¿Lograrás hacerme reir ésta vez? [Privado - Abigail]

Aquel día se había retirado de su clase más temprano. ¿Motivo? Había terminado su informe dos horas antes de la preestablecida. Sorprendidos, sus profesores le habían permitido que abandonase el salón ya que no tenía nada que hacer allí. Y como esperaba, los pasillos también se encontraban casi vacios, a excepción de escasos estudiantes con los que se cruzaba. Siquiera los miraba, porque no le importaba, porque el socializar no era algo que le interesase. Fuera hacía un día tranquilo, despejado y caluroso, por lo que él traía puesta una musculosa negra bajo su delantal blanco, junto a pantalones de jean. Le gustaba eso, ya que prefería mil veces llevar pocas prendas. Debido a ese pequeño detalle, odiaba el invierno. La sensación de caminar teniendo unos kilos de más encima le resultaba exhaustiva, y hasta lo ahogaba. Pensó en retirarse a su cuarto mientras daba pasos sin rumbo, por el cuarto piso aún, mas no pretendía hacer nada productivo entre aquellas cuatro paredes. ¿Un paseo al aire libre? Tampoco llamaba su atención. Decidió seguir merodeando por allí, en aquel edificio, porque le agradaba que estuviese tranquilo, sin el tumulto que se formaba cuando entraban o salían de clase. A su vez, para no sentirse en completa soledad, sacó un libro de su morral. El misterio de Pale Horse, de Agatha Christie. Ella era su escritora predilecta; retomó la lectura, desde casi la mitad del ejemplar.

Sorprendía que se mantuviese enfocado en la lectura mientras que caminaba sin vacilar, girando en las esquinas, evitando asientos u obstáculos que podrían hacer tropezar a cualquiera. Y es que Kenneth no era un joven común y corriente, mas intentaba que eso no se notase en demasía. Gracias a eso, notó enseguida que alguien lo seguía. No, no se trataba de un estudiante que caminase tranquilamente por los pasillos, ya que cuando él comenzó a andar más lento, esa persona también; y cuando aumentó la velocidad, las pisadas del otro individuo aumentaron. No giró en ningún instante, y mientras seguía metido en la lectura asomó una sonrisa ladeada. Pasó la página, descubriendo que la persona era una mujer, gracias al perfume que emanaba su piel, denotando que se encontraba bastante cerca. La cononcía. –¿Cuánto tiempo más va a seguirme, joven Rockefeller? –dijo con voz tranquila, cerrando el libro suavemente. Volteó la espalda para encontrarse con su mirada, siendo la de él, imputable; no mostraba expresión alguna. Siempre que ambos se cruzaban era así, hasta que por milagros de la vida, ella lograba hasta hacerlo reír. –¿Se le ofrece algo? ¿Por qué no está en clase? –Y también, se dirigía a la castaña formalmente, durante al menos los primeros cinco minutos. Abrió el morral, metiendo el libro dentro. Que guardarse su ejemplar para prestarle atención era un paso muy grande; empero, Kenn no estaba seguro si ella reconocería ese detalle.

Por suerte, O por milagro había terminado un trabajo de música que el profesor me había mandado a hacer era algo largo, pero por suerte lo había logrado terminar a tiempo, debía decir que al profesor se había sorprendido demasiado, dijo que podía salir del salón pero yo no quería que estaría haciendo sola por Harvard casi todos estaban en las clases. Pero al parecer el profesor me dijo que saliera yo solo me tuve que dedicarle a hacerle caso, agarra todas mis cosas y salí del salón. Comencé a caminar por los pasillos, o mejor dicho caminaba por los pasillo abandonados, ¿porque decía abandonado? porque ni había casi nadie, esto estaba más vacío, no había ningún estudiante, como se lo había dicho al profesor. Tome mis manos moviéndola de atrás para adelante, luego vi que pasaba por un puesto de algunos chocolates, me volvían loca debo de confesar, mi mayor debilidad algo dulce. Compré 2 chocolates, no se porque lo había hecho pero algo me decía que lo hiciera, Metí el otro a mi bolso y seguí caminando por los jardines, luego me volví a los pasillos y me senté a no hacer nada, o esperar a que alguien conocido pasara por ahí. Agitaba mi cabello, ya me comenzaba aburrir, mordía pedazos del chocolate, pero había recordado algo….tenia un libro que mi madre me había regalado por suerte lo había metido en el bolso, lo saque y mira la portada “El misterioso caso de Styles” Mi madre amaba ese libro y ahora me lo había dado a mi. Mire la autor del libro y me dije “Quien será…Agatha”, pero no me importo y comencé a leerlo. Era imposible este libro es magnifico, ya se ahora porque mi madre se la pasaba leyéndolo a cada rato, solo sonreía al leer cada palabra que mis ojos podían apreciar, era genial. Vi en mi reloj que casi había pasado más de una hora, guarde el libro de nuevo en mi bolso ya que había recordado algo que había olvidado en el puesto donde había comprado los chocolates.

Regrese corriendo hacia donde el señor que vendía los chocolates, por suerte aún estaba ahí, camine a paso lente metiendo mis manos dentro de los bolsillos de mi chaqueta. Cuando ya había llegado le dije al señor –Señor, podría decirme, cuando le compré el chocolate…no deje algo aquí?...hace un momento?- le dije mirándolo esperando una respuesta de parte de él. El señor solo asintió y me dio el otro bolso que había olvidado, yo solo sonreí y suspira con alivio, pero mis ojos lograban ver algo o veían a una persona conocida, ya que estaba a una distancia algo lejos, per me comencé a acercar más al pasillo y por suerte había visto de quien se trataba aquella persona, se trataba nada más de Kenneth, aquel chico misterioso que me había llamado la atención, siempre cuando lo veo me pregunto, ¿Por qué siempre esta misterioso?, ó ¿porque siempre anda callado?, eran algunas preguntas que rondaban en mi cabeza. Comencé a seguirlo al pasó que él iba, no quería que el viera que yo lo seguía, pero me detuve no se porque lo hice, me apoye a en las paredes del pasillo, pero regrese a mi a cuarto, me tire en mi cama y pensaba en las cosas, luego me reí ya que me decía que yo misma parecía una acosadora, no quería el pensara que yo era así, solo que el me llamaba la atención, porque como me decía él es muy misterioso y solo quiero conocerlo más. Deje mi otro bolso en mi cama y me decidí a querer hablarle, por suerte lo vi de nuevo, seguía caminado como hace un rato lo hacia, pero esta vez leía un libro, entonces el movió un poco el libro y vi a la autora, entonces saque el libro de mi bolso y vi que era la misma autora de mi libro, lo comencé a seguir de nuevo, al mismo pasó que él iba, entonces él se detuvo y aumento el paso de su andar, y yo aumentaba mi pasó igual, pero luego lo disminuyo y yo también pero el paro y me dijo algo que me hizo reír –Ahh.. eh hola, este bueno, es que no tengo nada que hacer, y además porque, eres el único que conozco que esta caminando por los pasillos solitarios, bueno digo solitario, ya que nadie esta…argg bueno tu entiendes-Yo misma me había enredado al querer decir lo que quería decirle –Bueno, es que como te vi caminando solo quise darte compañía, pero estabas leyendo y no quise molestarte y te comencé a seguir…pero lo siento no quería molestarte-Le dije sonriendo –Bueno por suerte termine mi trabajo primero y el profesor me dejo salir, pero yo no quería pero el profesor me dijo que saliera y bueno tuve que salir…pero si te incomodo, mejor me retiro- Le dije pero metí mi mano a mi bolso y toque el otro chocolate que había comprado, entonces no dude y le agarre una mano y le dije –Espero que disfrutes de este chocolate, lo compré hace rato- le dije viendo su libro y entonces leí el titulo y le dije –Te gusta Agatha Christie, es que tengo un libro de ella pero no entiendo mucho, pero parece excelente- Le dije creo que ya lo había enredado como ya lo estaba, creo que él pensaba que yo era una bobo me dije pensando .