchado y preparado para conocer al nuevo profesor del semestre. Había leído sobre el en alguna resvista científica pero jamás pensé que se quedaría en Harvard a dar clase, pudiendo trabajar en investigación. Aunque ya me encontrara en el último año de la carrera, se podía ir de oyente y cualquier información es buena para el año siguiente hacer la tesis. Además de que si demostraba ser un buen alumno conseguir una carta de recomendación de este Doctor era una puerta abierta al futuro.

Mis pasos me llevaron rápido hasta la puerta del aula y vi que el primero de los alumnos entraba antes que yo, nervioso por encontrarlo y tranquilo porque no sería la primera de mis clases. Me senté en silencio en una silla apartada y sonreí expectante sacando las hojas y el bolígrafo preparado de coger todo lo que podía y si se podía a final de la clase presentarse .

Escuché el pitido del despertador mientras seguía sumergida en un profundo sueño. Abrí los ojos con gran dificultad para poder mirar la hora que era. Las seis y media de la mañana. No podía creer aun de donde sacaba las fuerzas para levantarme todas las mañanas. Me estiré profiriendo un leve gemido. Observé a mi alrededor. Unos pequeños rayos de sol se colaban por las rendijas de la persiana. La habitación estaba en silencio. Adoraba la soledad y la intimidad que tenía para mí sola en aquel lugar. Me levanté para tomar algo de desayunar pero, antes de eso, me puse una camiseta que me estaba grande para cubrir mi cuerpo, ya que estaba en ropa interior. Tomé un tazón de cereales, aunque no lo terminé. Decidí darme una relajante ducha antes de ir a clase. No tenía ni la menor intención de aparecer con aquella cara de muerta. Abrí mi armario para buscar cualquier cosa que ponerme. Estaba bastante desordenado, la verdad, pero pensaba arreglarlo en cuanto me asignaran una compañera de habitación. Entonces debería parecer una persona normal y ordenada. No quería asustar a nadie.
Cogí unos pantalones vaqueros que estaban en buen estado, nada de arrugas ni pelusas, una camiseta de tirantes y las converse. Me vestí lo más rápido que pude, pues ya llegaba tarde. ¿Como era posible que fuese tan lenta? Me cepillé el pelo y agarré mi mochila antes de salir por la puerta. Corrí por los pasillos, esquivando a personas que se movían en sentido contrario. A veces me sorprendia la cantidad de personas que podía haber fuera de las habitaciones tan temprano. Total, era lo que nos tocaba a todos. Por suerte, cuando llegué a mi clase, aun no había empezado la explicación del profesor. Entré mientras me recogía una cola. Miré a las personas que se encontraban ya en la sala. Había muchas caras conocidas. Intenté que el ritmo de mi respiración fuera normal de nuevo. Me senté en un sitio y saqué boli y papel para empezar a coger todos los apuntes que me fuesen posibles.

El despertador sonó, sonó muy tarde. Me había equivocado en poner la hora a la que debía activarse por lo que sonó casi 20 minutos más tarde de lo que debía. Maldito despertador. La noche anterior me había acostado bastante tarde por lo que cuando me levanté a toda prisa de la cama iba medio zombi. Me duché lo más rápido posible y cogí lo primero que encontré por el armario. Recogí el bolso de los pies de la cama y salí pitando del apartamento no sin antes coger una manzana de la encimera de la cocina.

Corría por los pasillos buscando el aula que era. Tenía que haberla buscado antes y apuntar donde estaba, pero no, no se me podía haber ocurrido eso antes. Encontré la puerta del aula antes de lo que esperaba y, por suerte (y por todo lo que corrí) había llegado justo a tiempo al comienzo de la clase.

No pude evitar sentir algo de vergüenza al abrir la puerta, no conocía a nadie. Aún así entré con la cabez bien alta y sonriente. -Buenos días.-murmuré, no me salía un volumen de voz mayor. Me senté en el primer sitio vacío que encontré y allí me quedé esperando.