Haciéndome al lugar, poco a poco (Melanie)

Había terminado las clases un rato atrás, y el estómago comenzaba a rugirle. Se dirigía caminando en soledad a la cafetería, ya que aún no conocía a nadie en el nuevo campus.

Odiaba esa sensación de que nadie le mirara, de parecer invisible a ojos de los demás. En su antiguo campus era el más popular, el más conocido, y jamás pasaba desapercibido.

Llegó a la cafetería, y se acercó al puesto de servicio, donde pidió una ensalada y un poco de pollo a la plancha. Cuando lo obtuvo, miró a su alrededor, y no vio más que mesas ocupadas por gente desconocida, y algunas vacías.

Se dirigió hacia una de ellas, negando con la cabeza. Si cualquiera de sus amigos le viera en este momento no podrían creerse que fuera él de verdad. Robbie Davis jamás comía solo.

Pero debía comenzar a hacerse a la idea de que ahora él era el desconocido. Sumido en sus pensamientos comenzó a comer.

Al entrar a la cafetería me dieron ganas de salirme, pues estaba llena y únicamente quería comer aquella manzana que traía en la mano, aunque no fuera mucho, era lo único que me apetecía. —¿Qué tan antisocial puedes ser, Mel?-susurró para si misma para después entrar y buscar un sitio libre.

Observo detenidamente todos los sitios desde la entrada hasta encontrar una mesa, no estaba vacía como ella esperaba pero era el único lugar libre, así que sin pensarlo sonrió y le dijo aquella multitud sentada —Si no les molesta me sentaré aquí.-, no le era incomodo conocer nuevas personas, de hecho se le facilitaba hacer conversación.

—Bien...me presentaré, mi nombre es Melanie, pueden llamarm Mel o Mely; soy nueva así que sean amables, por favor.-se me figuró gracioso que llegara con tanta confianza, eran desconocidos...pero así se hacen amigos, ¿no es así?, digo...sé que era tímida pero tampoco era para tanto, además conocer nuevas personas no me caería nada mal.

Se encontraba comiendo tranquilamente, sin hablar con nadie y pensando en qué harían sus antiguos compañeros. Probablemente estarían gastando una broma a algún nerd, o haciendo alguna de sus payasadas continuas.

Sonrió para sí mismo pensando en sus cosas cuando notó que alguien nuevo se sentaba en la mesa y comenzaba a hablar sin cesar. Levantó la mirada y vio a una muchacha que sólo llevaba una manzana para comer.

Se extrañó un poco por su manera de hablar, se había presentado muy rápidamente, y por lo que parecía, era tan nueva allí como él.
También le extrañó que hablara de ustedes, ya que no era demasiado común en el sitio del cual él procedía.

Pero era una gran oportunidad para comenzar a desarrollar sus relaciones sociales en aquel nuevo lugar, así que colocó su mejor sonrisa y respondió. Encantado, Mel, yo soy Robbie, Rob para los amigos y Robert para mi madre. Dijo sonriendo ampliamente.
Por supuesto que no molesta que te sientes, yo también soy nuevo y nunca viene mal algo de compañía.

—Encantada, Robert.- Bromeó un poco para romper el hielo y aquel silencio que se hacia en el ambiente, guardó silencio por un momento ya que le había llegado un mensaje a su celular, lo contestó rápidamente ya que era de su madre, preguntando si todo estaba bien.

— Y bien...¿Qué tal tu primer día?- sonrió de una manera tierna, como de costumbre, era natural en ella sonreír de esa manera, y más cuando una persona le traía buena vibra.

Pasó un mechón que caía frente a su cara hacia atrás, puesto que le estorbaba, después de ello se concentro en la plática con Robbie, un amigo no le caería nada mal, y por lo visto a el tampoco, ya que también era nuevo en la universidad y nadie más en la mesa cooperaba conversando, parecía como si nunca hubiesen sido nuevos; solo unos pocos intentaban formar parte de la conversación, tal vez eran tímidos, pero creo que la timidez no ayudaría de mucho en estos momentos.

Rió sinceramente al oír como ella le llamaba por su nombre completo. Igualmente mamá -contestó continuando la broma. Le parecía agradable aquella chica de sonrisa dulce. No era un mal primer paso para conocer gente en aquel lugar.

Bueno, creo que bien -dijo pasando su mano por el pelo, como de costumbre, colocándolo correctamente- aunque aun no conozco gente. Creo que me costará más de lo que creía, la verdad -dijo sinceramente haciendo una ligera mueca. -Y tú? tampoco llevas mucho aquí, no? -Preguntó con interés comiendo de su plato.

Comenzó a reír al escuchar su respuesta, vaya que aquél chico tenía buen sentido del humor, era agradable y bastante simpático a decir verdad. Sonrió y le observó curiosamente unos segundos.

—Así es, soy nueva en este sitio y a decir verdad me ha ido bastante bien-dijo de manera optimista algo sonriente mientras que aún seguía causándole gracia aquella broma.

Noté que los únicos conversando en la mesa eramos Robbie y yo, puesto que los demás estaban demasiado distraídos en su ipod o celulares, vaya manera de salir de un "momento incomodo", que para mi no lo era en lo absoluto, puesto que me gustaba conocer nuevas personas y además Robbie me agradaba.

Sonrió sinceramente. Bueno, así que eres una chica con suerte! Podrias pasarme un poco -dijo sonriendo, le había caído bastante bien la chica.
Observó a su alrededor, y todo el mundo permanecia impasible, concentrados en sus moviles. Se incorpora levemente y le hace un gesto a ella para que haga lo mismo. Se acerca a ella y le susurra. Oye, aquí la gente es un poco rancia, no? -dice y se ríe levemente-

—Si descubro que puedo, te aviso...-dije de manera simpática entre algunas risas, mientras seguido de ello pude notar que Robbie observó a los demás detenidamente. Me incorporé obedeciendo a aquel gesto, y después de escuchar lo que había dicho no pude evitar reírme.

Muy bien, creo que era demasiado obvio que me gustaba bromear, pero no pude evitar pensar en mis abuelos, que aunque fueran personas de tercera edad amaban pasarla en su celular, ¿raro no?... —A decir verdad demasiado, están un tanto peor que mis abuelos, literal.- le susurré para que los demás no escucharan y se enojaran, lo menos que quería era enemigos...creo que de verdad eso no me convenía, aunque lo que había dicho era literal, pero a mi criterio muy gracioso.

Reí fuertemente al escuchar su respuesta. Definitivamente, creí que nos llevaríamos bien. La chica tenía un bien sentido del humor, lo que me parecía esencial a la hora de conocer gente nueva.

Terminé la comida que me quedaba en el plato y me limpié con una servilleta. Luego, me pasé la mano por el pelo, como solía hacer siempre, y sonreí.
Te apetece hacer algo? -me acerqué a ella como antes- y nos quitamos de encima a esta panda de aburridos -dije riendo.

Reí al escuchar aquellas palabras de Robbie, me causó gracia que les llamara "Panda de aburridos", sin duda era un chico bastante simpático y agradable; me caía bien.


— Interesante propuesta, me parece bien, aunque...no sé que podríamos hacer- dije pensando en propuestas para pasar el tiempo sonrientemente.