La monotonía genera aburrimiento {Libre}

Coloqué los cascos sobre las orejas y empecé a caminar para ir a la playa un rato. No, no me ponía moreno ni de casualidad, pero me gustaba la arena rozar la piel de mis pies, que se metiera entre mis dedos y por que no, sentir la brisa despeinarme por completo.. No se.. era un raro.

Me paré en una heladería y cogí una tarrina de vainilla con algo de.. algo verde, no se que cojones era, pistacho? Estaba rico, que era lo importante. Le di el dinero y me fui hasta la playa, vestido con unos vaqueros por encima de la rodilla, una camisa abierta a cuadros azules y el pucho puesto, por supuesto. En mis oídos solo sonaba hip hop, aun que de vez en cuando se me colaba rap, no siempre, pero alguno que otro caía.

Alcé la vista mirando el horizonte de la playa, no había mucha gente, y eso que hacía buen día, así que podía tirarme ahí como un puto cangrejo a ponerme rojo como mi pelo hasta que dieran.. las 12 de la noche, cuando el frío empezara a calar los huesos. Seeh, me gustaba ese plan.. Todo hasta que vi a una jodida compañera de clase .. asustando (?) a unos chavales del lugar. Enarqué una ceja llevando la cuchara hasta la boca para tomar de mi helado, acercándome por la playa hasta ponerme a su lado, mirándola con la nariz arrugada y una cara de ligero asco por no saber que pasaba ahí. Abrió una lata de cerveza y alcé la otra ceja para sonreír ligeramente
- Anda, una jodida tarada en la playa... que haces aquí?- pregunté con media sonrisa instalada en la boca, más no, por que sería una cara muy extraña para mi, pero bueno.. estaba siendo simpático, que cojones podía pedir de más? Ya era raro en mi que hablara, y más que iniciara una conversación.. pero bueno, hoy me sentía con ganas de... de... de nada joder, para que mentir? No se por que lo hice.

Tenía la mirada fija en el vaivén del agua, estiré mis pies luego de quitarme los converse y dejarlos a mí costado derecho. Sentía cierta sensación punzante en mi nuca, solté un gruñido mordiendo mi labio, no medí la fuerza hasta que sentí un dolor, genial me había hecho sangre. Fruncí la nariz y me pase la palma de la mano sobre la pequeña herida, bebí otro poco de cerveza. Hasta que noté que alguien se colocaba junto a mí, y si lo noté fue por que me cubrió el poco sol. Antes de que lo observara soltó una frase que me hizo querer aventarlo al Mar, hundirlo, torturarlo hasta que se retractara.
Solté un suspiro, intentando no sonar brusca, apreté la lata entre mis manos con suavidad, para después clavar mí mirada mas asesina en él, era un compañero de clase, no había charlado con él pero lo reconocía por su vívida cabellera roja.

-Yo viendo quien es el primer menso que lo pregunta- Respondí con una sonrisa ladeada – ¿que onda se te perdió Harry Potter?- Hoy estaba de mal humor, el chico si quizás se hubiera presentado con una frase mas linda, hubiera intentado responderle con ternura o al menos con neutralidad, pero solo motivo que saliera mi mala actitud.

Al pasar unos segundos solté un suspiro, tenía que relajarme o terminaría asesinando a alguien y pasar mis días de juventud en prisión no era una idea tentadora. Regresé la mirada al mar, no había nada interesante en este pero ya que.
-¿No te apesta la rutina?— murmuré, lo observé y fruncí la nariz – te llamas Ron o tienes otro nombre?- Realmente no me sentía del mejor animo para iniciar una charla civilizada, de ser un conocido ya estaría tratándolo peor, hasta yo misma me odiaba cuando sentía coraje o sentimientos que no podría explicar. Luego sentía pena por la gente que se habría cruzado conmigo. Ellos no eran los culpables de mi revoltijo de emociones. El chico me sonaba su rostro y seguro que de ser otra chica hubiera recordado su nombre, pero era Charles.

Sonreí ladinamente cuando su voz procuró ser de los más borde. Era una chica algo inestable, pero por casualidades de la vida, siempre me daban ganas de conocer a la gente de aquel estilo. Me quedé levantado, riendo cuando me llamó harry potter. Perdón? Harry Potter? Tenía gafas o me miraba fantasiósicamente? Que me llamaran zanahorio incluso me gustaba más..

-Por suerte nada, solo vengo a tomar el sol- ahora que haría? empezaría a bacilarme con que era blanco? Venga, vamos a ver lo original qeu era esta vez... Todos aquí eran iguales? Joder, nadie salía de lo común. Antes eran todos normales y que fuera un poco Freak ya era la ostia, ahora eran todos raros y los que destacaban eran los normales.. y ahora decidme, estamos en el mundo al revés? que asco, esto era una mierda de sociedad, de vida y de todo..

Miré el mar bajo unas lentes de sol al más estilo ray-ban de pasta, otra cosa que quisiera o no, todo el mundo llevaba, pero que por suerte para mi, me gustaba.
Tragué saliva aborrecido y me senté a su lado sin pedir permiso, dejando la bolsa a un lado, echandome hacia atrás con las piernas ligeramente dobladas, y el peso callendo directamente en mis antebrazos hacia atrás. Me quedé mirando con los ojos entrecerrados el horizonte, escuchando lo que decía la morena
-Si..- respondía a todo tipo de respuesta coherente, ladeando el rostro para mirar su mal humor.. sería así siempre - Harry Potter- respondí ante la prengunta, con una sonrisa de oreja a oreja para ver hasta que punto se podía llegar a cabrear, o por el contrario, acabar pensando que solo bromeaba y que no tenía ganas de un ostión en la cara.. Desde que estaba aquí, sabía que lo segundo era lo más habitual entre las mujeres, podían llegar a ser realmente brutas por estos lares.- y tu ojos verdes?- enarqué una ceja lo suficiente para que sobresaliera por encima de la pasta de la gafa azul

Sonreí mirando como rodaba los ojos, quedándome tranquilamente sentado a su lado para cuando seguía dibujando en la arena con aquel dedo largo y blanco, aun que ligeramente fino y más fuerte de lo habitual para una chica. Me quedé mirando de nuevo el horizonte, escuchando como hablaba. Tenía la voz ligeramente grave o era cosa mía? Si, la verdad es que no me disgustaba en absoluto escucharla, aun que podía no ser tan mal humorada, no?

Miré de reojo a ella, riendo cuando me nombró eso del ahogamiento. No pretendería que me tirase al agua solo para que ella fuera feliz no? Bueno, aun que también podía hacer alguna que otra cosa
-Solamente haría ese honor si te llevara a ti a rastras..- murmuré con una sonrisa irónica, apoyando mi cuerpo en los antebrazos para estar cómodo. Flexioné un poco las rodillas para no tener en tensión las caderas, no tenía ganas de que me doliera algo solamente por un rato de diversión. Observé su naricilla arrugada, cuando empezaba quizás aburrirse, pero pronto se encogió sobre si misma para abrazar su cuerpo. Alcé las cejas y estuve a punto de pasar la mano por su pelo revuelto, pero no sabía hasta que punto era su mala leche, ni tampoco tenía idea en que momento pasaría la línea de peligro.

Me quedé pensando en ese momento, y por suerte para mi cabeza hueca, se levantó y me tiró arena. Sonreí de nuevo, levantándome para cogerla de las muñecas, aun que no dudaba que se escapara para que no la cogiera
-No me digas que se aburre la niña sin nombre?- alcé las cejas y la cogí en volandas, para ponerla en mi hombro y llevarla al agua - quieres jugar? jugaremos en el agua a ver si es "de lo más divertido"- miré un poco a un lado, observando su trasero en pompa, al haberla colgado en mi hombro. No pude evitar sonreír, después de esta, me mataría seguro, fijo que había no solo traspasado la línea, si no que había saltado varias vayas de precaución.

Reí cuando soltó un gruñido y empezó a recordarme que tenía un toque algo sensual eso de que las mujeres gruñesen como pequeños animales. En cierta forma me ponía bastante, pero estaba tan concentrado en caminar más rápido de la parsimonia habitual, que se me olvidaba pensar en toda pequeña cosa. La cargué en volandas y reí cuando se presentó, por lo menos era algo educada, no?
-Encantado Charles- ignoré el que me llamara Ronald Weasley, no es que me importase mucho que me dijeran motes por mi tono de pelo, es más, me la traía al pairo, así que no hice más que reír cuando volvió a gruñir. Tenía la voz tan áspera en mis oídos que no podía evitar picarla más para que siguiera hablando, no me disgustaba en absoluto escucharla.
Me quedé en el agua, dejando que se bajara para que el agua le diera por las rodillas. Dios, esta chica era muy pequeña comparada conmigo.. Me llegaba apróximadamente por el pecho, así que, literalmente, le sacaba una cabeza, lo que hacía que me diera una inmensa tortículis por tener que mirar para abajo (?) Ok no, no me dolía nada, ya estaba acostumbrado, pero me hacía gracia mirarla, tenía unas muecas la mar de graciosas. Caminé con ella hasta que el agua nos dió por el pecho, y con una salida que casi me esperaba, puso las manos en mis hombros para intentar ahogarme. Me hundió un poco, ya que no me esperaba de todo aquella fuerza, la intuía, pero no sabía que era tan machorro. Salí del algua al tiempo que podía poner las manos en su pequeña cintura y la agarraba para que no vovliese a hacerlo, o por el contrario, le mordería la barriga y se ahogaría entre las risas.
Sacudí la cabeza para sacar el agua de mi pelo, mojándola un poco para cuando le hice cosquillas y la hundía un poco subíendola de nuevo para mirarla.
-Implorar? Jamás Charles...- murmuré andando, cogiéndola en un pequeño abrazo por su cintura para andar hasta que ella no tocara fondo y yo si. Bendita seas diferencia de altura, bendita seas...
-Edik- respondí soltándola para que nadase o hiciese lo que le diera la real gana, tampoco la iba a abrazar si no la conocía de nada, o peor, que se me pegara como una lapa y me intentase hacer caladas continuamente. No me gustaba nada eso de que intentaran ahogarme por amor al arte.. No dejé de sonreír, era una pequeña manía que tenía, así que aun que intentara ahogarme entre terribles sufrimientos, no le daría el gusto de verme con cara trágica (?)(?)(?)

Miré su cara de casi crueldad, pero me fijé primero en sus ojos teñidos de rojo. Mierda, no había cerrado los ojos? A lo mejor era culpa mía, vaya.. le debí de coger desprevenida, pero yo normalmente cerraba los ojos por .. inspiración? bueno vale, los cerraba siempre de pura casualidad, pero ella no y ahora le debían de picar los ojos, aún así, no me había dicho nada. Decir, ahora hacer, ya era otra cosa
Cogió con esas manitas fuertes más bien masculinas en base a su fuerza y apretó aquellas uñas no muy largas en mis hombros, creando esos cortes sin sangre en mi piel blanquecina para alzarse sobre mi cabeza. Le rodeé la cintura cuando agarró mi pelo, no quería que tirara demasiado, que me gustaba así de larga, eso de la calvicie no iba conmigo.

-Tranquila tranquila princesita, no tires demasiado - la miré alzando una ceja, mierda con ella, me había pillado por el punto débil y ahora tendría que hacer de tripas corazón. Eso si, no tenía pensado que me ganara, eso nunca. No solía jugar a nada, pero tampoco me dejaba ganar, era un puto competitivo y en ese tipo de cosas si que era cabezón, hasta sacaba energía de algún lado, fíjate. Dejé que aquellas piernas delgadas me rodeasen el cuerpo, lo sufienciente para poner las maanos debajo de su trasero sin tocarlas exáctamente, más bienagarrando mis manos de manera que se quedara en suspensión. La miré con una mueca mientras esperaba a ver que hacía, empezaba a entrarme miedo? No, miedo no, un poco de curiosidad si. Esa chica empezaba a atraerme un poco, pero la medida entre la que podía pasar y no la conocía, esa, era más bien mía..

Guerra? espera, podía hacer una guerra tan grande como decía ella con un cuerpecito tan pequeño? bueno, había que verlo, desde luego. Ladeé un poco el rostro mientras escuchaba lo que su boca profesaba, un poco de trauma sería lo que debería de llevar, para que dejara de amolestar a la gente, gente que como a mi, no me conocía. Sonreí pasando las manos por sus muslos, unos muslos perfectamente formados y bien suaves en el agua
-Quien dijo que pensara que tu sí podías conmigo bonita? - murmuré acercándome a su cuello, zambulléndola de pronto al bajar, cogiendo aire y sin previo aviso para ella. No se ahogaría, si quería aire, solo había una opción, por que mis brazos la rodeaban lo suficiente como para que no escapara muy facilmente. Vale, era una mala persona que no pedía las cosas, por que le gustaba que se las dieran así por que si, pero creo que a ella le costaría dejarme que probara esos labios. Mierda, eran bonitos y bastante deseables, pero odiaba pedir..

Me agradaba pelear, era medio masoquista quizás por eso me resistía a dar el brazo a torcer, si bien quisiera pudiera fingir algo, quizás admitir mi ardor de ojos y decirle que era una mala persona entre tantas cosas que decían las chicas normales, pero yo era diferente. En resumen a la mierda con esas técnicas baratas, pensaba distraerme molestando que haciendo el tonto como preguntando ¿y que te gusta? ¿De donde eres?, demasiada rutina en ello. Tiempo, Tiempo, Tiempo.

El chaval era rápido y me sujetaba por la cintura, tenía la opción de morderle con fuerza pero su blanquecina piel seguro sufriría como tendía a pasar con la mía, al ser pálida las marcas me duraban días. ¿Me llamo princesita? Parpadeé varias veces atónita, deje escapar otro gruñido. De princesa no tenía nada. Tire unos mechones aunque este se las ingeniaba para que no le dolieran mucho, era un tramposo. Debía reconocer que me divertía la situación, pensaba en sentarme y quedarme a beber unas cuantas cervezas antes de regresar a la universidad pero el chico había pasado a hacer mi tarde más amena. Claro que este desconocía que me agradaba joder. O quizás y ya lo había pillado.
Sentí el recorrido de sus manos en mis piernas le mordí otra vez la oreja – ¡deja, deja!- le regañe.

Are you fucking kidding me? El hijo de su santa madre realmente pensaba matarme, no tomé el suficiente aire, moví mi cuerpo como podía, necesitaba llenar mis pulmones de oxigeno y no me dejaba de otra así que patee con fuerza no se si en su entre pierna o lo demasiado cercano para que me soltara, saque mi cabeza del agua , tomé una gran bocanada de aire.
¡HDP!
Me acerque a su hombro, entonces clavé mis perlados dientes en la suave piel del chico, me solté como pude e intente ir hasta la orilla, en la cual me deje caer acostada de espalda, no era fácil pelear contra un chico mas alto, mas terco y testarudo. Cruzo por mi mente la idea de tomar mis zapatos y salir corriendo pero no era una débil, si deseaba pelear que lo hiciera en tierra, el agua me daba desventaja.
-No te tengo miedo- chillé

Me gustaba como la chica esta se enfadaba y gruñía, no podía evitar sonreír más cuando las chicas se enfadaban. No, claro que no me gustaban las tías pesadas e histéricas que me rompían los oídos cuando se enfadaban, pero como ella no era así, podía picarla hasta la saciedad. Si, era un poco machorro y si me pegaba me dejaría moratones por doquier, incluso aun que fuera más fuerte y grande que ella, me dejaría mazado por todos lados, incluso me ganaría, ni lo dudaba. Pero como era algo masoca con, pues seguiría con lo mío.

Observé su boca cuando gruñó ocmo un perrito, desde luego las palabras melosas no le gustaban, a pesar de que para mi, solamente fueran palabras. Cuando te ponías a pensar en esas cosas, te dabas cuenta, de que la vida solía estar llena de palabras que carecían de contenido, así que me había acostumbrado a decirlas sin apenas sentir nada con ellas. Aún así, parecía que la morena de ojos verdes no se daba por aludida en cuanto a palabras sin sentido. Sonreí de todas formas cuando gruñó y parpadeó atontada. Luego, como buena tarada bipolar que era, me tiró del pelo, me mordió la oreja riñéndome como mi propia madre...así que bueno.. lo siguiente que hice, ya sabes que fue... intentar ahogarla.

Pero cual fue mi sorpresa? No se agarró más, no me tiró más del cabello, no intentó arrancarme la cabeza... me dio una puta patada el los huevos? JODER me iba a morir ahogado! Me encogí agarrando los huevos al tiempo que la soltaba del todo y dejaba que se fuera. Mierda, cuando había soltado las piernas de mi cadera para tenerla abajo y darme una patada? En el agua no debería tener tanta fuerza, no? Lo que sea, pero tener el agua por los hombros y encogerse sin poder levantarse solo te daba una cosa: tragar agua y morir ahogado. POr suerte, el dolor no era mucho, no al menos ocmo para saber que me había quedado sin descendientes, así que me erguí lo suficiente como para verla salir a la orilla, gruitando como una loca posesa. El enfado llegó pronto, no tenía pensado enfadarme por una chiquillada, yo había ocasionado que se enfadara con una clarísima mala leche, y además, lo había hecho a conciencia, así que me lo tenía merecido. Aún así, por que tenía que gritar? No me gustaba que me gritaran, que se enfadaran si, pero eso era pasarse. Salí del agua soltando mis huevos que ya no me dolían tanto y apreté un poco los puños a ambos lados de mi cadera pasando a su lado sin hacerle caso. Yo me merecía el grito? Vale, ella se merecía que no se lo contestara entonces.

Fui hasta la toalla y la cogí para secarme un poco, dándole la espalda a Charles, que seguía enfadada, casí ni me había dado cuenta de que tenía el hombro con una marca de dientes, pero al secarme el brazo lo vi y alcé la ceja. Ostia.. cuando me había mordido? Vale, se me había nublado tanto la mente cuando me había dado en la zona sensible que todo lo demás se me había olvidado por un momento. Pero ahora la tenía más depejada, así que tiré de nuevo la toalla en el suelo y me senté con lentitud, sacando un cigarro para relajarme un poco y no ponerme a gritar también con la loca. Alcé la vista y saqué las gafas mojadas tirándolas detrás de mi en la toalla, observando a la chica mientras fumaba. Le iba a pedir perdón, no debí obligarla a hacer algo, por que como era evidente, no se dejaría ni de coña, pero el dicho "por probar no pasa nada" se me había estrellado estrepitósamente contra mi cara, o mi entrepierna, no se exáctamente a donde había ido a parar.

Abrí la boca para decir algo y bajé la vista volviéndola a cerrar, llevando el cigarro para evitar que ella me chillara de nuevo. Pero a pesar de todo, una sonrisa se dibujó en mi rostro, joder... como se había soltado para pegarme? Era escurridiza y rápida desde luego, ni me había dado cuenta... por lo menos sabía que ni dios intentaría violarla por que saldría muy mal parado jeje.
Sonreí mirándola de nuevo para ver si se acercaba o no quería ni hacerlo
-Yo a ti tampoco..- respondí al fin con una sonrisa tranquila. - No volveré a intentar ahogarte por un beso, lo prometo- apoyé los antebrazos en la toalla y la miré mordiendo el labio inferior con una finjida inocencia.

Me quedé sentado con el cigarro en mano, y como intuí, empezó a acercarse, aun que su cara confusa y quizás un poco culpable me.. me.. no, no me hizo nada. Edik, sáltate las mariconadas, no te enterneció eh.
Ladeé un poco el rostro, como si al girar la cabeza todas esas ideas confusas y bastante desagradables para mi se fueran por la oreja. Si le diera unos golpecitos quizás salieran del todo y así no me pondría tontito por que me diese pena lo que una niña pensase.

La miré cuando me quitó el cigarro de la mano y alcé una ceja cuando volvió a devolvérmelo, como dejándome fumar de mi propio pitillo. Bien, creo que esta chica tomaba las cosas cuando le daba la gana si preguntar si podía cogerlas. Por desgracia, a mi eso no me salía, así que tenía que conformarme con mirar como me robaba. Metí el cigarro entre los labios y saqué la camisa empapada, abriendo las peirnas flexionadas para sacarle el agua al retorcerla en mis manos, escuchando como flipaba por lo que le había dicho. No dije nada, pero reí a modo negamiento. No le tomaba el pelo, era cierto que quería el beso, pero jamás lo pediría. Esas cosas salían de dentro..??? o se obligaba a hacerlo si la causa era justa claro...

-De nada..- respondí dejando la camisa entre las piernas para no mojar más todo y miré los pantalones, estes no podía quitarlos, por que no me iba a quedar en bóxers, aun que tampoco era para tanto. Miré a los lados para observar si había mucha gente en la playa, cosa que evidentemente, no había y le robé a Char su cerveza mirándola de reojo mientras hablaba.
-Me hubieras matado entre terribles sufrimientos...- una sonrisa se avecinó por mi cara y no pude evitar mirarla con una sonrisa, pasándole su propia cerveza cuando me apoyé en su propio cuerpo con mi hombro para luego separarme de nuevo y dirigir la mirada a donde sus labios me dirigían.- lo quería, pero si no me lo dabas tampoco me importaría tanto..- murmuré con una risa divertida. Que bien mentía a veces...

Se me esfumó el sentimiento de la culpa conforme hablo el chico no podría ser tan… gillipuertas, lo observe con la ceja arqueada intentando entenderle el chico me era difícil de comprender, decía y hacía cada cosa que por extraño que parezca me daban ganas de apretarle las mejillas y hacerlo llorar e implorar que lo soltara. Debía odiarlo por confundirme, no me gustaba sentirme perdida en sensaciones que no reconocía.

-Pues me alegra… nunca te hubiera besado así mi vida dependiera de ello- dije con una sonrisa ladina, aunque… no no, aunque nada, simplemente yo no era de la que iba y repartía besos por doquier, al chicho recién lo conocía, bueno tampoco lo conocía, CONOCER implica saber muchas cosas de alguien y solo sabía que era compañero de facultad, que le encantaba joderme y sacarme de quicio y que me agradaba su tono de piel blanquecina y fuck ¿me agradaba su tono de piel? Hice una mueca.

-y…entonces ¿de que planeta eres?- pregunté por decir algo y romper el incomodo silencio, ya de por sí me quede sin cerveza, así que pensé que interpretaría mi pregunta como un “¿de que país eres?”, no era buena para iniciar charlas de gente normal sin conocer a mi interlocutor, me senté dándole la espalda y me quité la blusa quedándome en brazier, me pase la parte de la tela limpia por los brazos para limpiarme la arena, fruncí la nariz pensativa ahora sentía lo a lo que resumían con la frase : "te comió la lengua el ratón"....

La miré con una sonrisa ladeada, observando su fina y oscura ceja perféctamente enarcada a modo confusión, aun que realmente, no entendía por que la ponía, pero me quedé mirando igualmente para ella, observando aquellos ojos verdes que brillaban ahora que estaba menos aburrida. Sonreí ante aquel gesto, por lo menos no se aborrecía ahora, eso era un gran logro, me gustaba hacerla feliz, y descubrir que me agradaba esa sonrisa no me disgustaba mucho. A lo mejor quería ser cómico y lo estaba descubriendo ahora, quien sabe..

Pasé la mano por detrás de mi nuca para rascar el nacimiento de mi cabellera roja, observando el horizonte azul sin mucho aquel, para dirigirlo al Sol, tirándome del todo en la toalla y así poder tomarlo un poco (?) Dios, que blanco estaba y que poco tono cogía en toda la temporada.

-Es una pena, a mi no me disgustaría hacerlo- murmuré con media sonrisa colocando un brazo por debajo de la cabeza a modo de almohada, cerrando los ojos mientras colocaba el cigarro en mis labios y podía aspirar un poco de aquel puto humo cancerígeno que por lo general, ni siquiera servía para algo. Como casi todo el mundo que había fumaba, había empezado a los quince, sin embargo, el motivo por que el lo hacía yo, era para no tener la necesidad de fumarme un porro cada dos por tres. Si, era adicto a la maría, había que reconocerlo, pero por ahora, no me había hecho ningún daño. No bebía nada alcóholico, cerveza de vez en cuando, pero nada más. Eso de beber y no recordar el día siguiente no iba conmigo, el hecho de beber por que pensase que no me iba a divertir con mis amigos o vomitar cuando mi hígado pidiera papas, no me tenía una pinta tan jugosa como el resto de estudiantes. Que fumar era algo parecido? Bueno, es verdad que fumaba cuando salía, también lo hacía siempre, pero no era realmente necesario, podía pasar sin hacerlo y no me moriría del aburrimiento, pero sobre todo, no dañaba a nadie y los actos no los olvidaba el día siguiente, cosa que a mi me daría un ligero telele.

Alcé una ceja al abrir el ojo y la miré con tranquilidad cuando sacaba la ropa para limpiarse. Era pálida, tan blanquita como yo, pero no se pasaba de la raya. Si se pusiera a tomar el sol seguro que algo de color adquiría, yo sin embargo parecía un grembling, cosa que no tardó en preguntar si realmente era de otro lado

-Soy de Rusia, pero normalmente vivo en la "Madriguera" - sonreí de oreja a oreja mirándola con ese tono picón para que olvidara un poco mi anterior frase. Quería volver a verla una de dos, o cabreada, o con esa sonrisa que hacía que sus ojos verdes se encendieran de nuevo. Bajé la vista a sus hombros desnudos y mordí el labio inferior con seriedad, su piel se describiría como perfecta. Era tersa y brillante, con la salitre quizás se volviera fea, pero a todas luces, era bonita, sin ningún fallo, o al menos, hasta donde se podía ver. Parecía suave y daban ganas de pasar el dedo por sus hombros pequeños y tan enérgicos. Poseían ese porte rebelde y quizás autoritario, cosa que me hacia tenerle respeto y quizás, por que no, me ponía bastante. Las chicas chillonas e irritables no me agradaban, las locas y cursis me aborrecían y si eran unas tontas ya completaban el paquete para lo que no se consideraría amiga mía.

Miré como inflaba sus mejillas como una niña pequeña al mirarme, observando también como me miraba con cierta curiosidad, o más bien el humo que salía de mi boca. Esta chica era como una caja de sorpresas, era como pandora en cierta manera, podías abrir la tapa, y salía de todo de allí, desde los sentimientos más "malos" como la ira que tenía o el mal humor, hasta los más "buenos" como aquella sonrisa preciosa o quizás aquella cara confusa que realmente me daba a entender que se le cruzaban los esquemas mentales. Reí cuando se volvió a su mundo, la verdad es que si pasaba por ahí una mosca, se quedaría empanada mirándola y me ignoraría también, estaba casi seguro.

Me quedé mirándole cuando le respondí de donde era, y aún le costó bastante reír, es más, era como si no lo huibiese pillado o si al no estar aquí, en la tierra, le llegara la conversación tardía. Despistada, si, esa podía ser la palabra. Alcé una ceja cuando arrugó la nariz y reí de nuevo sin poder evitarlo, observando como estrechaba los ojos hasta hacer dos finísimas hileras en las que solo se veía el verde brillante de sus ojos. La miré con calma y cuando sonrió la barrera de lo consecuente se me derrumbó de pronto. Pero con todo el esfuerzo, la volví a alzar, por una sonrisa tímida no me iba a cambiar.. no no. Tenía que acordarme que me había dado una patada en los huevos y así ya volvería a ser yo mismo, el irónico que no se dejaba apampanar.
-Claro- saqué de la bolsa el paquete de cigarros y le di uno, simplemente por ser buena persona y saqué, ya de paso, una botella de agua, todo sanote yo. Ya me llegaba con los porros para matar a mi hígado, así que la abrí simplemente y bebí de ella. Observé a la chica que volvía a sonreír al tocar mi pelo, cosa que en realidad, me encantaba que hicieran. Mi pelo era parte de mi, por lo tanto, me gustaba que me lo tocaran, y despeinármelo como hacía ella no era un inconveniente - no puedo decir lo mismo de tu pelo..- murmuré divertido siguiendo las risas que ella tenía, pasando el dedo por la punta de su naricilla. Saqué la mano de su piel, solo me ocasionaría más problemas de los que ya tenía en estes momentos.

-Oye, por que nunca te vi en clase o por ahí? - pregunté con la voz casi ronca del frío del agua, aclarándome la garganta un poco mientras miraba el horizonte, colocando la cabeza ladeada un poco para que pudiera acariciarme el pelo. Si, era como un nené pequeño y mezcla de perrito que le gustaban que le dieran gominolas y que le dieran mimos de vez en cuando. Pero eso, de muy vez en cuando al día.

Esos dedos largos podían ser mismo del diablo y no me hubiese dado cuenta. Eran tan largos como los de un pianísta, o más bien eran finos y delicados, los que le daban ese aspecto. Sonreí mirando como brillaban al moverse, por que en cierto modo, no los había aún visto quietos desde que la había conocido apenas hacía media hora. Me quedé observando sus dedos como se movían por su pelo hasta recogerlo todo para un hombro, dejando el cigarro que yo le había dado en su oreja. Pero no lo quería fumar? Ah ostia espera, no le había dado para prenderlo claro.. Busqué entre mis bolsillos y demás donde estaba, pero ni siquiera me acordaba donde lo había metido. Bueno, daba igual, no lo había pedido tampoco y a lo mejor simplemente quería guardarlo para luego. Miré de nuevo para aquellos ojos verdes y sonreí sin poder evitarlo cuando dio las gracias de uan manera tan simple y rápida.

Al pasar el dedo en su nariz, rió de nuevo y puso una cara la mar de graciosa. Sus ojos se juntaron como los de un camaleón, intentando ver el sitio que querían observar, haciendo que cuando me mirara de nuevo no parara de reír y rascar. Su piel, como la mía, no solo era blanca, si no que se coloraba pronto. Hipersensibilidad  eh? Eso muchísimas veces era una jodienda, pero por otro lado, también podía llegar a sesr estupendo. Las sensaciones solían ser diferentes cuando sentías más de lo habitual, tu piel a la mínima fricción se ponía hipersensible, lo que al segundo frote, hacía más efecto que con 15 en una piel normal. En el caso de Char, la nariz se puso roja como un tomatillo lo que le daba un aspecto adorable. No le dije nada, solo conseguiría que tapara más la cara con aquella manita blanca. Reí mirando como se descorchaban sus uñas negras y vi sus ojos, lo único que podía ver en realidad en estes momentos. Preciosos..
Saqué la mirada con casi rapidez, soltando un suspiro y una risa ahogada. No podía estar pasándome esto, era una cría... una cría que apenas le sacaría un par de años, pero.. una.. enfin, mejor escucharla antes de meterme en mis pensamientos lascivos con ella.
Acabé el cigarro, girando la colilla sobre la arena húmeda entre mis piernas, mirando de nuevo para ella cuando hablaba de las clases, respondiendo a mi pregunta.

-Si, soy el único pelirrojo en clase, probablemente era yo... -murmuré con una risa volviendo mi vista a ella, observando sus ojos que se dirigían a mi cabello, su mano que me tiraba un poco pero que luego lo rascaba.  Me daban ganas de darme la vuelta y poner la cabeza en sus piernas para que siguiera haciendo eso, la verdad es que me encantaba que me amasaran los pelos, cuando iba a la peluquería conseguían que me quedase dormido mientras me lo enjuagaban.... Pero podía controlarme  y seguir recostado.

-Me llevo bien con mis padres.. pero no suelo hablar con ellos, ni verlos en grandes temporadas.. - sonreí mirando el cielo azul, observando un par de nubes con formas de .. perros? Si, era como un perro solitario, por eso la vista me fallaba al ver aquellas nubes.  Nah, mejor verla a ella que a los perros. Ladeé el rostro, moviéndome mientras colocaba la cabeza en sus piernas como pensé desde el primer momento. Si, era un desconocido, me había pegado y bla bla bla, pero quería que me acariciara la cabeza, no podía contenerme.

-Mi pelo es pelirrojo, pero lo teñí de rojo de verdad a los 17 y ahora ya no lo cambié - sonreí mirándola a los ojos desde la cómoda posición en la que estaba -y tu francesita? como estás en Harvard? también padres cansinos?- pregunté notando en mi nuca la piel suave y cremosa de su muslo. Podía estar allí todo el día si no me echaba a patadas, desde luego que si..

Sonreí atontado cuando volvió a reirse, esa chica, aparte de tener mala leche podía llegar a hacer brillar el día y eso no lo conseguían muchas chicas, no al menos conmigo. Ser un puñetero soso sin sangre no ayudaba mucho a la hora de que algo me agradase, ir fumado reducía esas posibilidades todavía menos, pero de pura casualidad, hoy había encontrado a una chica que me hacía sonreír más de lo habitual, hasta me había arrancado palabras de mi boca que normalmente, ni siquiera salían. Quería hasta hablar para escucharla a ella atropellarse y quedarse pensativa mientras hablaba, me hacía gracia hasta el hecho de que se riera cuando me miraba con la nariz tapada por que todavía la tendría enrojecida. Era adorable, desde luego.

Alcé una ceja cuando nombró eso del "Difícil de olvidar" y sonreí sin poder evitarlo, escuchando con sencillez el resto con una risa relajada, grave.
-Por suerte no lo lanzaste, debí de apartarme a tiempo - alcé varias veces las cejas divertido y miré su lengua un solo sengudo para sonreír tranquilamente de nuevo, moviéndome para colocarme sobre sus piernas. Por suerte para mi, no dejó en de acariciar mi pelo, que era lo que buscaba desde el principio y conseguí que siguiera, eso.. eso era un gran logro. Sonreí cuando se indignó por que fuera "teñido" y reí de nuevo asintiendo, como pidiéndo disculpas con la mirada por que me tiñera de vez en cuando, cosa que realmente, no era mala, pero que no podía evitar si no quería verme con el pelo naranja zanahorio..

Arrugué el puente de la nariz cuando su dedo tocó la punta de esta, y la miré con curiosidad, escuchándola con atención cuando respondió a lo que yo le había preguntado.
-Huyes?- alcé una ceja con la cara pensativa, levantando la mano para pasarla por un cabello que caía hacia delante, pasando el mechón hacia detrás de su oreja, escuchándola mientras hablaba. El hecho de que no se llevara con su madre y su hermana solo me daba a pensar que yo no tenía que pasar por esas cosas, no tenía hermanos, mis padres siempre estaban fuera y a la única que tenía era mi abuela, a la que ahora, nunca veía tampoco. Vamos, que me importaba poco mis padres, así que eso no lo entendía mucho, aun que me daba pena por ella que la tuvieran controlada, la libertad para mi siempre había sido de lo más importante y que me la sacaran solo haría que los odiase. Por lo menos, según ella decía, su padre era bueno... mejor entonces, lo que me dejó un poco en blanco era el tiempo pasado, pero a lo mejor, simplmente había sido un error al hablar, po rque no lo viera en mucho tiempo o algo..
-Никогда не встречал красивую девушку ..- el fluído ruso no era muy rápido, pero con la sonrisa no pude evitar casi correr al decirlo. Vale no, no lo entendería ni de coña, pero no podía evitar tampoco que un miedo gracioso se apoderase de mi al decirlo. Me estaba declarando en ruso ante una chica que acababa de conocer? joder, que irónico no?

Lo mas extraño es que me sentía rara echando platica con él, para ser exacta no había soltado cosas de mi familia cosas que no se las soltaba a conocidos mucho menos a desconocidos, Ethan era mi mejor amigo y bueno era como que digamos… mi diario, los oídos que me escuchan cuando lo necesitaba además de enredarme entre sus brazos como lo haría tan solo un hermano mayor, Ethan era la persona a la cual principalmente le contaba mis cosas o simplemente ya las sabía debido a nuestra amistad desde que teníamos pañales. Literalmente. Mordí mi labio inferior con fuerza, sí definitivamente el agua salada me debió joder las neuronas ya que segundos atrás lo estaba matando y ahora hablábamos pacíficamente. Fue divertido cuando alzo las cejas que no pude evitar reir a la vez que asentía.

Le miraba mientras estaba en silencio, reí un poco con el gesto de disculpa por el tinte en su cabello, luego de unos instantes recordé que debía responder todo lo que había hablado el chico, en eso consistía una charla entre personas, no en sentir en que le hablabas a la pared, reí sacando un poco de pecho y levantando el puño libre al aire un gesto la mar de gracioso –¡Una mujer tiene que hacer, lo que una mujer tiene que hacer! – Dije con la ceja arqueada, me pase la mano por el cabello negando suavemente –no huyo, demuestro que tengo derecho a hacer lo que deseo... Le bonheur c'est comme le sucre à la crème; quand on en veut, on s'en fait- levante un poco los hombros para despues susurrar traducido lo ultimo -La felicidad es como el dulce de azúcar, cuando se quiere, se hace-

Entonces caí en cuenta de que no entendí nada de sus palabras en Ruso, fruncí la nariz antes de revolverle el cabello una vez más – solo que en ruso amigo se pronuncia algo como “druk” y se escribe en ese alfabeto que no entiendo- dije con sinceridad, en aquel momento se me levanto la curiosidad, agache mi cabeza hacia adelante hasta mirar de cerca sus ojos y reí quedándome en una posición muy graciosa para observar las pupilas del chico pelirrojo - ¿Qué fue lo que dijiste… ?- pregunte con curiosidad. No sé porqué pero sentí ganas de rozar mi nariz contra la de él y simplemente lo hice, claro que después me distancie desviando la mirada a las olas del mar.

Me quedé mirando como se mordía, poco menos y se hacía sangre en aquellos labios tan bien dibujados. Me daba gracia como movía las aletas de la natiz cuando reía y si no fuera por que tenía la maría metida en mis poros para siempre, puede que no me diera el ataque de risa, pero como lo tenía ya metido por vena, empecé a reír bastante. Aún así dejé de hacerlo cuando ya me quedé idiotizado de nuevo, mirando para ella. Por que la gente se te quedaba mirando sin decir nada? Vale, yo lo hacía continueamente, pero que te lo hicieran de vez en cuando hasta metía miedo.. miedo por que era ella, miedo por que por esa puta casualidad de la vida, no era capaz de dejar de mirarla. Aún así, quería escucharla hablar, por lo que entrecerré los ojos respirando para tranquilizarme y concentrarme en su voz relajada y reírme cuando movía las manos hacia los lados, cuando alzaba aquel muñito blanco con gracia transformándose de pronto en una sindicalista. Sonreí de oreja a oreja cuando negó a si misma, no es que fuera bipolar, que cláramente pensaba que si lo era, más bien podía considerar que tenía un cacao mental y que no era capaz de expresarlo. Si, podía llegar a ser eso... pero aún no la conocía, aun que, visto lo visto, no me disgustaba saber cosas sobre ella y su familia, me agradaba en cierta manera descubrir cosas de las desconocida morena..

Y ahora era cuando volvía a confundirme diciendo que no huía. Me liaba la cabeza cuando negaba una y otra vez lo que decía dos segundos antes, pero me hacía gracia que luego lo explicase como infundiéndome su manera de ver las cosas. Y el echo estaba en que lo que decía era del todo cierto para mi, cada uno tenía ese derecho a hacer lo que quería, por supuesto, siempre y cuando no molestara al resto. Ese siempre había sido mi lema, ser libre pero sin encarcelar a los demás. La traducción a su habla en francés ( no, no había entendido ni papa ) ni siquiera la había escuchado. Cuando había hablado en su idioma natal me había cogido desprevenido, me había quedado atontado por un segundo, le quedaba bien.. Ponía unos morritos al hablar que le quedaban muy bien, unos morritos que me daban ganas de besar. pronunció las r como gorgoritos que me hacían reír pero sobre todo, en ella había sonado infinítamente sensual, era como un reclamo, significara lo qeu significara, seguro que era algo bueno por su manera de decirlo.

Pero ahoa era mi turno de hablar y verla fruncir el puente de su nariz me hizo sonreír de oreja a oreja, hasta me volvía a revolver el pelo divertida.
-Hay palabras básicas como el "Ya"- señalé mi pecho y luego el suyo- y el "Ty" que te los puedes aprender muy fácilmente - sonreí ligeramente y se acercó demasiado a mi, pillándome de nuevo de imprevisto. No tenía ni idea de por qué se acercaba tanto para verme, si es qeu quería hacer eso, pero su boca estaba muy cerca, su cabello se caía por mi cara haciéndome cosquillas y su aroma a no se qué empezó a embriegarme. Por que las mujeres siempre olían bien? Yo no sé si era por que siempre ponían perfumes, si era por el gel de ducha que utilizaban o si eran por ellas mismas, pero su pelo siempre olía bien para mi. El de la chica se me hacía fresco y cálido a la vez, sus manos frías en mi cabeza solo me hacía pensar que no era de las típicas calurosas y el hecho de saberlo me hacía saber que de los dos yo era la estufa, me hacía feliz. Sabía que si tenía frío, podría venir a mi para calentarse, no de la manera guarra, que también, pero .. no se.. tonterías que pasaban por mi cabeza supongo, FALACIAS!

La miré con curiosidad, casi escuchando su pregunta lejana, como si no fuera conmigo. Estaba tan concentrado en la curvatura de su nariz, en sus ojos verdes y en su olor tropical, que todo lo demás se me quedaba un poco en babia.
-Que.. nunca conocí a una chica tan guapa.. y no, no estoy exagerando ni miento..- murmuré dibujando una sonrisa cuando se acercó tanto que su nariz se rozaba de arriba abajo con la mía. De pronto, sentí esa punzada en mi entrepierna y supe que esto no iba a ser bueno para mi salud mental, sus labios habían rozado tan sutilmente los míos que me había quedado de nuevo atontado, con aquella sensación de querer volver a tenerla así cuando se había separado. Mierda Edik, que cojones estabas pensando?- Me distraje mejor cerrando los ojos para no verla, aun que su cara estaba gravada en mi memoria aun que cerrase los ojos y me tirara a dormir.

Suspiré un momento y la miré de nuevo, alzando la mano para tocar ese mentón orgulloso que tenía, deslizando los dedos por su mandíbula suave y firme. Tenía esa arrogancia que la hacía líder, que me atraía y que posiblemente, como notaba en mis bajos, me volvía loco. Pero quizás, me atraía mucho más el echo de que no hablara mucho, el que fuera no tímida, si no, simplemente, poco habladora, como yo. Eso de la bipolaridad, quisiera o no, también me había gustado, no es que fuera masoca, (bueno un poco si) era más bien que sentía que no me aburriría con ella en el caso de volver a vernos..
De pronto, el pensamiento de "y si no nos volvemos a ver, qué?" se apoderó de mi. Arrugué un poco el ceño, pero su simple mirada interrogatoria me hizo eliminarlo por una sonrisa de nuevo pintada ahí, como siempre.
-Qué haces el domingo?- pregunté sin más vueltas. No, no era de darlas, las cosas al grano y la cabeza sobre los hombros. Quería verla, para que negarlo, y quizás tuviera novio, quizás simplemente fuera lesbiana o no quisiera saber nada de los hombros, pero el caso era no solo quedarme con este día, las anécdotas nunca me habían gustado y los recuerdos solía enterrarlos, cosa que con ella quizás no me quería olvidar tanto..