Clase de Música Introductoria {Facultad Música}

A diferencia de los últimos días me había levantado muy temprano en la mañana, ¿el motivo? simple, teníamos nuevo profesor y quería empezar bien las cosas y evitar por todos los medios que me odie. Aun no sabía que había pasado con Masen que de un día a otro había dejado la universidad. Ya luego vería cómo averiguaba.
Tras ducharme y desayunar llegue al aula con mi guitarra en la espalda y un bolso en el cual llevaba todos los típicos elementos de estudiantes. Entre al aula, escuchando una melodía, no sabía bien si interrumpirle o no pero debía saludar. -Buenos días profesor. Dije sonriendole amablemente. -Yo soy Mía Crawford. Dije para presentarme y luego me fui a dejar las cosas en el típico lugar que ocupaba siempre. En un extremo, atrás de todo y cerca de las ventanas que daban a los jardines.

Me había despertado con una sonrisa enorme en el rostro, tenía clase de música y había nuevo profesor, lo cual significaba no mas Stephen Masen. Mi alegría era increíble, entré a la ducha cantando como loca para despues vestirme y desayunar tranquilamente, o tan tranquilamente como la música a todo volumen puede suponerse para despues lavarme los dientes. Tomé mi guitarra, la que Nicholas me había regalado en mi cumpleaños, era tan genialmente perfecta que se había convertido en mi guitarra favorita. Salí del departamento cantando, casi gritando, por lo cual recibí mas de una mirada, no estaba segura si era por que estaba cantando o por que era yo, si, ego mode on. Llegué cantando mi ultima composición al salón – No mas masen, no mas masen, no mas masen – si, una letra muy variada, pero al ver a Mía y al profesor, me quedé callada sonrojándome ligeramente. No debería de haber cantado eso. – Buenos días profesor, soy Kassadra. – pasé al lado de mía saludándola con un beso en la mejilla

Me había perdido oficialmente esa mañana, me había prometido a mi misma que no lo haría y que llegaría a tiempo. Me había levantado a tiempo, pero había terminado en otra aula por equivocación, y no, en la universidad no valían excusas como esa. Respiré hondo mientras intentaba poner la cabeza en orden y encontrar al fin el aula donde tenía que ir. Me asomé por la pequeña ventana y vi un piano y un hombre sentado, era esa, debía de ser esa, sino sinceramnete me iba a rendir buscando el aula.

Abrí la puerta de forma silenciosa. - Buenos días, siento llegar tarde - pedí disculpas por el retraso, sin esmerarme en dar ninguna excusa que probablemente no le interesaban a nadie, y sin mirar a nadie, no quería ver si me miraban pensando lo responsable que era llegar tarde el último día, me senté en las últimas filas. El profesor seguía en el piano, pero muchas de los alumnos que estaban ahí parecían ya metidos completamente en la clase, a diferencia de mí, que estaba totalmente perdida. Esperé a que alguien hablara y poder coger el hilo.

Levanté la vista durante un momento de la mesa para ver algunas caras conocidas, algunas más que otras, pero casi todas... al menos de los pasillos.

Look Del Día: