Me vuelves loco! ¿Quieres ser mi novia?(privado kiara)

Sábado por la mañana y una buena montonera de panoramas por delante. El fin de semana anterior, no habíamos tenido demasiados deberes como carrera, y la mayoría de mis compañeros aprovechó de hacer el vago monumentalmente, mientras que yo, podía anticipar lo que pasaría la semana siguiente y estudiaba en cada rato libre que tenía, para salir a divertirme por la noche. Nadie entiende demasiado bien como consigo hacerlo todo, solo yo, que llevo años practicando esta filosofía de vida: el secreto está en hacer lo que hay que hacer ¿Es hora de estudiar? Me concentro plenamente en eso ¿Es hora de fiesta? Pues bebo hasta perder la consciencia. Y vaya que buenos resultados me da, terminando el primer semestre soy nuevamente la mejor de la carrera. La satisfacción merece una buena celebración, y ya que adelanté mi trabajo, tengo libre la mañana a diferencia de mis torpes compañeros, tan perezosos que solo a presión trabajan.
Para la noche ya tenía prevista una buena fiesta, lo que más quería justo ahora era salir, olvidarme de todo, olvidar que me había enamorado y a lo que me había llevado eso, olvidar a ese niño que se cree lo mejor y sigue dando vueltas en mi cabeza, sin que yo pueda explicar porque, y el tiempo libre no ayuda demasiado a que lo consiga, así que debo eliminarlo.
Miro el reloj, faltan unas 10 horas por lo menos para que las fiestas comiencen, y me quedan unas 4 libres de estudio. Me pongo jeans y una polera de tirantes y salgo con el cabello suelto a dar una vuelta sin saber muy bien donde. Cuando llego al jardín lo primero que veo es a el. Joder! ¿Por que tenía que encontrarme justo con Nathan? Me está haciendo explotar la cabeza, por más patán que me parezca, no puedo dejar de pensar en el, sobretodo hace unos días, cuando decidió de la nada dejar de hablarme. No puedo soportar esa idea, no sé porque, pero simplemente no puedo lidiar con que me ignore. Al principio me enfurezco tanto que solo quiero largarme lo más lejos posible de el muchacho, pero luego, una fuerza desconocida me impulsa hacia el, y camino con más furia que determinación hasta situarme de brazos cruzados, dándole como única opcion mirarme.

-Quería hablar contigo, que bueno encontrarte ¿Ocupado?.- Le espeté con una voz fría. Miré al rededor para cerciorarme de que no esperaba nada y lo seguí mirando con expresión dura unos instantes ¿Quién se creía el para ser así de cambiante? ¿Para desafiar mi determiancion de no querer estar con nadie?