Get ready to feel {Maykor +18

El reloj marcaba ya alrededor de las 2:00 am, la fiesta había terminado, todos tirados por ahí, unos que otros tomados y bailando, aunque quedamos en mi habitación, fue por un deseo frustrado en la piscina, gracias a Bryan, pues en todo nuestro “querer” se había entrometido para presentarnos a otra chica y claro, nos había bajado todo el deseo que ambos teníamos ahora en este caso, para el ojiazul y yo, era otra cosa, Maykor estaba tomado, demasiado, pues la fiesta había disfrutado igual que la fiesta que yo, aunque claro, yo estaba más sobria que él, pero de todas formas no me molestaba que él estuviera así. Abrí la puerta de mi habitación, teniendo a Maykor apegado a mi cadera, tal cual como si yo fuera poste que lo sostiene, me reí por ello y al entrar de a poco, encendí la luz.

Lo mejor de todo es que yo dormía sola, por lo que nadie podría molestarme ni decirme absolutamente nada, entré por completo a la habitación, dejando mi bolso en una de las sillas que estaba cerca y dejé que Maykor se recostara a la cama viéndole tan…diferente, hizo que me riera un poco, saqué mis zapatos y mi ropa, quedando nuevamente en el bikini, opté por ponerme mi bata de baño y sentarme al lado de Maykor, empezando a acariciar suavemente su cabello, mientras le escuchaba hablar las incoherencias que siempre decía estando tomado.

Tenía a Maykor en mi regazo, escuchándole hablar y asintiendo a cada una de sus palabras, dejando escapar una ligera tos, que no hiciera que él se preocupara, pude ver que sacaba un cigarro, por lo que busqué el encendedor y se lo encendí tranquilamente, aun acariciando su cabello de forma suave y mirándole a él con una sonrisa, luego dando suaves besos sobre su frente, aunque sabía que pronto me tomaría de la nuca y acercaría sus labios a los míos, cosa que estaba esperando que me tomara “por sorpresa”.

No sabía que hora era, no le interesaba saber que hora era. Sólo sabía que la fiesta había estado bestial. Que había bailado, bebido, jodido y todos los verbos de acción que se les puede imaginar. Apenas recordaba cuantas bebidas alcohólicas se había tomado. Lo único que sabía es que estaba con su novia y que estaba bien borracho. Pero, había disfrutado demasiado. Era común en el azabache terminar de esa forma cuando se bebía tanto en una fiesta. Había personas que no recordarían ni una cuarta parte de lo que ocurrió en la fiesta. Todos harían memorias con las fotos, los videos y las otras cosas que aparecerían rondando por ahí.

Su cuerpo estaba pegado del de la ojiazul. Pues ella era su sostén en esos momentos, a menos que quisiera tener un encuentro hermoso con el suelo y perder par de dientes. Sus manos estaban posados sobre los hombros de ella, mientras que tarareaba melodías extrañas y escondía su cara en el cuello de ella. – Amour, laissez-moi aveugle et que je ne suis pas un vampire. – Soltó de forma incoherente y bromeando, ya que cuando la chica prendió la luz de la habitación, los orbes azules de Maykor sufrieron un poco. Se dejo tumbar sobre la cama, mientras la observaba fijamente. – Oh, quédate así. – Susurró riendo, pues quería que ella se quedara en el bikini. Suspiró con fuerza y cerró los ojos, cuando ella comenzó a acariciarle los cabellos. – Les parois de ma vie sont lisses. Je m'y accroche mais je glisse. Lentement vers ma destine. Mourir d'aimer. Tandis que le monde me juge. Je ne vois pour moi qu'un refuge. Toute issue m'étant condamnée. Mourir d'aimer. – Maykor todo y borracho comenzó a cantar una canción vieja de desamor, mientras reí y abría los ojos, mirando a Danielle con algo de gracia.

Ni puta idea de dónde sacó el cigarrillo. En lo único que se podía concentrar era en ella. Ella, ella y ella. Tenía unas malditas ganas de continuar lo de la piscina, pero estaba demasiado borracho como para pensar de forma directa. Así que le tomaría algo de tiempo en reaccionar. Su novia le encendió el cigarrillo, así que el francés comenzó a darle caladas, mientras tarareaba la misma canción y de vez en cuando soltando el humo por la nariz. Poco a poco se fue incorporando, hasta quedar sentado sobre la cama. Le dio una última calada al cigarrillo y lo apagó sobre el suelo, dejándolo ahí mismo, la vagancia era demasiada como para pararse y botar el cigarrillo en la basura. Sin pensarlo, agarró por la nuca a Danielle y comenzó a besarla de forma lasciva, mientras hacia que ella se acostara sobre la cama. De vez en cuando riendo entre el beso y quedando sobre ella, haciendo que sus manos pasearan por su cuerpo con necesidad.

Antes de abrir la puerta, podía escuchar las incoherencias francesas de Maykor, las cuales me hacían reírme a carcajadas por ello, he de admitir que el comentario de que yo me quedara tan solo en bikini, hizo que sintiera cosas en mi estomago, luego al estar ambos en la cama siguió Maykor “cantando”, aunque la verdad parecía que recitara algo en vez de cantarlo, por lo que me daba algo de gracia, vi como poco a poco se fue incorporando hasta quedar sentado en la cama. Estaba a punto de decir algo cuando me tomó por sorpresa ese beso lascivo haciendo que yo quedara recostada sobre la cama y riéndome a la misma vez que Maykor, quizá su risa me daba risa y por ello me reía, o eso creía.

Sentía esas grandes y robustas manos pasando por mi cuerpo, mientras mis manos iban hacia el cuello del ojiazul, al cual, seguí besando con los ojos cerrados y claro, bajando mis manos hacia su espalda empezando a levantar su camiseta hasta llegar a quitársela por completo, una vez que Maykor tenía el pecho al descubierto, me sonreí por ello, levantándome de a poco, hacia que mi peso se fuera hacia él, quedando ahora encima, mis manos se posaban sobre sus pectorales, mientras nuestros labios y lenguas empezaban a jugar entre si, me mantuve de ojos cerrados, separándome un poco para besar y morder su labio inferior de ojos cerrados.

Tenía una sola cosa en mente. Y pensaba cumplir eso que estaba pensando, sin duda alguna. Quizás el alcohol se le había subido a la cabeza, pero sabía lo que quería sin tener que pensarlo mucho y también sabía que la chica estaría de acuerdo. Después de todo podía sentir el calor comenzar a apoderarse de su cuerpo y eso, que apenas la había tocado.

En pocos minutos, ya se encontraba sobre ella. Acariciando sobre la bata del baño, pero de vez en cuando, consiguiendo meter sus manos por dentro de esta. Sintiendo la piel desnuda y tersa de ella. El contacto físico con ella le daba escalofríos, poder sentir esa piel tan suave y caliente bajo las yemas de sus dedos y saber que era solamente suya. Era una sensación inexplicable. Soltó una leve carcajada, cuando ella se colocó sobre él y se dio cuenta que ya le había quitado la camisa. Maykor estaba tan borracho que no se daba cuenta de los pequeños detalles. Sin pensarlo, llevó sus manos a la bata de baño de ella, quitándosela de un tirón y dejándola sobre el suelo. Mientras, que sus labios y su lengua, se entretenían en un juguetón beso con los de la azabache. Soltó un leve gruñido cuando le mordió el labio inferior, haciendo que Maykor abriera los ojos y riera un poco. Llevó sus manos a las caderas de la ojiazul y comenzó a acariciarlas, de forma estimulante. Se quedo mirándole fijamente en silencio y con una pequeña sonrisa ladina en los labios. Esperando que ella fuera la que tomara las riendas de la situación.

De pronto al escuchar reírse a Maykor por lo que yo hacia, solo me sonreía y claro al ver esa sonrisa sobre los labios de Maykor, sabía que yo tenía que tomar la iniciativa con él, una vez que quedaba sin mi bata, miraba mi cuerpo y luego el de él, teniendo una sonrisa traviesa en mis labios, volví a atacar los suyos besándole de una forma apasionada y a la vez francesa, empezando a bajar de sus labios, hacia su cuello de una forma suave y dejando unos chupones en estos. Mis besos siguieron bajando hasta su pecho, en donde entre sonrisas le miraba a él a ver como iba reaccionando.

Poco a poco mis besos fueron hasta su abdomen, en donde con una sonrisa traviesa, mis manos se posaban sobre su pantalón, bajando el cierre de este de una forma lenta y suave, solo esperaba que dijera algo para subir y así tan solo dejarle con las ganas de que yo siguiera, quizá a veces era malvada con él, en ese aspecto, pero era algo tan solo de diversión para mi. Al terminar de bajar el cierre me quedé en esa parte, dejando suaves besos en su abdomen y dando unas ligeras mordidas ahí tan solo por mi entretenimiento.