Estresante {Cheri}

Estrés. Era la palabra que había regido mi vida en los últimos días, la razón era sencilla…exámenes.
Regularmente no tenía problema alguno con ellos, de hecho era buena estudiando, bendita herencia familiar por parte de mi padre y su excelente memoria, pero bueno… tres exámenes seguidos era demasiado hasta para mí.
En lo que llevaba de la mañana ya había fumado como cinco cigarrillos, y aún tenía ganas de muchos más, lo que agravaba mi sensación de culpabilidad debido a que dos días antes había prometido que no fumaría más. Si, ajá…

Llevaba las manos ocupadas con libros de derecho penal y otros temas, así que no alcanzaba a tomar mi encendedor para prender el cigarrillo que llevaba en los labios, y por más que estiraba mi mano no lograba dar con mi bolsillo. Entre en mis cinco minutos de rabia infundada y arroje los libros al césped de los jardines –que era donde me encontraba- y me deje caer ahí mismo, encendiendo mi cigarrillo y dándole una buena calada mientras dejaba de lado mi bolso.
Fue hasta ese momento que me percate que Cheri estaba a unos metros, no sé si hablaba con alguien o si estaba ocupada haciendo algo, y realmente no me interesaba, solo sabía que ahora necesitaba de ella.

- ¡Cheri, ven por favor! – dije en un tono de suplica y agitando los brazos en el aire, para que me localizara. Luego me deje caer de espaldas en el césped aun fumándome el cigarrillo, mi día había empezando muy estresante, esperaba que terminara mejor.

Algunas personas me habían dicho antes que a veces solía ser demasiado egoísta. Ellos decían que me aprovechaba de las personas a mi alrededor para satisfacer mis necesidades, y que siempre sabía a quién llamar dependiendo de lo que quería; yo no lo veía como un defecto, al contrario.
Cheri era una de mis chicas favoritas, y digamos que después de aquella fiesta en que le había conocido me había encargado de que nos frecuentáramos y viéramos a menudo, al grado de que ahora era una de esas chicas a las que otros llamaban “amiga con derechos”.
Necesitaba relajarme y bueno, ella era una buena opción, así que fue por eso que no dude en llamarla. Cuando note que estaba sentada a mi costado y me preguntaba si estaba estresada deje salir una risa de mis labios, le di una calada al cigarrillo y luego vire mi rostro hacía ella, para verla mejor - ¿Hablas en serio? Porque creo que es obvio que estoy estresada – comente sonriéndole de lado y extendiéndole el cigarrillo, invitándole en caso de que quisiera – Tu por otro lado te ves de buen humor, parece que tu día va mejor que el mío – dije algo intrigada.

Mientras escuchaba hablar a Cheri sentía los rayos de sol pegar directamente en mi rostro, sensación que en un principio fue grandiosa, pero que conforme pasaban los minutos comenzaba a molestarme. Solté un suspiro antes de contestar su primer pregunta, - Bueno, digamos que algunas materias me han estado teniendo bajo mucho estrés, pero ya está mejorando todo - no era que ahora me interesara mucho en hablar sobre la universidad, era lo que menos quería ahora de hecho, pero me alegraba al menos de que ella estuviera más relajada que yo.
La idea de un masaje me agrado en cuanto ella la sugirió, y fue por eso que me levante y me senté en el césped, quedando mi espalda de frente a ella, y tome mi cabello entre mis manos, acomodándolo a un costado de mi cuello, - Un masaje no me vendría nada mal – comente virando mi rostro un poco para verle a la cara, sonriéndole.

En cuanto sentí las manos de Cher por mi espalda alta y hombros sonreí, cerré los ojos y continué fumando mi cigarrillo; intentando relajarme. Deje escapar una risa sutil cuando ella comento que no era buena haciendo masajes, así que no deje pasar la oportunidad – Bueno, siempre me ha gustado la forma en que tus manos me tocan – comente en un tono bromista mientras buscaba ver sus rostro. Claramente había hecho el comentario con el fin de provocarla.
En cuanto me pidió que le contara algo me quede callada pensando que podría decirle, - Hace una semana, hubo una fiesta en mi facultad. No fue muy divertida, de hecho me arrepentí de no haberte invitado, hubiéramos podido pasarla bien – di una calada mas al cigarrillo.

Comenzaba a relajarme mientras las manos de Cheri masajeaban mi espalda. Adoraba eso de ella, yo era pésima en dar masajes, pero a mi parecer, ella no lo hacía nada mal.
Cuando sentí su beso en mi mejilla no me inmute, pero tampoco me mostré molesta, lo había disfrutado pero no haría un show por un beso. A veces me sentía un poco mal por no mostrarme más afectiva con ciertas personas –ella por ejemplo- pero así era yo.
Me sentí un poco mal por no haberla invitado a aquella fiesta de la que le hable, - Prometo que te invitare a la próxima – comente antes de que sintiera un hormigueo recorrerme la columna cuando acaricio mi espalda, - Pero tu tampoco me has invitado a ninguna fiesta últimamente – me queje.