Siempre va bien alguien que te entretenga.{ Neîvak}{+18}

De toda la vida se había declarado fan de los sábados, esos días en los cuales te levantabas con resaca pero te dabas cuenta que no tenias clase y que tenias todo el día por delante para recuperarte para la noche. Esa mañana se había levantado mejor que otras, la noche anterior se había controlado un poco más con todo ese tema del alcohol y al menos podía decir que se había levantado sin resaca. Eran las dos del mediodía así que se preparo algo de comer y comió con rapidez. No sabía donde se encontraban sus amigas, seguramente perdidas por ahí pero parecía ser que le deparaba una tarde de completa soledad.

Negó con la cabeza para si misma y saco el móvil escribiendo un mensaje rápidamente, tenia un destinatario muy claro y un objetivo más claro todavía. No iba a pasar una tarde completamente aburrida y necesitaba un poco de diversión masculina. Se sirvió una copa de whisky con coca-cola para entrar en calor y empezar a despertarse. Sabia que no era muy sano empezar el día de esa manera, pero estábamos en fin de semana y se permite.

Se sentó en el sofá con la copa entre las manos mientras esperaba que su visita picara a la puerta y pudiera dejar de mirar fijamente un punto en la pared. Entonces de repente oyó como alguien picaba y se levanto sonriente dejando la coma en la mesa de delante del sofá. No iba muy bien vestida, con una camiseta larga y nada más. Pero total, ¿para que arreglarse? Ensancho la sonrisa al abrir la puerta.

Le miro sin borrar la sonrisa de su cara y ensancho la sonrisa al escuchar su primer comentario. Puso los ojos en blanco alargando un brazo y cogiéndolo de la camiseta para llevarlo hacia dentro.-No te hagas el tonto, Neîvak. -Le dije mirándolo directamente a los ojos. Teníamos todo el departamento para nosotros solos, estaba más que claro a que había venido. Mire a mi alrededor y repare en la copa que tenia a medio beber.-¿Quieres algo de beber o pasas?-Le pregunte mientras cogía mi copa y le daba un trago largo.

Sabia que no tardarían en acabar en la cama pero primero quería acabarse la copa que para algo se la había servido, a demás, siempre era más divertido hacer esperar el momento porque las ansias aumentaban y hacían más deseoso el sexo. Se sentó en el sofá observando que el chico le diera alguna idea de lo que quería hacer, les quedaban muchas horas por delante. Le miro de arriba a bajo desde esa posición, estaba claro que era un chico guapo y cualquiera que lo pillara para siempre tendría suerte. Pero también estaba claro que era un tipo de estar con una chica unas noches y luego con otras, yo era una demostración. Cuando nos apetecía todo pasaba y cuando no era el momento pues simplemente hablábamos. Ese día era un ejemplo de lo primero.

Había ido allí para algo en concreto. Cuando solía quedar con Zoe era, casi siempre, por el mismo tema. Y le agradaba tener aquel tipo de amistad con ella, la chica era de confianza y no estaba nada mal, así que no veía un motivo por el que no practicar sexo con ella. No sabía cómo habían llegado a aquella situación, pero tampoco era un tema de relevante importancia.

Esperó paciente desde su posición. Curar la resaca con alcohol a veces funcionaba, lo había hecho en alguna ocasión y los dolores pronto quedaban nublados por la bebida. Pronto ella se levantó y le sirvió otra copa. Se acercó a la cama y Neîvak sonrió. La fiesta no hacía mas que comenzar en aquel instante. Zoe se sentó a horcajadas sobre él y le tendió la copa. Él la tomó y dio un buen trago, catando el whiskey con Coca-Cola. Eso fue un buen empujón para su cerebro, el cual había estado algo embotargado. Sonrió con picardía al notar que ella le levantaba un poco la camiseta y su mano paseaba por su piel.

-Quizá refrescase más si no estuviese la camiseta de por medio. -No era de los que se andaban con rodeos para este tipo de cosas, más bien iba directo al meollo del asunto. Rió al comentar ella su rapidez-. No lo había planeado, pero en cuanto he leído el sms sabía que era justo esto lo que necesitaba. -Dijo con toda la seguridad que tenía.

Bebió de nuevo de su copa y tras tragar el líquido, se incorporó un poco en su sitio, para acercar sus labios a los de ella y besarla con ganas. La mano libre, la que no sostenía la copa, acarició la zona interna del muslo izquierdo de Zoe, donde la piel era más sensible al tacto, buscando una reacción positiva por parte de ella.

Volvió a sonreí pícaramente al escuchar su comentario y dejo la copa encima de la mesa.-Me alegra haberte completado la tarde.-Le dice antes de corresponderle el beso y sacarle la copa para dejarla también en la mesa. Le empezó a subir la camiseta con rapidez hasta deslizarla por encima de su cabeza. Noto como el chico le empezaba a acariciar el muslo y le empujo para que se volviera a estirar en la cama acercándose rápidamente a sus labios y volviéndolo a besar más intensamente esta vez.

Su mano derecha acariciaba el torso del chico mientras su lengua se introducía dentro de la boca del chico para profundizar más el beso. En el fondo le gustaba que todo fuera rápido, sacarse las ganas y ya esta. Sin tonterías como hacían las parejas de decirse te quiero y cosas de esas, eso no era disfrutar del sexo eso era amargarse. Le empezó a dar besos por el cuello lentamente mientras bajaba hacia su torso en dirección al pantalón. Realmente el tenia razón, sobraba mucho la ropa.

Le desabrocho el pantalón con rapidez. Empezaba a estar excitada gracias a las caricias del chico. Le empezó a bajar el pantalón lentamente mientras le daba besos en la barriga. No tardo en librarse y dejarlo en boxers. Lo miro con una mirada picara antes de sacarle la ultima prenda que le quedaba y bajo un poco mas hasta tener su miembro a la altura de su boca. Introdujo su boca en el y lo empezó a saborear suavemente mientras su mano acariciaba el torso del chico. Ella prefería mil veces que se lo hicieran a ella, pero sabia que eso le daba placer al chico y no le molestaba para nada. Muchas mujeres eran algo retacadas en ese tema, pero ella pensaba que era una cosa más del acto sexual. Aumento un poco más el ritmo pero sin dejar la suavidad apartada mientras su mano libre le acariciaba los testículos.