No me jodas... - Cheri

Un nuevo curso empezaba. Ya estaba lista para todo lo que se me podría venir encima, y mientras caminaba con los cascos en los oídos, escuchando a todo volumen a los Red Hot Chili Peppers, mi maletita iba rodando por el suelo de parquet del pasillo central de las habitaciones de las chicas. Me dirigía mi cuarto, el que me habían asignado. "109", un pequeño cambio, pues siempre había estado en el 108, pero tampoco me molestaba demasiado.

Saludé a un par de viejas amigas con un movimiento de cabeza, aunque no sabía si era por la música o por cortesía. ¿Qué más daba? Era un saludo para ella, suficiente.
Seguí caminando hasta el cuarto 109, y cuando fui a abrir no giraba el picaporte. Me quité los cascos, dejando que la música se oyera a mi entorno con algo de fuerza, y vi que tenía un cartelito a un costado de la entrada, en la pared. Lo leí detenidamente, y suspiré. Decía que el cuarto estaba en reformas, que tardarían un par de horas en arreglarlo. Vamos, todo el día.
Rodé los ojos y me golpeé los muslos, con un suspiro aún más fuerte.
— ¡No me jodas!
Exclamé mientras cogí de nuevo mi maletita y me movía hacia un cuarto donde pudiese escuchar ruido. A lo mejor alguna estudiante me prestaba su baño para ducharme y cambiarme. Apestaba del viaje en avión, y necesitaba ducharme.
Casi tuve que llegar al fondo del pasillo para poder oír alguien tras una puerta. Llamé delicadamente, con cortesía, pues si me iba a dejar su baño debía ser amable. Abrí la puerta, metiendo la cabeza dentro.
— ¿Perdona? ¿Hola? ¿Puedo pasar?
Dije desde fuera, con una sonrisa dulce en los labios. Una chica morena, de pelo oscuro, estaba tendida en su cama.