Here come the men's [Bro Ethan & Maykor]

Estaba tirando encima del sofá del salón, con unos simples pantalones de pijama como vestimenta frente a la pantalla de plasma, jugando con la consola X-box. Me moría de aburrimientos pues los chicos aun no habían llegado de sus vacaciones cuando ya deberían estar aquí, el idiota de Ethan ya debería estar aquí, con quien me divertiría si no era con él. Recordé como compartíamos el apartamento desde el año pasado cuando ambos entramos a la universidad y como estábamos cortados con la misma tijera pues nos liábamos con chicas diferentes cada noche.
Maldije mientras perdía por 5ta vez con este estúpido juego, una cosa era perder contra uno de mis amigos y otra perder contra la estúpida maquina esa, solte un gruñido mientras me pasaba una mano por el cabello frustrado. - A que jodida hora empieza la diversión- dije fuermente mientras tiraba el control de la consola.

¡Francia! Oh, dulce y maldita tierra sagrada que le había dado vida al bastardo y bueno de Maykor. En las vacaciones había ido a visitar a sus padres –adoptivos–, y el joven de los orbes azules debía admitir que se la había pasado de las mil maravillas. Siempre era bueno estar con esas personas que se desvivían por ti e querían lo mejor para ti. Sus padres, y aunque, no fueran los biológicos, Alexander los consideraba como los biológicos. Las vacaciones se las pasó viajando por toda Francia. Haciendo diferentes actividades y honestamente, extrañando la universidad. A sus amigos, los buenos y malos momentos con ellos y a su queridísima novia. La cual no lo dejaba de llamar, y después era él el posesivo y el celoso. Mujeres…Pero, las vacaciones pasaron con rapidez y en menos de un parpadeo de ojos, el joven Prideux se encontraba despidiéndose de sus padres y montándose en un avión.

En par de horas ya había pisado tierra americana, pero no pudo ir directamente al departamento para encontrarse con sus amigos, los cuales eran como sus hermanos. Debía ir a encontrarse con Dani. Como perro obediente, fue a encontrarse con su novia y pasar tiempo con ella, después de lo que pareció una eternidad de separación por las vacaciones. Pasó la mayoría del tiempo con su novia, hasta que considero que era suficiente y debía mostrar su cara por lo la jungla, en otras palabras el apartamento. Dejó a su chica contenta, para poder marcharse al apartamento sin ningún problema o prisa.

En poco de lo que pensaba, ya estaba frente a la puerta del apartamento. Ya podía escuchar la voz de White y Stevens. Una sonrisa se le formo en los labios, soltando una ligera sonrisa y abriendo la puerta. Entrando con sus maletas. – Llegó por el otro que lloraban o bueno…por el cual Stevens lloraba. – Bromeó con ligereza, dejando sus maletas en el suelo, para ir a saludar a los dos. – Falta un diablo. – Comentó al no ver a Tom.

Les mire entrar a ambos, debo admitir que una sonrisa se asomo por mi rostro al ver a mis mejores amigos entrar en el apartamento. Tome un par de cojines y se los arroje en la cara, dándole las gracias a mi buena condición para lanzar–Par de idiotas donde se habían metido- les dije con reproche –eh estado aquí aburriéndome horriblemente-. No rei ante sus comentarios de que yo lloraba por ellos, solté un bufido para después señalar la maldita consola –y esa cosa me ha ganado cinco veces, ya saben lo mal que se me dan estas porquerías así que no se burlen demasiado.- Les mire de nuevo y era verdad aun faltaba Tom, esperaba que no tardara demasiado para asi poder comenzar a organizar la primera fiesta del semestre.
-supongo que Tom no debe tardar en llegar- me encogí de hombros y después me estire para tomar una camiseta blanca y colocármela –bien ¿que tal sus vacaciones?- pregunte olvidándome de hablar normal y ocupando aquel acento ingles. Esperaba comenzar una conversación para ponernos al día.

Era bueno poder verles la cara a esos dos idiotas – de cariño – que le alegraban la vida a cada rato. La idea de estar otro curso más con estos locos, le animaba mucho, porque por lo menos sabía que tendría el apoyo de los anormales, aparte del de sus padres y el de su novia. – Ya sabemos que nos extrañaste, Bryan. No lo demuestres más. – Se hizo el dramático y esquivando el cojín con facilidad. Tenía muy buenos reflejos y vista periférica, quizás por eso andaba en el equipo de futbol americano. – No es nuestra culpa de que seas un forever alone, Bryan. – Bromeó ligeramente, pues White le tomó por las mejillas. Cosa que el azabache odiaba a muerte. Chasqueó la lengua, riendo con ligereza. – Por lo menos tengo donde comer fijamente. – Comentó con un doble sentido bien marcado en sus palabras y negó con la cabeza. – Para domados los perros y yo no soy uno. – Le guiñó un ojo, admitiendo ligera superioridad y cruzando los brazos, soltando un bostezo. Estaba algo cansado, el viaje había sido largo.

Fue a llevar sus maletas a su habitación y cuando regreso, ya andaban de homosexuales. – Por favor, usen protección. – Soltó en una carcajada, ante la imagen de White sobre el regazo de Stevens. Le parecía demasiado cómico. – Sigo diciendo que lo que necesitamos en este apartamento es un maldito PS3. – Comentó, a la vez que tomaba asiento en un sofá, al lado de los chicos. – Si lo raptaron los extraterrestres debió ser un sueño cumplido para él. –[/color] Añadió a lo que Ethan dijo de Tom. – Tú y las mujeres, todavía no entiendo como no estas estudiando cirugía plástica. Te iría muy bien. – Rio levemente y pasó una mano por su cabello. – Las mías estuvieron muy bien. La pase con mis padres y con mis amigos que todavía viven allá. Mucha fiesta loca. – Algunas personas consideraban que Maykor era recatado, pero, no tenía nada de recatado. – ¿Y ahora qué haremos? O sea, estamos todos juntos de nuevo, a excepción de que Tom no ha llegado y quedan algunas semanas libres antes de que comiencen las clases. – No pensaba quedarse aburrido y encerrado en el apartamento jugando Xbox o algo así. Quería disfrutar lo último de las vacaciones.

Me rei de sus bromas -admítelo Prideux ya te han puesto correa- le dije mientras reía mas.
Intente quitar de encima al mastodonte de Ethan -Deberias tener mas cuidado White- le dije intentando ponerme serio y mas egocéntrico -si lastimas este brazo el entrenador te matara- dije mientras flexionaba mi brazo derecho, que era con el cual lanzaba.
Mire con incredulidad a Maykor -si no puedo con esta porquería- dije refiriéndome al X-box -que te hace pensar que con un PS3 si podre- le dije mientras bufaba y me acomodaba en el sillón. Pensé en Tom y en la idea de que fueran los extraterrestres lo hubieran raptado -esperemos que al menos sean unas sexys chicas extraterrestres- solté un risa de nuevo y mire a de nuevo a uno de mis Bros -cirugía plástica me acabas de dar una buena idea...- dije medio en broma y medio pensándolo enserio. -no es obvio debemos hacer una fiesta- dije como si fuera la cosa mas obvio del mundo.

Era mejor ignorar sus comentarios, no quería abrir la boca y soltar algo de lo que se pudiera arrepentir. No tanto de que ellos se ofendieran, sino, que uno de los dos fuera a donde Danielle, diciéndole que el azabache estaba hablando de su vida privada a los cuatro vientos. Aunque, claro, tenía total confianza en sus hermanos, había cosas que prefería reservarse. – No estaba pensando en ti cuando dijo lo del PS3, princesa. – Soltó con sarcasmo y rio levemente. – No jodas, White. Que sabes que en cualquier momento, si quiero, te puedo patear el trasero en cualquier consola de videojuegos. No me hagas hacerte llorar. – Dijo con superioridad, para luego soltar una carcajada. Estaba molestando, lo menos que quería hacer era hacer que Ethan soltara un par de lágrimas, por perder en un videojuego. Bueno, ni que Maykor fuera la gran cosa jugando. Soltó una carcajada por el comentario de Bryan, sobre las chicas extraterrestres. – Me las imagino con tres senos, sólo digo. A veces dos no son suficientes. – Se encogió de hombros, riendo con fuerza y negando con la cabeza. Las cosas absurdas que salían de su boca. Sus orbes azules se fijaron en Bryan, quien tomó más o menos en serio, la broma de cirugía plástica del joven Prideux. – Aparte de las chicas deja muy buen dinero. – Lo dijo por decirlo sin ningún propósito fijo. – Más dinero para las fortunas. – Susurró con una sonrisa y miro a los chicos, los cuales ya estaban gritando fiesta, literalmente. – Apoyo la idea. Tiene que ser igual o mejor que todas las otras. Debemos impresionar a los nuevos y dejar claro quienes son los reyes de Harvard. – Soltó con emoción y colocándose de pie. Listo para la acción.

Comencé a reír mientras ellos peleaban por la estúpida consola -bueno ya dejen esas jodida cosa ahí y veamos lo de la fiesta- tome el control remoto de la televisión y la apague. -propongo que debería haber muchas chicas con poca ropa- dije sonriendo, yo nunca me iba de una fiesta sin una chica.
Pensé en que era momento de contarles lo que había sucedido en mi verano -chicos conocí a una chica en Londres- me di un golpe mentalmente claro que lo había hecho -bueno no exactamente un chica... - estaba hablando como un idiota frente a mis Bros -bueno si es una chica pero es diferente a las demás- dije mientras me quedaba callado.